

Este lunes, Javier Milei y Mauricio Macri volvieron a diferenciarse tras la fallida y escandalosa sesión por Ficha Limpia del pasado miércoles, y la disputa entre el Presidente y el ex mandatario pareciera haber escalado hasta un punto de no retorno, de tal magnitud que en el Gobierno ya es cada vez más evidente la intención de acordar en territorio bonaerense con un grupo de dirigentes del PRO y no con el jefe partidario.
El quiebre en el vínculo entre ambos -¿definitivo?- trepó a su nivel de máxima tensión en el tramo final de la campaña de la Ciudad de Buenos Aires, una elección decisiva que puede terminar por inclinar la mesa de negociaciones a partir del próximo lunes, provocar un cisma en el seno del PRO e incluso tener consecuencias directas en la administración del gobierno porteño, es decir en el gabinete de Jorge Macri.
Ayer, en medio de las acusaciones cruzadas entre el PRO y la Casa Rosada, el Gobierno aprovechó para mojarle la oreja a Macri: hizo trascender públicamente que buscaban convocar a un encuentro privado a Diego Santilli, un dirigente que espera, como varios colegas, por el resultado del domingo para definir su futuro político, y que hasta ahora no necesito que el Ejecutivo le avise por los medios para mantener charlas reservadas, que ya existieron en varias oportunidades. El interlocutor máximo en esa negociación es Cristian Ritondo, que también aguarda la elección en la casa matriz macrista para definir los pasos a seguir. Que la intención de reunirse se haya publicitado en la prensa es un mensaje destinado únicamente al ex presidente, que hace una semana desfila por los canales de televisión junto a Silvia Lospennato para intentar salvar al PRO de una posible derrota con consecuencias directas sobre su liderazgo.
Macri está convencido que desde hace meses que Milei no hizo más que burlarse de su rol de aliado, que lo recibía en Olivos y le prometía una convivencia política más razonable mientras él le garantizaba gobernabilidad desde el Congreso y el entorno presidencial -Karina Milei y Santiago Caputo- se encargaba de deshacer por detrás cualquier tipo de compromiso. En paralelo, avanzaban sobre la Ciudad de Buenos Aires y un grupo de dirigentes que están convencidos de que el liderazgo del ex presidente entró en su etapa final.
Ficha Limpia terminó por dinamitar cualquier tipo de entendimiento. Ayer, Milei culpó a Macri, dijo que el rechazo al proyecto se había materializado por un acuerdo entre su antecesor y Cristina Kirchner, y vinculó las declaraciones que se le atribuyeron el fin de semana al misionero Carlos Rovira a una maniobra del macrismo. El ex jefe de Estado le contestó en un comentario a un video que el PRO subió a sus redes con una respuesta muy dura y directa de Lospennato al presidente: el ex mandatario lo acusó de alucinador. “No puedo creer lo poco que me conocés. La desilusión que tengo es infinita”, dijo.
En la cúpula del PRO están seguros de que la caída de Ficha Limpia se produjo por una decisión del Gobierno, que llevó al PRO y a los aliados a una sesión sin contar con los votos necesarios para aprobar la iniciativa, y peor aún: que armó una puesta en escena para, a último momento, impulsar sottovoce el rechazo a la media sanción de Diputados. “Hacía rato no veía algo así, una operación política de tan alto nivel”, reconoció una experimentada senadora, convencida, hasta minutos antes de la votación, de que el proyecto se aprobaría.
En este contexto, llegan las elecciones porteñas y en el PRO están preocupados además, por la performance que pueda tener el domingo Horacio Rodríguez Larreta, que obligó a los estrategas de la lista del oficialismo porteño a esforzarse en aclarar que el ex jefe de Gobierno ya no representa al PRO. Para los Macri, esa pelea es decisiva: sería un pésimo resultado estar más cerca del ex precandidato presidencial que de LLA.
Por su parte, en el Ejecutivo aseguran que en la Ciudad de Buenos Aires no hay fisuras, y que la estrategia fue consensuada, desde la candidatura de Adorni hasta el avance narrativo y el plan de confrontar con mucha vehemencia y crudeza contra la gestión del PRO y los Macri. Incluso, a pesar de que Caputo no pudo colar ni un solo candidato en la lista encabezada por el vocero presidencial.
Dependerá del resultado, pero a partir del próximo lunes empezará otro capítulo entre el PRO y los libertarios: el del posible acuerdo en la provincia de Buenos Aires.