Falleció Alexis Emanuel ‘Chuky’ Farías. El joven ex boxeador, con múltiples problemas con la ley, murió este martes luego de permanecer internado varios días en la unidad de terapia intensiva del Hospital Félix Abraham Piñeiro de Junín, tras accidentarse con su moto.

El siniestro ocurrió el 27 de julio en la ruta provincial 65 alrededor de las 3:30 de la madrugada cuando Farías circulaba con una joven acompañante en su moto Benelli de 300cc e impactó a un Volkswagen Gol. Según se informó, el incidente vial fue por alcance, cuando los dos rodados sufrieron el siniestro y en un primer momento, ninguno de los involucrados corría riesgo de vida.

Los ocupantes del auto –cuatro jóvenes de Baigorrita- resultaron ilesos, pero Farías y la joven que lo acompañaba fueron internados en el nosocomio de Junín. No obstante, por razones que no se informaron, luego de permanecer en el HIGA Junín, su salud se deterioró y falleció.

UN PASADO "PESADO"

Si bien se encontraba en libertad, el pasado de Alexis “Chucky” Farías fue un gran dolor de cabeza para la policía y la justicia de Junín. El juninense del barrio Almirante Brown permaneció preso desde finales de 2011 tras un juicio abreviado por unas 12 causas que pesaban en su contra, algunas de ellas agravadas por el uso de armas de fuego. Fue condenado a finales de 2011 a 3 años y 7 meses de encierro y luego de cumplir más de dos tercios de su condena en la Unidad Penitenciaria Nº 13 de Junín (donde quedó alojado al llegar a la mayoría de edad) recuperó su libertad.

Durante varios años, “Chucky” fue uno de los menores más temidos en las calles de la ciudad.

La impunidad que le daba su edad y las debilidades de las autoridades para tratar su caso, lo volvieron casi el enemigo público número uno en algunos barrios de Junín.

El rey de la fuga

Siendo menor de edad, “Chucky” fue amasando un prontuario por numerosos delitos que fueron subiendo el nivel de violencia hasta convertirlo en un sujeto peligroso. Incluso, en el ambiente que frecuentaba, gozaba de cierto “prestigio” como “un pesado” a quien muchos le temían.

Uno de los episodios más peligrosos (luego de varios problemas con la ley) ocurrió a mediados de junio de 2011, cuando con 16 años de edad sustrajo un auto y tras una cinematográfica persecución con la Policía se estrelló de frente contra otro vehículo a la altura de la rotonda ubicada en la intersección de la Ruta 188 y la calle Alberdi.

Fue apresado y trasladado a un instituto de régimen cerrado de La Plata de donde se fugó tras burlar a los guardias. Sin embargo, dos días después de escaparse su propio padre lo entregó y volvió a quedar alojado en el mismo centro a disposición de la Justicia. Pero su estadía en ese instituto duró poco más de un mes, ya que el menor volvió a evadirse el 11 de julio de ese año y regresó a Junín, generando indignación entre los damnificados del robo del auto que terminó destruyendo en un choque contra otro rodado.

En 2012 el adolescente fue detenido otra vez, aunque ni siquiera llegó a ser trasladado porque logró escapar del vehículo que lo transportaba hacia La Plata en avenida Benito de Miguel, cerca del cruce con la Ruta Nacional Nº 7, donde pidió ir al baño y misteriosamente desapareció.

Tras el escape durante su traslado, “Chucky” pasó unos tres meses en libertad hasta que en un operativo policial cayó preso nuevamente.

La juez Marisa Muñoz Saggesse ordenó la prisión preventiva del menor, imputándole delitos de “robo calificado por el uso de armas, robo agravado por el uso de armas y abuso de armas”. En su medida, la magistrada dispuso, además, que fuera alojado en el Centro Cerrado “Leopoldo Lugones” de la ciudad de Azul. Por motivos que se desconocen, “Chucky” fue trasladado a la alcaidía de Lomas de Zamora de donde también escapó.

El 26 de septiembre de este año, mientras se sospechaba que el menor había regresado a Junín y se ocultaba en una vivienda del barrio Almirante Brown, la Policía fue a buscarlo, pero se encontró con la resistencia de su familia y allegados, con los que se generó un violento enfrentamiento que provocó diversos daños en patrulleros.

Una semana después, el menor quedó detenido por última vez.

Los últimos recuerdos de Chuky también estuvieron ligados a hechos de violencia, especialmente al club Sarmiento, donde Los Farías, buscaban hacerse de un lugar en la hinchada del Verde de Junín.

Chuky fue uno de los que participó de varios encontronazos cerca y lejos del estadio Eva Perón por el control de la tribuna. El más recordado terminó con un saldo fatal y ocurrió en septiembre de 2023 cuando dos menores en moto confundieron a un conductor que circulaba en su Fiat Uno con su familia en Intendente de la Sota y las vías del FFCC San Martín y lo balearon.

La persona asesinada, identificada como Pablo Daniel Zapata, no era el objetivo de los moto asesinos, quienes buscaban a 'Chuky’, muy parecido a quien balearon. El joven asesinado era albañil y ni siquiera miraba fútbol, sino que le gustaba jugar al tejo.

En diciembre de ese año, Chuky fue uno de los protagonistas de una pelea en pleno centro de Junín, en inmediaciones de la plaza de los niños, mientras las familias y sus chicos disfrutaban de una tarde de esparcimiento.

Los Farías, en Junín, son una familia de boxeadores. Desde el padre a sus hijos. El más reconocido, Pablo Oscar Natalio ‘Pokemón’ Farías, fue un gran boxeador, consagrado Campeón Latino del C.M.B Super Mediano, Latino O.M.B Super Mediano; Latino F.I.B Super Mediano, Campeón Latino A.B.M Super Mediano y Latino O.B.M Crucero, pero le faltó orden y disciplina porque pudo haber logrado mucho más.

En el otro extremo, el que más dolores de cabeza le dio a toda la familia fue Chuky quien con solo 30 años, este martes murió en Junín.