miércoles 13 de agosto de 2025

LOCALES | 12 ago. 2025

OPINIÓN

Peronismo e inteligencia artificial: Aggiornar para seguir siendo el movimiento del pueblo

El peronismo que no se aggiorna corre el riesgo de convertirse en museo. Y este movimiento no nació para exhibirse detrás de una vitrina, sino para transformar.


Por: Dr. Juan Ignacio Telleria

El sujeto colectivo del peronismo siempre fue claro: el movimiento obrero organizado. Surgió en 1943 para dar respuesta a una clase trabajadora desmembrada, sin organización y con condiciones laborales indignas. La historia es conocida: derechos conquistados, dignidad recuperada y un país que por primera vez puso al trabajador en el centro de la política.

Hoy, el escenario es otro. Décadas de políticas neoliberales, de fragmentación del trabajo y de “uberización” de la economía dejaron un movimiento obrero distinto. Y ahora, para completar el cuadro, irrumpe un actor que no entiende de asambleas ni de convenios colectivos: la inteligencia artificial.

No se trata de repetir el viejo libreto de la “modernización” para terminar flexibilizando. Tampoco de romantizar un pasado que ya no existe. El desafío es aggiornar el peronismo para que continúe cumpliendo su misión histórica: organizar a los trabajadores, defender sus derechos y dar respuestas a las nuevas formas de explotación que aparecen.

La realidad es clara: en pocos años, muchos trabajos tal como se conocen hoy van a dejar de existir. Lo que antes era una cadena de montaje puede ser reemplazado por un algoritmo; lo que antes hacía un administrativo, lo puede hacer un programa. La pregunta es qué hacer ante eso: ¿regularlo?, ¿crear un salario universal?, ¿generar nuevos marcos de derechos laborales?

En ciudades como la nuestra, cada campaña electoral trae la misma promesa: “un nuevo parque industrial”. La propuesta puede sonar atractiva, pero esquiva un aspecto central: el nuevo desarrollo industrial no es un galpón con máquinas; es la integración de tecnología y trabajo humano. El trabajador que ajusta un robot o programa un software también necesita estabilidad, capacitación y un salario digno.

No se trata de caer en la dictadura del prompt, como si la IA fuera un monstruo incontrolable. Se trata de aceptar que este fenómeno está ocurriendo aquí y ahora, y que la política —sobre todo el peronismo— tiene la obligación de discutirlo y ofrecer respuestas. Porque si no lo hace, lo harán quienes disfrazan de “libertad” la precarización.

Las elecciones de septiembre y octubre no son solo una disputa por cargos: son una disputa por el sentido del trabajo, por el futuro de las juventudes, por la dignidad de quienes construyeron el país con sus manos. El movimiento obrero ya no es únicamente la fábrica o el sindicato: también lo integran los repartidores en bici, los programadores freelance, la enfermera tercerizada, el creador de contenido, la docente que da clases por Zoom y el técnico que ajusta el robot en el parque industrial.

El peronismo que no se aggiorna corre el riesgo de convertirse en museo. Y este movimiento no nació para exhibirse detrás de una vitrina, sino para transformar.

Dr. Juan Ignacio Telleria 

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