domingo 10 de agosto de 2025

LOCALES | 10 ago. 2025

SEMANAGRO

Duras reflexiones del centro de ingenieros agrónomos

07:38 |La entidad cumplió 119 años de vida y emitió un comunicado en el cual reflexiona sobre la situación del sector agropecuario, pero también sobre la política argentina. “Sobran opinólogos de turno y justicieros de cuarta”, remarcaron.


Por: Redacción Semanario de Junín

SECCIÓN SEMANAGRO PUBLICADA EN LA EDICIÓN IMPRESA Y EDICIÓN DIGITAL Nº 474 DE SEMANARIO DE JUNÍN. SEMANA DEL 9 AL 15 DE AGOSTO DE 2025

El pasado 28 de julio, en Centro de Ingenieros Agrónomos (CADIA) celebró 119 años de vida a través de un comunicado que hizo llegar a SEMANARIO con reflexiones diversas acerca del sector agropecuario.

En el mismo destaca que nuestro país no es un territorio totalmente apto para la agricultura y ganadería. Con sus dos tercios de zonas áridas y semiáridas, “el granero” no es más que un suelo con posibilidades de hacer actividades agropecuarias, pero no típicamente un país productor por sus riquezas naturales. Sino que “necesita de inversiones y creatividad. La distancia a los centros poblados y de consumo, a los puertos de embarque son dificultades que poco encaradas no supimos modificar. Un inconmensurable desierto verde o marrón sin población que lo ocupe. Una sociedad que vive a espaldas de sus costas que significan el vínculo con el exterior, la producción, el comercio y el intercambio cultural”.

Desde la organización nacional en el siglo XIX no se ha podido afianzar un sistema republicano con respeto a la división de los poderes y el acatamiento unívoco de la Constitución Nacional.

El siglo XX mostró procesos interrumpidos de todas las estructuras políticas. Parecería que siempre se buscó el pensamiento único, el partido único, negando la oposición constructiva y participativa. Una lucha intestina que obedece más a intereses particulares que a los del conjunto. La alternancia en el gobierno se convirtió en una paradoja coyuntural.

Quien resulta electo se cree con el derecho de asumir el poder total. Quiénes pierden en la contienda se dedican a obstruir a sus rivales, esperando una nueva oportunidad para reiniciar el círculo poco virtuoso de ciclos que atrasan. Unos, vienen después de un proceso decadente a intentar poner orden. Otros después, se ufanan de volver a estructuras ya perimidas. En ese contexto, el tiempo juega en contra. Se gana, se pierde, se vuelva a ganar y así sucesivamente.

En 2024 dos estados, la provincia de Buenos Aires y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires aportaron casi el 50% del producto bruto nacional. El resto disperso en ambientes poco propicios y sin intención de desarrollar las riquezas y economías regionales.

“El granero” -afirman- no es más que un suelo con posibilidades de hacer actividades agropecuarias, pero no típicamente un país productor por sus riquezas naturales

REVOLUCION AGRICOLA

Luego de hacer referencia a las revoluciones agrícolas del siglo XIX con un cultivo de 15 millones de hectáreas y una producción de 30 millones de toneladas, señalan que “en la segunda mitad del siglo XX se inicia un nuevo proceso productivo de desarrollo en la región pampeana, la introducción de eventos tecnológicos, la siembra directa, la expansión del cultivo de soja, el uso generalizado del glifosato, se intensificó la tractorización, el empleo de fertilizantes para reponer nutrientes, el doble cultivo anual, junto a los mayores conocimientos del clima, del suelo, y la modernización de las cosechadoras especializadas en maíz posibilitaron un crecimiento con expansión visiblemente importante para el país”.

Un hito significativo fue la creación del INTA y el mayor impulso de otras entidades de la actividad privada y pública. Los cambios más importantes en lo económico social fueron: fuerte despoblación del medio rural; casi desaparición del campesino tradicional; gradual urbanización del productor rural; el mayor tamaño de la empresa agraria en un proceso de concentración y menor número de explotaciones. Hubo una mayor participación del transporte automotor y se instalaron nuevos puertos y centros de acopio.

A principios de la década de los 90 del siglo pasado nació lo que actualmente se reconoce como una nueva filosofía de la química: la química verde o sustentable. Su objetivo es reducir el impacto ambiental de la actividad diseñando productos y procesos amigables con el medio ambiente. El crecimiento del cultivo de soja impulsado por un mercado externo demandante del grano y sus derivados, el menor costo para su implantación, junto a la relativa facilidad para su cultivo y la no competencia del mercado interno en su consumo, ampliaron significativamente su expansión.

La política de gobierno con aranceles de fácil cobro en la comercialización externa favoreció este proceso de “sojización” que ahora se muestra estancado en las últimas dos décadas.

Ahora la Argentina busca alcanzar los 200 millones de toneladas entre cereales y oleaginosos.

La ganadería fue desplazada a zonas consideradas marginales con altibajos en su producción. La producción de carne de aves mostró todo su potencial productivo alcanzando y superando el consumo de carne vacuna en el país. La producción porcina demorada en su expansión sigue los pasos de la avicultura intensiva.

No todo es consumo en fiambres y embutidos, hoy la mayor proporción es en carne fresca. La lechería muestra signos de transformación con mayor producción por animal y mejores elementos para el ordeñe y transporte. La industria láctea ofrece una variedad de productos elaborados. Otros sectores no muestran desarrollos importantes de destacar y están esperando su futuro que debería ser promisorio.

La agricultura regenerativa va un paso más allá de la sostenibilidad. Mientras que las prácticas agrícolas convencionales se enfocan en mantener la productividad con la menor degradación posible, la regeneración busca restaurar la fertilidad de los suelos, aumentar la biodiversidad y optimizar el uso del agua, creando ecosistemas más resilientes. En términos concretos, esto se traduce en técnicas como la siembra directa, la rotación y diversificación de cultivos, el uso de coberturas vegetales y la reducción del uso de agroquímicos, todo con el objetivo de devolverle al suelo más de lo que se extrae.

La lechería muestra signos de transformación con mayor producción por animal y mejores elementos para el ordeñe y transporte

SOCIEDAD Y POLITICA

El comunicado señala que “la Argentina carece de institucionalidad, entendiendo por esto una estructura estable, con ideas y servicios para la comunidad y no como un botín de guerra para repartir cargos y prebendas. La gente es cooptada proporcionalmente en la medida que el Estado agrandado abarca funciones que le son propias de la civilidad”.

Un país inviable con más de 42.000 leyes, 700.000 decretos y 220.000 circulares o resoluciones nacionales que están vigentes en la Argentina. Muchas normas que inclusive no están digitalizadas para poder saber: ¿qué está vigente? ¿Qué se cumple? Cómo es posible convivir en un estado de permanente incertidumbre y de difícil conocimiento. Al engrosamiento legislativo se suman las normas provinciales y municipales.

Los dirigentes (quienes se atribuyen condiciones como tales) tiene una enorme responsabilidad y son culpables de la anomia perjudicial que azota a la sociedad. Pero la Argentina no se agota en la política o politiquería. Suma logros en las letras, las artes, el deporte, la música, la invención, la ciencia, la tecnología y cuanta actividad humana donde se pueda sobresalir. Sin embargo, ha sido y es un fracaso colectivo. Ningún otro país de Latinoamérica tiene 5 premios nobeles de los cuales tres son de ciencias. El individualismo en el país y sus hijos en el exterior muestran esa capacidad diferenciadora que los hace sobresalir de la media.

En los últimos años emigraron del país más de 2,5 millones de ciudadanos fundamentalmente formados a la que la sociedad contribuyoóa su progreso y que ahora se ve impedida de cosechar sus frutos.

No es serio que la Argentina con un PBI de 0,5 mil millones de dólares quiera participar en las ligas mayores: EEUU 30 trillones, China 20 trillones y Rusia 10 trillones de dólares.

Perdimos presencia en el continente. Quedamos bajo la sombra de Brasil que ha sabido capitalizar su geografía y presentar un proyecto de desarrollo con altibajos, pero en la dirección correcta.

Un país en donde todos son profesionales de todas las áreas, pero nadie tiene título de nada. Donde hay poca autocrítica. Donde todos opinan sobre los demás e imponen sus propios pensamientos como si fuesen juicios sumarios. Sobran opinólogos de turno y justicieros de cuarta.

Encontrar el camino virtuoso que lleve al desarrollo, en la Argentina, es tarea de toda la comunidad, con apoyo de una élite dirigente que se asuma como tal, que sea todo lo que tiene que ser, pero esencialmente patriota. La riqueza del traje se suma al prestigio. (El hábito en verdad contribuye al monje).

 

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