

Por: Redacción Semanario de Junín
Desde 2018, el Observatorio de Tendencias Sociales, Educativas y Empresariales, de Insight 21, Universidad Siglo 21, mide periódicamente los niveles de felicidad en la población argentina, analizando su evolución en un contexto caracterizado por desafíos sociales, económicos y laborales. Este informe presenta los resultados correspondientes al primer trimestre de 2025, haciendo foco en:
•Niveles actuales de felicidad •Comparación con la última medición de 2024
•Diferencias según sexo, edad y nivel educativo
•Evolución internanual desde 2018
Uno de los indicadores más utilizados en el mundo para medir la felicidad son los juicios de satisfacción con la vida (Diener, Inglehart & Tay, 2012). Por lo tanto, para evaluar la felicidad se utilizó la Escala de Satisfacción con la Vida (SWLS por sus siglas en inglés), un instrumento muy utilizado por diferentes países y organismos internacionales como la UNESCO y la OMS.
Esta escala mide la evaluación cognitiva global que las personas realizan sobre su vida, considerando el grado en que las circunstancias actuales se ajustan a sus expectativas. Habitualmente, las puntuaciones obtenidas a partir de este instrumento se emplean como índice de felicidad de la población y como una medida alternativa al PIB. (Ver gráfico)
El 50.9% de las personas encuestadas manifestó sentirse feliz con su vida. Este porcentaje representa una disminución respecto del segundo semestre de 2024, cuando se registró un 54,5%. Los valores actuales son similares a los observados en 2022 y se ubican entre los más bajos del período 2018-2025
La encuesta del Observatorio de Tendencias Sociales, Educativas y Empresariales de la Universidad Siglo 21 revela que la felicidad en la población argentina disminuyó un 3,6% en comparación con el informe del último trimestre de 2024, que había alcanzado un récord histórico del 54,5%.
Los indicadores revelan que, del total de la población encuestada, el 44,3% siente que logró las cosas importantes que desea; el 34,8% está conforme con la mayoría de los aspectos de su vida y el 31,9% afirma que no cambiaría nada si pudiera vivir su vida nuevamente. Comparado con 2024, los indicadores muestran una caída: la conformidad general con la vida cayó 7,3 puntos porcentuales.
Los resultados indican que la disminución de los niveles de felicidad, se observan tanto en hombres y mujeres, en todos los grupos de edad y en la mayoría de los niveles educativos. El grupo 18 a 29 años y el de 50 a 59 años reportan los niveles más bajos de felicidad y, específicamente, el descenso de felicidad fue más pronunciado en personas de entre 50 y 59 años, con una baja de 11,5%.
Contar con niveles adecuados de bienestar emocional no solo mejora la calidad de vida individual, sino que resulta clave para afrontar el estrés cotidiano
En cuanto a la relación entre niveles de felicidad y nivel educativo, la felicidad cayó en todos los niveles excepto en el posgrado, donde aumentó de 65,4% en 2024 a 69,4% en 2025, por lo cual casi el 70% de las personas que tiene un título de posgrado se considera feliz.
“Los niveles de felicidad disminuyeron levemente respecto del 2024, ubicándose entre los más bajos de los últimos años”, dicen las conclusiones del informe, agregando que “se observa una caída de la felicidad en personas de todos los niveles educativos, con excepción de nivel de posgrado, donde se observó un aumento”.
El informe plantea que “las recurrentes crisis sociales y económicas” han relegado el bienestar emocional de los argentinos “a un segundo plano”.
“Contar con niveles adecuados de bienestar emocional no solo mejora la calidad de vida individual, sino que también resulta clave para afrontar el estrés cotidiano, mantener relaciones sociales saludables, trabajar de manera productiva y desplegar plenamente nuestras capacidades”, concluye.