

Por: Redacción Semanario de Junín
EDITORIAL PUBLICADO EN LA EDICIÓN IMPRESA Y EDICIÓN DIGITAL Nº 470 DE SEMANARIO DE JUNÍN. SEMANA DEL 12 AL 18 DE JULIO DE 2025
El intendente Pablo Petrecca quedó encerrado en su propio laberinto de la política y lo peor del cuento es que encerró a todos los juninenses por querer mantener una mínima cuota de poder que lo salvara del bochorno.
Ávido de echar culpas ajenas, ahora se trata de su exclusiva responsabilidad, demostrando que no sabe gestionar una ciudad, mientras que su egolatría tampoco le ha permitido sostener alianzas políticas que favorezcan al distrito, cada vez más devaluado social y económicamente hablando.
Queda claro que en 10 años de gobierno se ocupó únicamente de sus pretensiones personales dejando de lado las necesidades de quienes lo eligieron para mejorar la calidad de vida de los habitantes.
Sus “aspiraciones” las fue cumpliendo a poco de llegar al poder. En algo más de un año pudo mudarse a una mansión en uno de los barrios más coquetos de la ciudad, estar al volante de autos de alta gama e ir de vacaciones a lugares paradisíacos del mundo. Incluso los rumores malintencionados le otorgan una cantidad de bienes que superan con creces los relatos conocidos.
Con la intención de aliarse con el ganador y hastiado de Junín, en 2023 creyó que era el tiempo de Horacio Rodríguez Larreta y su posibilidad de escapar hacia los aires porteños. Los Macri lo miraron desencajados y Patricia Bullrich lo anotó en “la lista negra”.
Con el por entonces jefe de gobierno porteño fuera de juego y convertido en un paria, Petrecca jugó para Javier Milei en el balotaje, diciendo públicamente que en Junín le daría los fiscales para la elección, luego de haberlo criticado abiertamente.
Tras no conseguir tajada del gobierno nacional y luego de que lo ningunearan cuando fue a pedir ayuda para terminar el paso bajo nivel que él mismo boicoteó, volvió al seno del PRO, pero ya en condición de descastado.
Intentó en Junín meter por la ventana de “La Libertad Avanza” a alguno de sus variopintos dirigentes mercenarios, pero siempre tuvo la férrea defensa de los libertarios provinciales.
Al fin y al cabo, el que mejor lo trató fue Axel Kicillof, que desde el 2019 le habilitó la chequera en forma generosa para emprender obras de las que luego terminaría arrogándose como municipales.
Petrecca quedó fuera de juego en la política nacional y eso lo llevará a perder peso también a nivel provincial y desde luego local.
Sin alternativas para obtener un cargo de legislador, lo cual era su pretensión, deberemos padecer por otros dos años a un alcalde pusilánime en un lugar incómodo.
El “pato” lo pagarán los vecinos de Junín y el panorama no parece alentador en medio de una ciudad partida en dos, con malos servicios y sin proyectos; con un administrador que por sus apetencias personales ya no encaja en ningún lugar de la política.
No es tiempo de hacer leña del árbol caído, sino de buscar liderazgos positivos y para eso se podrá elegir el 7 de septiembre a nuevos concejales y senadores provinciales. Las responsabilidades, es sabido, también son de las comunidades.