

El Mundial de Clubes vivió un momento cargado de emoción en el inicio de los cuartos de final, en lo que fue el primer minuto de silencio de la competencia, antes del duelo entre Al Hilal y Fluminense en homenaje a Diogo Jota y su hermano André Silva, fallecidos trágicamente en un accidente de tránsito en Zamora.
La conmoción fue evidente, especialmente en Joao Cancelo y Rubén Neves, quienes compartieron recientemente vestuario con Jota en la Selección de Portugal y acababan de consagrarse campeones de la UEFA Nations League junto a él.
Cancelo, con la cabeza gacha y los ojos vidriosos, mostró su dolor en un gesto que reflejaba la dureza del momento. A su lado, Neves permaneció inmóvil, con los brazos cruzados y el rostro tenso, sin poder disimular su angustia.
La FIFA, en un gesto de respeto y solidaridad, había anunciado el mismo jueves que se realizaría un minuto de silencio en todos los partidos de cuartos de final del torneo, como homenaje a la memoria de Diogo y André.