

La ANMAT decidió suspender preventivamente la actividad de Laboratorios Rivero, una empresa con casi un siglo de historia y sedes en la ciudad de Buenos Aires y calle Italia 762 de nuestra ciudad, tras detectar fallas en la producción de soluciones parenterales, conocidos como sueros.
La disposición 6199, publicada en el Boletín Oficial, ordena la clausura preventiva de la empresa. De acuerdo con la ANMAT, el caso que desató la medida fue un desvío de calidad en sachets de solución fisiológica que perdían contenido, lo que motivó la inmediata prohibición de su uso y comercialización.
El organismo detectó fallas en la producción de suero fisiológico destinado a pacientes internados.
El producto cuestionado es la solución isotónica de cloruro de sodio al 0,9%, más conocida como suero fisiológico, uno de los insumos más utilizados en hospitales y clínicas: se emplea para la reposición de líquidos y electrolitos, tratar cuadros de deshidratación y como vehículo para administrar medicamentos por vía intravenosa.
EL LABORATORIO
Fundado en 1932 por Pedro Luis Rivero como un emprendimiento familiar, el laboratorio se convirtió en un actor histórico en la provisión de insumos biomédicos. Produce soluciones intravenosas, bolsas para transfusión sanguínea, inyectables de pequeño volumen y descartables médicos destinados a pacientes críticos. Además, desde hace cuatro décadas sostiene una fundación que entrega un premio científico para fomentar la donación de sangre.
Pero en los últimos años la compañía atravesó conflictos gremiales por salarios, a lo que ahora se suman serios cuestionamientos regulatorios. “La clausura responde a deficiencias que ponen en riesgo la seguridad de los pacientes”, explicaron fuentes de la ANMAT a La Nación.
No se trata del primer encontronazo de la ANMAT con Rivero. En enero de 2022, una inspección oficial detectó que la compañía no cumplía con las buenas prácticas de fabricación. Se emitió entonces una carta de advertencia que le ordenaba detener la producción hasta resolver las deficiencias.
Entre las irregularidades, se mencionó la ausencia de equipos de monitoreo de partículas en el aire, la falta de un muestreador de aire y deficiencias en el diseño de áreas críticas para productos estériles. Una observación especialmente grave fue la detección de operarios sin la capacitación adecuada manipulando una dosificadora manual en la sala de envasado de bolsas de sangre.
“La respuesta del laboratorio no fue satisfactoria. No acreditaron la compra de los equipos exigidos ni modificaron las estructuras productivas señaladas”, detallaron al diario porteño fuentes de la ANMAT.
Con este cúmulo de antecedentes, el organismo nacional concluyó que no había margen para nuevas instancias de conciliación. La disposición 6199 no solo clausura preventiva la planta de Av. Boyacá 411/19, en la ciudad de Buenos Aires, sino que además ordena el recupero de los lotes afectados y prohíbe la comercialización y uso de cualquier producto vinculado a esas series.
“La prioridad es preservar la salud pública y evitar que lleguen al sistema sanitario insumos que no cumplen los estándares básicos de seguridad”, subrayaron desde la autoridad regulatoria, que se encuentra en tensión debido a las 96 causas fatales ocurridas por el fentanilo contaminado.