

Este fin de semana, Junín es protagonista del deporte nacional por duplicado. En la ciudad, tanto los futboleros como los fierreros tienen motivos para festejar.
Por un lado, la presencia de un campeón del mundo porque Fideo Di María, el nuevo emblema de Rosario Central visita el Eva Perón en el marco de la 7ª fecha del Clausura, y por el otro, porque después de 10 años de silencio, se dio el regreso del TC 2000 y Top Race al Eusebio Marcilla y una categoría nacional vuelve a pisar suelo juninense.
En la previa de estas jornadas, en pleno acto proselitista, el intendente Petrecca estrenó las luces led camino al parque natural y dijo en esa oportunidad que “estos eventos posicionan a Junín en un lugar de privilegio a nivel deportivo y cultural”.
Político al fin, aprovechó el momento para llevar agua para su molino al agregar que “los vecinos y turistas que nos visiten van a poder circular por una Av. Circunvalación totalmente repavimentada y demarcada, con un camino al PNLG totalmente iluminado con sistema LED por lo que están dadas las condiciones para que podamos albergar de la mejor manera a los miles de fanáticos del automovilismo y el deporte”.
El comentario, expresado en las instalaciones del Auto Moto Club de Junín y con la presencia de autoridades Municipales, de Tango Motorsport y pilotos juninenses, sirvió para que el intendente anunciara que la ciudad estará en ojos de miles de visitantes y cientos de miles, en las pantallas de tevé.
Petrecca es el mismo intendente que años atrás se ganó la enemistad del pueblo ciclístico, cuando se negó a apoyar la clásica Doble Bragado que pugnaba por pasar por la ciudad, ‘porque complicaba el tránsito’. Si bien la carrera transitó por la entonces recién repavimentada circunvalación, el municipio miró de reojo a la Clásica del Oeste.
Durante los primeros años de gestión, el contador, en tiempos que decía que no quería ser parte de lo mismo que la vieja política hacía, apoyó el deporte vinculado a la salud, pero ninguneó el profesional, omitiendo con ello, una gran fuente de ingresos a la ciudad.
Curiosa paradoja, porque por un lado hablaba de desarrollar el turismo y por el otro, ‘negaba el apoyo a la industria sin chimeneas’ que ondeaba en la ciudad.
Con el tiempo, oportunismos políticos mediante, esa mirada fue cambiando y lo que en principio fue un apoyo puntual a requerimientos de algunos deportistas locales, se convirtió en algo más institucional. Petrecca empezó a virar.
Hoy, con su decisión de dejar el municipio (ante la imposibilidad de ser reelegido) y dar su salto a la legislatura, en plena campaña, apela al deporte, al que califica ‘uno de los motores de desarrollo turístico de la ciudad’.
Cuán distinto hubiera sido la realidad del deporte local si se hubiera aplicado una mirada sin mezquindades ni oportunismos. Aunque como expresa el viejo dicho popular más vale tarde que nunca, ojalá a partir de ahora, quien lo suceda, entienda todos los beneficios que desparrama el deporte en la ciudad.