

La candidatura de Florencio Randazzo como cabeza de lista del frente federal Provincias Unidas en la provincia de Buenos Aires desató una crisis interna en la Unión Cívica Radical bonaerense. Un sector liderado por Miguel Fernández se negó a acompañar el armado político y pegó el portazo de la coalición
El conflicto estalló cuando el sector Evolución, bajo la conducción de Martín Lousteau (en lo nacional) y Pablo Domenichini (en la provincia), avaló la incorporación al frente y entregó la documentación ante la Justicia dentro del plazo fijado por el juez federal Alejo Ramos Padilla. En contraposición, el sector ligado a Fernández rechazó firmar cualquier acuerdo, cuestionando la falta de consenso interno y señalando que “no vamos a militar una boleta encabezada por un peronista”.
Hubo dos intentos fallidos para llegar a un consenso en la reunión de la Convención de Contingencia, que fracasaron por falta de quórum, tras la decisión de dirigentes alineados a Fernández y Maximiliano Abad de no participar.
El juez Ramos Padilla oficializó que la UCR bonaerense no forma parte del frente Provincias Unidas y dio un breve plazo para que las agrupaciones restantes ajusten la documentación para seguir en carrera.
En tanto, Randazzo sigue firme como cabeza de la lista bonaerense, con el respaldo de Juan Schiaretti, mientras se negocian acuerdos con figuras como Emilio Monzó y Margarita Stolbizer para reforzar el frente.
Por primera vez desde 1983, la UCR no competirá con su sello en forma conjunta en la provincia de Buenos Aires.