Hace tan sólo tres meses las edulcoradas gacetillas municipales tuvieron un brote espasmódico de buenas noticias y a través de las maquilladas fotos expresaron que había llegado la solución para las colectoras de la ruta nacional 7.

El propio intendente Pablo Petrecca expresaba: "Al fin hemos tenido respuesta a un pedido que veníamos haciendo desde hace mucho tiempo y que tenía que ver con la reparación de las colectoras de Ruta Nacional 7. Todos los que transitamos por ellas, especialmente el sector productivo y comercial, sabíamos que desde hace más de un año estaban totalmente detonadas, con pozos que parecían cráteres, lo que las hacía imposible transitar".

Obviamente que no faltaron las fotos mostrando a los precoces ingenieros planos en mano, dando cuenta de los beneficios que se disfrutarían en breve tiempo.

Es más, el renunciado secretario de Obras Públicas de aquel entonces, Franco Castellazzi, prometía un “reasfaltado” de estas calles, sin saber al parecer que nunca fueron asfaltadas.

Estos trabajos abarcarían alrededor de 20 kilómetros, 10 de la mano ascendente y 10 de la descendente y las referencias són, desde el parador La Carpa hasta la altura de la Escuela N°35" y estaría listos “en dos meses” (vastamente cumplidos).

Como no podía ser de otra manera, el alcalde se autoproclamaba gestor de la llegada de las obras indicando que "finalmente tuvimos respuestas, se tardó más de lo que esperábamos, pero hoy estamos viendo el inicio y estamos contentos”.

Y pensando en las elecciones próximas, Petrecca brindaba caricias a quienes “manejan la lapicera” de las listas de candidatos, por eso agradecía “al Gobierno de Javier Milei y especialmente al Diputado Nacional Diego Santilli, que nos ha ayudado mucho en las gestiones para que esto sea hoy una realidad".

Sin embargo y como ocurre con los relatos petrequistas, todo quedó en anuncios y fotos de las máquinas de quien tiene a cargo el mantenimiento de corredores viales en la zona.

Una recorrida realizada estos días por SEMANARIO da cuenta de los mismos baches y pozos que había antes del anuncio, que terminaron agravándose por las últimas lluvias.

Otra “venta de humo” de la gestión municipal que sigue sin dar solución a los problemas vecinales y del sector productivo de nuestro distrito.