

La ola polar que atravesó el país durante los primeros días de julio dejó cifras que ya pasaron a la historia. Entre el lunes 1 y el miércoles 3, el 90 % del territorio argentino quedó bajo algún tipo de alerta por temperaturas extremas, según el Sistema de Alerta Temprana del Servicio Meteorológico Nacional (SMN). La situación fue tan extraordinaria que la Argentina llegó a ubicarse entre los lugares más fríos del planeta, en contraste total con la ola de calor que al mismo tiempo afecta a buena parte de Europa.
El fenómeno no solo dejó postales de nieve en zonas poco habituales, sino que también rompió récords de temperaturas mínimas y máximas más bajas en varias ciudades. La intensidad del frío fue tal que incluso en plena tarde, muchas localidades del país no lograron superar los 5 °C. En la provincia de Buenos Aires, en particular, las marcas térmicas fueron tan extremas que el SMN confirmó nuevos récords históricos.
La provincia de Buenos Aires fue una de las más afectadas por la ola polar, con temperaturas mínimas y máximas inusualmente bajas. El Servicio Meteorológico Nacional confirmó nuevos récords de temperatura máxima más baja del mes.
De acuerdo al Sistema de Alerta Temprana (SAT) del SMN, en la provincia de Buenos Aires, los municipios de 25 de Mayo, Chivilcoy, Alberti, Bragado, 9 de Julio y General Viamonte, fueron puestas en alerta roja, que implica un “efecto alto a extremo en la salud”.
En esas localidades, las temperaturas máximas —registradas durante la tarde— se mantuvieron entre los 4 y 7 grados, muy por debajo de lo habitual para esta época del año. En Junín, la temperatura alcanzó los -8 °C, mientras que a las 9.30 el registro térmico daba cuenta de -4,7 °C.
En La Plata, además del récord de máxima más baja, la ciudad tuvo jornadas de heladas intensas y persistentes. En Mar del Plata, si bien no se rompió un récord absoluto, el frío fue extraordinario: -6,3 °C de mínima y una sensación térmica de -9,7 °C.
En la Costa Atlántica, la nieve sorprendió primero en Miramar, donde el fenómeno comenzó varias horas antes que en Mar del Plata y se extendió hasta el día siguiente. Por eso, las calles y la playa amanecieron completamente cubiertas, en una escena inusual que no se repetía desde hacía 21 años.
Según el pronóstico del SMN, lo más intenso de la ola polar ya pasó, pero el frío persistirá. A partir del jueves, el viento norte irá ganando terreno y hará que las temperaturas regresen a valores más normales para la época. Aun así, julio arrancó con una de las olas polares más crudas de los últimos inviernos.
Hacia el fin de semana se espera un aumento de nubosidad en la región pampeana y parte de la Patagonia, pero no se prevén precipitaciones importantes, salvo en sectores cordilleranos. Recién el domingo podría registrarse algo de inestabilidad en La Pampa, Córdoba y el oeste de Buenos Aires, aunque por ahora las probabilidades de lluvia siguen siendo bajas.