

Uruguay dio en la madrugada de este miércoles el primer paso hacia la regularización de la eutanasia, luego de que la Cámara de Representantes aprobara por mayoría el proyecto de ley 'Muerte digna'. Tras un debate que comenzó en la mañana del martes y se extendió por más de doce horas, 64 diputados alzaron su mano para votar a favor, mientras que otros 29 se expresaron en contra.
De esta forma, el proyecto fue aprobado y ahora deberá ser tratado por la Comisión de Salud de la Cámara de Senadores, integrada por nueve legisladores. En caso de que allí sea aprobado, pasará al pleno de la Cámara Alta para ser votado. Si el proyecto tiene luz verde por parte de ambas cámaras será enviado al Poder Ejecutivo para su promulgación.
El debate por la regularización de la eutanasia comenzó sobre las 11 de este mar garantizar el derecho a "transcurrir dignamente el proceso de morir" mediante la despenalización de la eutanasia en los mayores de edad psíquicamente aptos.
El proyecto señala que la norma tiene como “objeto regular y garantizar el derecho de las personas a transcurrir dignamente el proceso de morir, en las circunstancias que ellas determinen” y busca ofrecer una muerte “indolora, apacible y respetuosa” a quienes así lo deseen, siempre y cuando se cumplan ciertas condiciones.
En ese sentido se expresó el diputado del oficialista Frente Amplio, Luis Enrique Gallo, uno de los principales impulsores de la iniciativa. “La muerte forma parte de la vida y es necesario hablar de ello, por eso consideramos la eutanasia como un ejercicio de derecho”, dijo en su exposición. Y agregó: “Cada uno tiene el mismo derecho a elegir su muerte que elegir su vida”.
Entre las condiciones que determina el proyecto de ley, se indica que los pacientes que quieran optar por este procedimiento deben ser mayores de edad, estar psíquicamente aptos y estar cursando la “etapa terminal de una patología incurable e irreversible” o padecer “sufrimientos que resulten insoportables”.
Por otra parte, sólo podrán acceder a la eutanasia ciudadanos uruguayos o extranjeros que acrediten residencia fehaciente y los solicitantes deberán recibir el aval de al menos dos profesionales de la salud.
Desde 2013, Uruguay cuenta con una reglamentación que permite que los pacientes terminales puedan oponerse a recibir tratamientos médicos que prolonguen su vida. Sin embargo, la eutanasia y el suicidio asistido están prohibidos y se los considera un delito de “homicidio piadoso”.
En ese marco, en 2022, el Senado ya había debatido un proyecto similar. En esa oportunidad, un 77% de los uruguayos se mostraron de acuerdo con la ley en determinadas circunstancias, según una encuesta del Portal de Análisis Político, Opinión Pública y Estudios Sociales Factum. Sin embargo, el proyecto quedó estancado en el Parlamento.
En esta ocasión, el proyecto de ley sobre muerte digna presentado por diputados del Frente Amplio a inicios de este año fue aprobado en julio por la Comisión de Salud de la cámara baja. Hoy se logró la luz verde por parte de la Cámara de Diputados. Y el oficialismo confía que el proyecto pueda ser aprobado en el Senado antes de fin de año ya que el Frente Amplio cuenta con la mayoría de los escaños en la cámara alta.
En el mundo, un reducido grupo de países permiten la muerte asistida, entre ellos Bélgica, Canadá, Países Bajos, España y algunas partes de Australia y Estados Unidos, entre otros. En particular en América Latina hay solo dos países que ya la avalan: Colombia y Ecuador.