

El rotundo triunfo de Hugo Cieri en el barrio “La Celeste”, contra el aparato municipal encabezado por el presidente de la federación fomentista y suegro de Juan Fiorini, Julio Miguenz y el presidente de la UCR, Leandro Salvucci; puso en foco el manejo político partidario que atraviesa a las asociaciones barriales y que recién ahora, después del escándalo en las elecciones pasadas quedó al desnudo.
Vale recordar que el empresario de la construcción, dueño del corralón de avenida de la Sota, se consagró nuevo titular de presidente de la Sociedad de Fomento barrial, tras haber logrado una rotunda victoria de 172 votos contra 89 frente a la lista que llevó como titular a Ariel Tejedor.
Desde hace 12 años y haber perdido la personería jurídica de la sociedad, Miguenz y Salvucci sostenían las irregularidades de Tejedor a quien apoyaron hasta el final, aunque fue desplazado por el voto vecinal, dejando la sede en medio de la mugre y el abandono.
Ahora, la nueva comisión, será recibida por el intendente Pablo Petrecca, quien ya dispuso que un equipo de tareas fuera a reparar algunas calles del barrio, mostrando su evidente preocupación ante la visibilización de la desidia en materia de servicios que se abate sobre todo Junín.
Otro que puso las “barbas en remojo” fue Miguenz quien planea con Salvucci retomar las reuniones con fomentistas y funcionarios, después de largos años de ninguneo.
Del mismo modo, quedó en evidencia que, de las 53 sociedades de fomento, hay 35 que tienen mandato vencido, lo cual “recién ahora” y tras quedar en evidencia intentarían “normalizar”.
Esto demuestra a las claras el manejo del petrequismo que, merced a poder mantener “silenciados” a los barrios, ha venido apelando a las malas artes de la política con el objetivo de no tener protestas ruidosas que dejen al descubierto el verdadero estado de desatención en que se encuentran.