sábado 24 de mayo de 2025

LINCOLN | 20 may. 2025

INDUSTRIA LÁCTEA EN CRISIS

La planta que elabora yogures Sancor paraliza su producción en Arenaza

La empresa que produce las marcas Yogs y Shimy anunció la suspensión total de su producción por un plazo inicial de 30 días, lo que deja en una situación de incertidumbre a unos 250 empleados distribuidos en sus dos plantas, una en Arenaza, y la otra, en Monte Cristo.


Alimentos Refrigerados S.A. (ARSA), responsable de marcas tradicionales como Yogs y Shimy, anunció la paralización de su producción durante 30 días en sus plantas de Arenaza (Buenos Aires) y Monte Cristo (Córdoba). La medida deja en una situación crítica a 240 empleados, en un contexto donde las tensiones económicas y laborales se vuelven insostenibles.

La decisión se produce en un escenario de crecimiento económico general, pero con focos de crisis en empresas endeudadas como ARSA, fuertemente atada al destino de Vicentin. La agroexportadora, principal accionista de la láctea, atraviesa desde hace años un concurso preventivo y múltiples causas judiciales que impiden cualquier tipo de financiamiento y maniobra operativa para la láctea. La falta de definiciones sobre la deuda y la parálisis administrativa repercuten directamente en la continuidad de la producción.

A esto se suman embargos judiciales, cortes de servicios y una caída drástica en la operatividad, que en los últimos meses no superó el 30%. El freno total por un mes no solo busca evitar mayores pérdidas, sino también generar un espacio para reconfigurar internamente las finanzas de la compañía. Pero no será fácil: la firma tiene restricciones de caja, salarios atrasados y proveedores sin cobrar.

El gremio ATILRA se sumó a los reclamos judiciales  por una deuda en aportes y salarios que superan los 80 millones de pesos. Desde 2024, el sindicato ha rechazado todos los intentos de flexibilización laboral presentados por la empresa, incluidos esquemas de reducción de jornada o pago parcial de haberes. La judicialización del conflicto ha inmovilizado las cuentas de la compañía, impidiendo incluso el pago de servicios básicos como la electricidad.

En este momento, los salarios se abonan en cuotas semanales y con descuentos, mientras solo una porción del personal asiste a las plantas bajo un régimen de turnos rotativos. Aseguran que el parate de 30 días puede ser la última oportunidad para repensar la estructura operativa.

ARSA llegó a tener más de 500 empleados en sus tiempos de bonanza. Hoy, sus productos siguen en góndolas, pero detrás de cada yogur hay una industria en emergencia.

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