

Carrefour dice que “busca un comprador”. Georgalos habla de “reorganizar la cartera con nuevos inversores”. HSBC, Petronas, Exxon, Procter & Gamble, ENAP, Nutrien, Paramount… todos, en mayor o menor medida, se están yendo o están en vías de hacerlo.
La cadena que en los 90 hacía temblar las cajas registradoras en Quilmes —llegando a ser la sucursal que más vendía en el mundo— hoy le entrega el mandato de venta al Deutsche Bank para que evalúe potenciales compradores del negocio. Carrefour se suma al listado que empezó a armar sus valijas.
La economía libertaria no perdona a nadie. Chicos, medianos y grandes evalúan distintos modelos de supervivencia. Mientras que los más chicos bajan sus persianas cada día y no hacen ruido, también las empresas internacionales evalúan irse, vender, o buscar “socios estratégicos” que les salve el negocio.
Es la Argentina de Milei, donde el “déficit cero” es la prioridad, la motosierra corta sin piedad lo que sea, arrastrando empleo, salarios y consumo. Y detrás de ellos, negocios y empresas.
De Georgalos a Carrefour, el mismo libreto
Hace unos meses Georgalos, la histórica fabricante del Mantecol, decía que necesitaba “reorganizar su cartera” con “nuevos inversores”. Hoy la policía ya le pegó a manifestantes y trabajadores porque empezó a despedir.
Carrefour está siguiendo el mismo libreto. Infobae cuenta con lujo de detalles cómo los franceses le dieron mandato al Deutsche Bank para que tase la filial argentina y empiece a buscar candidatos. Hablan de una venta total o parcial. Incluso, se baraja la posibilidad de quedarse con un socio local. Y si bien aclaran que “no corren peligro las fuentes de trabajo”, la sola idea de que una cadena que emplea a 17.000 personas, con más de 680 locales, necesite encontrar comprador, es el síntoma de algo mucho más grave.
Porque la firma francesa que llegó a la Argentina en 1982 es una de las mayores cadenas de retail del mundo. Y su negocio acá, durante décadas, fue un éxito rotundo. ¿Por qué entonces ahora, de golpe, “no forma parte de sus mercados estratégicos”?
La respuesta, más allá de los eufemismos no admite dudas: El ajuste se está llevando puesto el consumo. Y si no hay consumo, ni Carrefour sobrevive.