Roberto Costa fue uno de los primeros en pegar el salto del amarillo al violeta. Ágil en estas lides, el dirigente de Escobar llegó desde el radicalismo a Cambiemos y de ahí desanduvo un largo camino en las lides macristas, destacándose como presidente del bloque de senadores bonaerenses.

Sin embargo, desde el ‘85 que se consolidó en la UCR como presidente de la juventud radical, nunca dejó las lides políticas ocupando distintos escenarios legislativos a nivel provincial y nacional.

Su currículum despeja dudas. Abogado para conocer de leyes, psicólogo social para manejar las masas y martillero como para saber negociar.

Hoy su lugar está en la “rosca política”, lugar al que llega por gravedad y porque se siente como pez en el agua.

Los conoce a todos y en algunos casos, sabe más de un adversario, que el mismo adversario de su propio compañero.

Asume que la elección del 7 de septiembre en la provincia es difícil porque hay que derribar el bastión kirchnerista del conurbano, pero también asegura que no tiene vuelta atrás la negociación con los amarillos.

Por eso confía en que finalmente saldrá el humo blanco tras los encuentros entre el PRO y LLA. “Los conozco a todos. A Cristian (Ritondo), al Colo (Diego Santilli) y a Sebastián (Pareja)”.

La experiencia de años le suma créditos a este rol de “Celestino”, sembrando paz entre las diferencias, que al fin y al cabo terminan siendo sólo de formas.

Asegura que “cada uno de nosotros tenemos un valor importante en el armado de las listas”, pero recalca que “como equipo hay muchas coincidencias que debemos aprovechar, porque es una elección crucial en la que podemos conseguir 15 diputados nacionales en octubre”.

Dice que “hay que trabajar mucho para ganar ahora” y está “muy confiado” para que no les pase como en 2023, “que perdimos la gobernación por no haber advertido después de las PASO que podíamos ir con un solo gobernador, aunque compitiéramos con dos candidatos a presidente”.

Tras la reaparición de Cristina Fernández en la competencia, no deja dudas respecto a que “el que la enfrente será el presidente Javier Milei” y si bien pareciera que el kirchnerismo irá dividido, cree que finalmente “volverán a juntarse. No creo que pase como en el ’85 cuando la disputa fue entre Antonio Cafiero y Herminio Iglesias y el que ganó (Cafiero) se quedó con el peronismo”.

Por eso reiteró que “debemos ser puntillosos en el armado provincial. Buenos Aires es muy grande son ocho secciones electorales y 135 distritos en los que debemos poner la lupa para hacer la mejor elección”, concluyó.