Intendentes como Diego Valenzuela, Guillermo Montenegro, Julio Zamora, Pablo Petrecca y Maximiliano Suescun están listos para dejar sus municipios y apostar por un nuevo escenario político: la Legislatura bonaerense. Todos encabezarán listas seccionales en las elecciones del 7 de septiembre, y ya tienen designados sus reemplazos para cuando asuman las bancas.

El salto a la Legislatura se da en un contexto donde el protagonismo territorial vuelve a ser clave. Mientras muchos intendentes se presentan en listas para los concejos deliberantes con candidaturas más bien testimoniales, estos cinco apuestan a disputar en serio un lugar en el parlamento provincial. Todos avisaron que asumirán si resultan electos.

Por el lado de La Libertad Avanza, Valenzuela será cabeza de lista en la Primera sección electoral, mientras que Montenegro encabezará la boleta en la Quinta. Desde el frente Somos Buenos Aires, Zamora también liderará por la Primera, al igual que Petrecca y Suescun en sus respectivas secciones.

Con estos movimientos, se activará el artículo 16 de la Ley Orgánica de las Municipalidades, que prevé que ante una renuncia o licencia del intendente para ocupar otro cargo, asuma el primer concejal electo por la misma lista. Sólo una destitución por falta grave y con más de un año de mandato pendiente habilitaría elecciones anticipadas.

En General Pueyrredón, el sucesor de Montenegro será Agustín Neme, actual presidente del bloque Vamos Juntos en el Concejo. En Tres de Febrero, todo indica que será Rodrigo Aybar, exsecretario de Desarrollo Territorial, Hábitat y Vivienda, quien tomó licencia tras encabezar la lista de concejales en 2023.

En Tigre, el relevo de Zamora será Cecilia Ferreira, dirigente de confianza con tres mandatos en el Concejo y buena aceptación dentro del oficialismo local. Por su parte, el reemplazo de Petrecca, quien se despegó de La Libertad Avanza, será Juan Carlos Fiorini, su cuñado y presidente del Concejo de Junín. En Rauch, la sucesión de Suescun recaerá en Gustavo Palazzo, también titular del cuerpo legislativo local.

Más allá de los nombres, el dato político de fondo es que la Legislatura se vuelve un destino atractivo para intendentes que buscan mantener peso político, proyectarse a futuro o ganar resguardo ante la nueva coyuntura. Ninguno de los cinco puede ser reelecto en 2027, y en sus municipios ya empezó la danza de las sillas.