domingo 18 de mayo de 2025

LOCALES | 16 may 2025

NOTA DE TAPA

Mentiras ambientales: Re-llenos de basura

La inversión millonaria que se viene realizando para el tratamiento de residuos en Junín es justamente “tirada al tacho”, porque el predio ubicado en la RP65 está peor que hace 10 años. Montañas de desechos, nubes de moscas y grupos de personas revolviendo para encontrar algo para su sustento.


Por: Redacción Semanario de Junín

NOTA DE TAPA PUBLICADA EN LA EDICIÓN IMPRESA Y LA EDICIÓN DIGITAL Nº 461 DE SEMANARIO DE JUNÍN. SEMANA DEL 10 AL 16 DE MAYO DE 2026

En 2018, con la ayuda del gobierno de María Eugenia Vidal, el intendente de Junín Pablo Petrecca logró convertir el basural en un Relleno Sanitario. Cuatro años después, en 2022, ya se había consumido más del 80% del terreno debido a la ineficiencia en el tratamiento y volvieron con promesas incumplidas. Hoy contamos nuevamente con uno de los basurales a cielo abierto más grandes de la provincia y no hay un solo plan previsto para darle solución a esta calamidad.

Tal como ha pasado con otras áreas, Junín retrocedió ocho años en materia de desarrollo e infraestructura.

Para los que ponen la vara bajita y siguen creyendo que “Junín está lindo”, bien les valdría darse un paseo por la Ruta Provincial 65 para luego de un par de kilómetros de la intersección con la 188 (a la altura de las cárceles) y pegado al cementerio “Parque (¿?)” Rosedal, encontrarse frente al monte de basura que se levanta sobre el sitio que recibió una inversión millonaria desde la llegada de Petrecca, para volver a ser un par de años después el asqueroso lugar donde actualmente se desprende un olor nauseabundo y bajar las ventanillas del auto equivale a llenar el interior de moscas. Como si fuera poco, algunos días el tránsito incesante de mujeres y chicos revolviendo basura le dan un panorama realmente desolador al entorno.

Tal como ha pasado con otras áreas, Junín retrocedió ocho años en materia de desarrollo e infraestructura

Cómo llegamos a semejante situación es otra de las preguntas que debemos hacernos frente a lo que representa un gobierno que, además, de insensible, miente descaradamente para tapar su ineficiente labor a través de gacetillas acarameladas que sólo resaltan labores de poca monta dándole un sentido épico.

HISTORIA MATA RELATO

En junio de 2018, Petrecca se sacó la ineludible foto junto al director ejecutivo del Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible (OPDS) de la provincia, Rodrigo Aybar, presentando “un verdadero Relleno Sanitario, poniendo fin, de esta manera, a unos de los problemas de contaminación más preocupante que tenía nuestra ciudad”.

El jefe comunal afirmaba que “ver esta obra nos llena de orgullo. Observar cómo se ha transformado este lugar, 25 hectáreas que estaban abandonadas y libradas a la buena de dios, dónde no había control, donde había chicos viviendo en la basura, un espacio que generaba un impacto ambiental y sanitario muy negativo gracias a un Estado municipal que durante años estuvo ausente".

Afecto a toparse con aquel refrán de que “el pez por la boca muere”, tal vez nunca imaginó el jefe comunal que tras gastar millones del presupuesto que aportan los vecinos, siete años después seguiríamos “a la buena de Dios”.

Las promesas no acabarían al afirmar que “el desafío ahora es seguir trabajando para tener la planta de reciclado y avanzar con nuestro plan integral de gestión de los residuos sólidos urbanos”.

El personalismo de la labor de Petrecca terminó una vez más arrinconándolo en una situación que ya es irreversible

Llegaría el acuerdo millonario del municipio con la empresa EVA S.A. acusada de haber hecho fuertes aportes a la campaña del PRO en 2015 y ser la que luego quedaría a cargo del tratamiento de los residuos en nuestro medio.

Sin embargo, nada de eso pasó. El tratamiento brilla por su ausencia y aquel inmenso gasto no tuvo continuidad en cuanto a mejoras y reinversión.

Por eso, en 2022, en el intento de revivir la llama del “cuidado del medio ambiente”, volvieron las fotos municipales con el intendente en el devaluado relleno sanitario, inaugurando otro sector, el cual hoy está convertido en un “monte de basura” olorosa y abundante en moscas.

En su discurso de hace sólo tres años Petrecca manifestaba: “esta transformación permanente no para y tiene que ver con un plan de trabajo que comenzamos hace un tiempo atrás, el cual diseñamos y soñamos antes del 2015 y que después de ese año comenzamos a ejecutar. Hace siete años atrás este era un lugar de abandono, desidia y descontrol, un foco infeccioso con niños revolviendo la basura; hace cuatro años transformamos lo que era el basural más grande de la provincia de Buenos Aires en un Relleno Sanitario”.

Eran tiempos en los cuales Perla Casella era secretaria de Medio Ambiente del municipio. Hoy la única especialista en el tema que tiene el Ejecutivo está a cargo de los talleres municipales demostrando el descontrol operativo que tiene la municipalidad tratando de tapar agujeros en cada uno de los muchos lugares donde “hace agua” la gestión.

Así como hablar de valores no nos hace mejores personas, hablar de ecología no nos solucionará los problemas ambientales Se gastaron unos 200.000 dólares para una ampliación que por lo que puede observarse no sirvió de mucho

Lo sorprendente de todo esto fue que se gastaron unos 200.000 dólares ($ 40 millones de pesos en 2022) para esta ampliación que por lo que puede observarse no sirvió de mucho. Recordemos que además de las tasas varias los juninenses pagan una tasa ambiental que, supuestamente, se usaría para este tipo de fracasados menesteres.

“De los 168 mil metros cúbicos de capacidad que tenía este lugar en su momento, ya nos gastamos 156 mil, por lo tanto, era fundamental que se avance con esta obra de ampliación”, dijo la funcionaria y detalló acerca de esta obra: “Son 7000 metros cuadrados que nos permiten una capacidad de 103 mil metros cúbicos más de residuos, lo que nos dará una mayor vida útil para el mismo, pero eso también depende de nosotros y de las acciones que tomemos cada uno en nuestras casas para reducir la cantidad de residuo orgánico”, decía Casella hace solamente tres años atrás.

Y como siempre, el alcalde se encargó de comprometer a los vecinos al decir que “este proceso de transformación nos convoca a todos, precisa de todas las instituciones y el compromiso de cada vecino con la separación de residuos domiciliarios”, sin embargo el Ejecutivo no puso en marcha las campañas respectivas, teniendo por caso a especialistas en la Unnoba en materia de gestión ambiental quienes podrían haber aportado una mirada profesional en ese sentido.

El personalismo de su labor terminó una vez más arrinconándolo en una situación que ya es irreversible y habrá que seguir invirtiendo más y más para seguir en el mismo punto, por no contar con un proyecto definido.

Claro que Petrecca nunca deja de “vender humo” y por eso afirmaba que “del año pasado (2021) a este duplicamos la cantidad de residuos reciclables que llegan al relleno, lo que significa que las acciones de concientización están dando sus frutos; cada vez más vecinos separan los residuos y se animan también al compostaje”. Consolidando de esta manera otra falacia que contrasta con las montañas de basura que observamos actualmente en el lugar y que no sería raro que termine culpando a los vecinos de su propia impericia e irresponsabilidad como gobernante.

NO SIRVE BARRER DEBAJO DE LA ALFOMBRA

Los residuos son percibidos como uno de los principales problemas ambientales que tiene el país y, de su mano, la puesta en práctica de acciones tendientes a su reducción y reciclado encarna otro de los grandes retos.

Pese a los esfuerzos realizados, la Argentina sigue sin encontrar una solución definitiva. La palabra con la que varios de los entrevistados evalúan a las logísticas de recolección y los tratamientos de residuos actuales es “deficiente” y por más brillo que le quiera poner Petrecca al relleno local, no deja de ser un “basural a cielo abierto”.

Y así como hablar de valores no nos hace mejores personas, hablar de ecología no nos solucionará los problemas ambientales. Para eso hacen falta acciones varias que incluyan programas y proyectos concretos, campañas de concientización en escuelas y casa por casa, hay prácticamente un par de generaciones a las cuales no les importa nada de la salud del planeta y hoy son los jóvenes y adolescentes los que más conocen del tema y por cierto los principales afectados porque el mundo que les dejaremos está –literalmente- lleno de basura.

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