

Por: Redacción Semanario de Junín
Al intendente Pablo Petrecca le cuesta cada vez más sonreír para las fotos, como si de la política también tuviera karma, últimamente nada le sale bien al jefe comunal ya sea en el lugar que sea. Muchos de sus socios políticos nacionales ya no le atienden el teléfono o lo ponen a la espera de promesas que nunca llegan.
Por otra parte, las encuestas lanzadas a las redes sociales por parte del petrequismo tuvieron un resultado no esperado. Una nueva desazón se produjo ante la poco carismática figura del “Gran Cuñado” que no levanta cabeza, pero la que viene apurando es la secretaria Agustina de Miguel, que alguna vez fuera silenciada por el círculo rojo petrequista por sus “ambiciones políticas”.
La abogada es la que mejor mide dentro del espectro amarillo, pero hasta ahora no se tomaron decisiones al respecto.
A nivel municipal los empleados rasos están al borde del estallido por los míseros sueldos y los funcionarios empiezan a bajar los brazos por la falta de apoyo del mariscal que a veces se queda mirando el horizonte como a la espera de que vuelvan con su esplendor los globos amarillos porque los que manejan los violetas no le dan cabida. Los cargos vacantes de quienes se fueron sin pena ni gloria no se completan y hay algunos con sobrecarga laboral (mientras otros hacen la plancha).
El anuncio del Ejecutivo fue más de lo mismo. Sólo un anuncio y nada más. No hay planificación, ni evaluación
Por todo ello y en medio de todo el caos que está viviendo, Petrecca sacó a relucir otro conejo de la galera y anunció un “fondo de 500 millones de pesos para obras hídricas en los barrios”.
Lo hizo en el marco de una reunión donde autoridades de diferentes áreas municipales recibieron a un grupo de fomentistas.
En verdad, la reunión con los representantes barriales, ocurrió luego del lío que se armó en el Barrio “La Celeste”, cuando el empresario Hugo Cieri, le ganó la elección fomentista al “bendecido” por Petrecca, Ariel Tejedor; quien contó con el apoyo incondicional de Julio Miguenz, presidente de la federación y suegro de Juan Fiorini, cuñado del alcalde; y el presidente de la UCR Junín y también empleado del jefe comunal, Leandro Salvucci.
El anuncio del Ejecutivo fue más de lo mismo. Sólo un anuncio y nada más. No hay planificación, ni evaluación.
Las calles están detonadas, sean de lugares asfaltados como de tierra o en los pueblos, tal como muestran las imágenes.
En la gacetilla municipal se indicó que “esta primera etapa abarca alrededor de 20 obras, de las cuales algunas ya están en ejecución y, según se indicó en la reunión, se continuará trabajando junto a las sociedades de fomento para determinar la necesidad de nuevas intervenciones en otros sectores. Villa del Parque, José Hernández, La Rufinita, Los Nogales, Cerrito Colorado, Almirante Brown, Bicentenario, Gregorio González, San Ignacio, Ricardo Rojas son algunos de los barrios donde intervendrá la Municipalidad de Junín”.
Luego el mago se quitó el sombrero y guardó la varita. No hubo detalles respecto a cuales son las 20 cuadras, como será discriminado el monto de los 500 millones y cuales son las “algunas obras en ejecución”. Tampoco se indicó respecto a cuáles serán los plazos, cuando será la próxima reunión y… tras otro pase mágico desaparecieron, para repetir el audio como una letanía hasta la próxima campaña electoral.
Sin dudas que serían necesarias las obras hídricas con una buena planificación, pero también era necesario realizar un mantenimiento durante la seca para que cuando volvieran las lluvias no ocurriera lo que pasó con los anegamientos.
Se destaca que esta gestión municipal está a punto de cumplir su décimo año de gobierno, motivo por el cual ya no puede seguir haciendo caso omiso a los reclamos vecinales echando culpas a otros.
Por eso al problema hídrico debieran agregarle al mantenimiento de las calles de los barrios, ya que no reciben mejoras hace largos años y los pozos nivel cráteres que se observan no son producto de las lluvias sino de la inacción de un gobierno que a pesar de tener algunas de las tasas más altas de la provincia, no cumple con la prestación desde hace mucho tiempo.
Las calles están detonadas, sean de lugares asfaltados como de tierra o en los pueblos, tal como muestran las imágenes
UN DESMADRE
Osvaldo Giapor supo sostenerle los trapos a Petrecca durante varios años hasta que lo empezaron a parar por la calle para hacerle reclamos y el hombre se cansó por las acusaciones de complicidad con la gestión municipal y de haber conseguido algunas supuestas prebendas.
Después de algunas escaramuzas variadas, la lucha por la manipulación de fomentistas terminó en manos de Miguenz.
Confiados en que seguirían manejando al Barrio La Celeste, Miguenz y Salvucci, se quedaron tranquilos hasta que vieron el desborde de votantes que se acercaron al lugar para cortar al ras con la desidia de 12 años de tener una misma comisión.
Para apaciguar el escándalo que se veía venir, le prometieron una reunión a Cieri con el intendente, mientras quedó en evidencia que, de las 53 sociedades de fomento que hay en Junín, 35 de ellas tienen su mandato vencido, y justamente sus presidentes de facto, podrían ser normalizados.
Por eso al problema hídrico debieran agregarle al mantenimiento de las calles de los barrios, ya que no reciben mejoras hace largos años y los pozos nivel cráteres que se observan no son producto de las lluvias sino de la inacción de un gobierno que a pesar de tener algunas de las tasas más altas de la provincia, no cumple con la prestación desde hace mucho tiempo.