sábado 19 de julio de 2025

LOCALES | 18 jul. 2025

NOTA DE TAPA

Talleres Ferroviarios Junín: El trencito de los negocios

Trabajadores del taller ferroviario de Junín alertaron acerca de la posibilidad de despidos y cierre, pero el espacio y la situación terminan resultando un símbolo de las apetencias personales de la dirigencia de nuestra ciudad, encabezadas por Valeria Arata y Pablo Petrecca.


Por: Redacción Semanario de Junín

NOTA DE TAPA PUBLICADA EN LA EDICIÓN IMPRESA Y EDICIÓN DIGITAL Nº 470 DE SEMANARIO DE JUNÍN. SEMANA DEL 12 AL 18 DE JULIO DE 2025

La agrupación “Bases Ferroviarias” emitió hace unos días un comunicado en el cual advirtió que el Taller Ferroviario de Junín “Ministro Mario Meoni” enfrenta actualmente “un panorama de inseguridad debido a la posibilidad de despidos entre su personal”.

El dato no resulta una novedad por diversos motivos que trataremos de explicar, ya que SEMANARIO ha informado en forma permanente respecto a este espacio vilipendiado, que sin embargo debiera haberse convertido en un polo de desarrollo de la industria local y, sin embargo, las apetencias personales lo transformaron en el centro de diferentes proyectos que sólo perseguían negociados políticos.

El inmenso predio resulta un lugar icónico que recuerda otras épocas en las que Junín pudo desarrollarse y convertirse en el distrito cabecera de la región.

La llegada del gobierno de Carlos Menem en los ’90 le puso el último clavo al cajón y sólo la audacia y perseverancia del grupo de empleados que formó la cooperativa de trabajo, lo mantuvo abierto y a resguardo de la rapiña.

Fueron muchos años de aguante en soledad, y la llegada de Petrecca a la intendencia en 2015 encendió las alarmas debido que el actual alcalde intentó por todas las formas llevar a cabo proyectos inmobiliarios aprovechando las bondades y ubicación de esos terrenos y sus contactos con empresarios privados afines al desarrollo de oficinas y viviendas.

El jefe comunal que en 10 años no pudo lograr que en Junín se entregara ni una vivienda social construida por el Estado, estuvo al acecho en forma constante para conseguir tierras ferroviarias que eran preciadas por relaciones amicales del mismo tenor, que las que se repartieron (y reparten) el botín en CABA, con los gobiernos macristas.

Pedro Rodríguez, ex titular de la Cooperativa de Trabajo Talleres Junín (COOTTAJ).

Petrecca casi lo logró con el gobierno de Mauricio, pero cuando tenía el candado en la mano para cerrar definitivamente la cooperativa, apareció Meoni como ministro y pasó a los trabajadores de la COOTAJ a la planta estatal, dejando sin posibilidades inmobiliarias a Petrecca y sus amigos.

Aun existiendo el potencial para generar desarrollos en Junín, es la dirigencia la que a partir de sus intereses personales y políticos, termina por demoler las esperanzas

NUEVOS DUEÑOS, VIEJOS VICIOS

La muerte temprana de Mario Meoni no permite valorar cuál habría sido el destino del taller que pasó a manos del gobierno nacional, pero lo que sí se puede establecer que no fue lo que se esperaba.

El taller quedó en manos del Frente Renovador y se transformó en un feudo político de Valeria Arata, conducido por Javier Gabrielli y Maximiliano Berestein, quienes lejos de promover un desarrollo productivo del lugar, se ocuparon de satisfacer apetencias personales y de algunos partidarios. Siendo legos en la materia no escucharon las voces de los que sabían del tema ni tampoco se preocuparon por establecer articulaciones con privados, conocedores del tallerismo ferroviario con el fin de generar trabajo para sus empleados y sumar mano de obra capacitada para Junín.

Como contrapartida hubo quienes aun en crisis, pero en otras latitudes, supieron aprovechar las circunstancias a partir, precisamente, de interactuar con aquellos actores que conocen del tema.

Si bien los trabajadores locales nucleados en “Bases Ferroviarias” destacaban en su comunicado reciente que “este gobierno, que se muestra cruel e insensato, no duda en atacar a la clase trabajadora sin el más mínimo sentido de consciencia, y contempla un posible recorte de empleados”, también es cierto que hay oportunidades en el mercado que no fueron exploradas.

Tal como lo informara SEMANARIO en enero de este 2025, se rehabilitó el taller ferroviario de Santa Teresa en el sur santafesino a 150 kilómetros de Junín gracias al aporte que realizara la empresa Tecno Rail Services S.A., una industria que allá por 2016 y con otro nombre salvó del cierre a la ex cooperativa ferroviaria de nuestra ciudad.

La foto de hace unos meses entre Petrecca y Arata, es uno más de los disparates a los que la ciudadanía debe asistir como parte de los repartos del juego que lleva a cabo esta “casta”.

Tal como se dice habitualmente, el “dato mata relato” y el por qué las cosas funcionan en otros distritos, pero no lo hacen en el nuestro es parte del interrogante que aparece en forma cotidiana cuando notamos la falta de proyectos concretos y la cantidad de promesas abandonadas.

Claramente que se requiere de un proyecto en común, pero es probable que no haya dirigentes políticos a la altura de concretarlos a favor del distrito.

La foto de hace unos meses entre Petrecca intendente y Arata funcionaria del ministerio de Transporte provincial, promoviendo un subsidio para el balizamiento de la pista del aeródromo, es uno más de los disparates a los que la ciudadanía debe asistir como parte de los repartos del juego que lleva a cabo esta “casta” política que Milei critica (aunque ya se incorporó a ella).

Si bien destacan los trabajadores que en algún momento el taller ferroviario local “había recuperado su centralidad en nuestra ciudad como un lugar de producción y trabajo genuino, además de contribuir a la educación a través de múltiples convenios con la Unnoba, la escuela técnica y los Centros de Formación Profesional”, en verdad nunca hubo un proyecto de trabajo ni un plan rector para tal desarrollo, porque no había conocedores del tema y reinaba el malestar en los empleados del riel.

Es más, una de las cosas que hicieron los sucesores de Meoni fue desechar a los “históricos” de la cooperativa que había aguantado contra viento y marea durante más de tres décadas.

Ello llevó a una situación como la que denunciaron actualmente, donde “dichos convenios han sido abandonados y todas las relaciones con la comunidad en general, fueron canceladas”.

Pedro Rodríguez, quien conducía la COOTAJ, fue consultado por SEMANARIO respecto a lo que hoy se vive en el Taller Meoni y no tuvo pruritos a la hora de decir su verdad respecto a lo arriba mencionado. “Mi pasión fue y es el ferrocarril” -dijo y agregó: “nunca hice otra cosa más que ser ferroviario”.

Rodríguez estuvo 22 años trabajando bajo la órbita del Estado en Ferrocarriles Argentinos y cumplió otros 27 como cooperativista, “tratando de salvar este bendito, pero depredado taller, que tanto le dio a Junín y su crecimiento”.

Sostuvo que “parece que la política vuelve a ser la culpable de su decadencia, si bien la coyuntura es muy complicada perdimos mucho tiempo desde aquel julio de 2021, donde también por una decisión política pasamos a depender nuevamente del Estado”, responsabilizando a la nueva dirección por “no escuchar a los conocedores del mercado, que durante tanto tiempo nos costó conseguir y que de haber sido permeables a los consejos hoy nos habría encontrado con trabajos de distintas empresas”.

Quien fuera líder cooperativista aseguró que “reuniones con representantes del Belgrano Cargas, Ferrosur, MJ Comercial, Ferroexpreso Pampeano y Tren Patagonico fueron en vano ante la incapacidad de los gerentes de nuestro taller”.

Dijo Rodríguez que “hoy quieren salvar su responsabilidad echándole la culpa al momento actual de crisis, pero queda claro que tendríamos un mejor presente laboral ante la diversidad de clientes”.

Expresó además que “creo que el objetivo era sacarse de encima a la COOTTAJ, por eso el desprestigio a cada uno de los integrantes, en especial a mi persona, tratándome como si fuera un mobiliario; desconociendo todo lo realizado en este tiempo, para terminar otra vez en esta situación de falta de trabajos y con ello la incertidumbre en el futuro laboral de los empleados”.

El taller quedó en manos del Frente Renovador y se transformó en un feudo político de Valeria Arata, conducido por Javier Gabrielli y Maximiliano Berestein

UN TIRO EN EL PIE

Si bien con el “diario del lunes” se puede advertir que hubo errores groseros en el manejo del taller ferroviario desde la transformación de la cooperativa tras la intervención de Meoni, no se puede dejar de lado que quienes lo conformaron tanto desde la dirección como los trabajadores terminaron metafóricamente pegándose un tiro en el pie.

La falta de un plan de trabajo y el desconocimiento de los encargados del lugar, llevaron a una falta de compromiso de los trabajadores que, en su mayoría, terminaron votando al gobierno actual en diciembre de 2023, cuando Milei decía que venía a “cerrar el Estado”.

En ese sentido, hoy padecen como ellos mismos lo indican “el desapego por parte del gobierno nacional”, ya que “los obreros del taller llevan más de 18 meses realizando tareas solo para los privados” y que “ahora, es evidente que el plan de ajuste del estado comienza a afectarlos en forma directa. Trabajadoras y trabajadores que pueden realizar todo tipo de reparaciones, para todo el sistema ferroviario, enfrentan el temor y la preocupación ante la posibilidad de despidos”.

En ese marco, apuntan a los dirigentes políticos al señalar “a los que, de una u otra manera, han contribuido a la situación actual. Nos referimos a aquellos que han utilizado el taller y sus trabajadores para fines políticos propios y hoy están desaparecidos, como también a los responsables del gobierno local que muestran interés, pero sólo en los terrenos ferroviarios, y que no dan cuenta que esto sucede en la ciudad que administran”, haciendo hincapié entre signos de admiración que “¡No pueden mirar hacia otro lado ni mostrarse indiferentes ante esta realidad!”.

CONCLUSIONES FINALES

A fines de enero de este año, SEMANARIO entrevistó al ingeniero mecánico Fabrizio Fontana, titular de Tecno Rails Service, empresa que reabrió el taller ferroviario de Santa Teresa en Santa Fe. Fontana, casualmente, se inició realizando tareas para la COOTAJ de Junín, cuando estaba a cargo de Pedro Rodríguez quien, a poco de la llegada del equipo de Valeria Arata, tras el fallecimiento de Meoni, fue despedido del Taller, junto a otros conocedores del tema, que venían desempeñándose desde la década del ’90.

El ingeniero relataba que llegó a Junín “porque vi un potencial enorme en los talleres, tenía y tengo una buena relación con la gente del Nuevo Central Argentino (NCA: la empresa privada que explota la operación de cargas de la línea Bartolomé Mitre) y buscaba un taller para hacerles mantenimiento. Coordinamos con Pedro y arrancamos con la infraestructura y el personal de Junín y las gestiones de Tecno Rail”. Se buscaba en ese entonces que los talleres de la ciudad fueran el segundo en importancia para NCA, siempre a través de la tercerización que hacia Fontana.

“Al poco tiempo apareció el estado nacional con Decahf y seguimos trabajando juntos en lo que fue la puesta en valor del tren itinerante y del Tren Museo. Poco después Decahf considera o tener más tercerizados como éramos nosotros y nos dejaron en ‘pampa y la vía’. Si bien Pedro intentó que siguiéramos en la sociedad, lamentablemente no pudo hacerse”.

Este tipo de ejemplos no hace más que demostrar que aun existiendo el potencial para generar desarrollos en Junín, es la dirigencia la que a partir de sus intereses personales y políticos, termina por demoler las esperanzas.

Arata y sus acompañantes, ávidos por quedarse con el legado de Meoni, no hicieron más que detonarlo debido al personalismo partidario que no deja entrar ideas ni proyectos. El mismo personalismo de Petrecca, quien en sentido contrario está buscando el modo de favorecer a sus amigos y socios políticos del sector privado. Ambos, en conjunto, terminan atentando contra la comunidad que los eligió en los comicios para representarlos, generando la desazón actual en la que la participación en las elecciones es la más baja en la historia de los últimos 40 años de democracia, al mismo tiempo que el distrito de Junín padece la falta de incentivos en materia de nuevos emprendimientos. Un cóctel que no hace más que sumergirnos en una decadencia inusual y lamentable.

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