

Los salarios perdieron impulso en los últimos meses y a pesar de la desaceleración de la inflación, el poder de compra disminuyó en el último trimestre medido por la Secretaría de Empleo y todavía está en el mismo nivel que registraba en el momento del cambio de gobierno a fines de 2023.
Así lo reflejó el último informe oficial, correspondiente a la cartera laboral. En abril el salario medio real del empleo asalariado registrado en el sector privado presentó una reducción del 1,6% respecto de marzo, según el dato provisorio difundido por la Secretaría de Empleo. Esta variación se dio “sin estacionalidad” y se traduce en “tres meses consecutivos de caída del salario medio real”, reconoció.
A pesar del retroceso mensual, el informe destacó que “el salario medio real del sector privado registrado en abril de 2025 tuvo un crecimiento del 7,9% respecto de abril de 2024”. Además, el nivel observado se mantuvo “prácticamente en el mismo nivel que en noviembre de 2023”, lo que permite identificar tres etapas distintas en la evolución reciente de los ingresos.
De acuerdo con la serie publicada, “la evolución del salario medio real desde noviembre de 2023 muestra tres fases claramente diferenciadas”. En la primera, se indicó “una caída pronunciada del 10,7% en diciembre de 2023”. Luego, en la segunda, “se produjo una recuperación sostenida del salario real”, que alcanzó su punto máximo en enero pasado, con un índice de 104,2 (base 100 en noviembre de 2023). Finalmente, en la tercera fase, “se verifica una corrección descendente que llevó el valor del salario real a 99,7 en abril de 2025”.
El Estado mide los salarios con otras dos métricas, con alcances y profundidad dispar.
Uno de esos datos es el que se conoce como el Ripte (Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables) que también es medido por la cartera laboral y que en su último número dio en abril un incremento de 2,9% mensual, muy similar al IPC de ese mes que fue 2,8 por ciento.
De todas formas, se trata de un indicador limitado. “Ripte no puede ser considerada como un indicador de la evolución de los salarios. Es un indicador previsional que no necesariamente refleja el comportamiento de los salarios correspondientes al empleo asalariado registrado", aclara la propia Secretaría de Empleo. Algunas mediciones privadas e incluso desde el propio Gobierno suele ser utilizado como un indicador relevante, en especial cuando las cifras son positivas en comparación con la inflación.
Un tercer índice es el que elabora el Indice de Salarios del Indec, que incluya una desagregación entre asalariados privados, públicos e informales. El ultimo dato publicado es de marzo y fue de 3%, por debajo del IPC de ese mes que había sido de 3,7 por ciento.
Los salarios privados son los que más perdieron ese mes al avanzar 2,2%, mientras que los públicos lo hicieron un poco menos, ya que crecieron 3,3 por ciento. Los informales subieron 5,1%, aunque por cuestiones de metodología, se considera que hay un rezago de unos 5 meses, por lo que no puede ser considerado un dato correspondiente a marzo.