jueves 4 de septiembre de 2025

LOCALES | 4 sep. 2025

BUROCRACIA QUE MATA

Fuerte denuncia contra el PAMI Junín: "Hice todo lo que pude, pero no logré salvar a mi viejo"

07:09 |Matías Canzonetta dijo que por haberse extendido el tiempo de espera, el marcapasos no llegó y su papá murió. En mayo, la administración local estuvo atravesada por una fuerte interna libertaria que desbarató el sistema de profesionales a cargo. El video donde su hijo explica la situación vivida.


Por: Redacción Semanario de Junín

Raúl Pascual Canzonetta falleció esperando un marcapasos que PAMI no entregó. Tenía 76 años y carecía de antecedentes previos. Su hijo, el periodista Matías Canzonetta, relató el padecimiento y los días de angustia que pasó y que, pese al esfuerzo del personal del Hospital Abraham Piñeyro, amigos, familiares y colaboradores, no alcanzó contra la desidia del organismo estatal.

Raúl entró en la Guardia del HIGA Junín sin antecedentes previos. El jueves 21 de agosto se descompuso, lo atendieron  y después de dos horas de estudios, por su afección, quedó internado en terapia con un marcapasos artificial hasta que llegara el indicado y recetado.

Su hijo, Matías Canzonetta, relató ante Canal 10 los detalles de la odisea de esos días, y expuso cómo la desidia y la burocracia de PAMI fueron más fuertes que todos los esfuerzos de médicos, familiares y amigos que se propusieron conseguir el elemento, vital para salvar a su padre.

Raúl falleció el martes 26 de agosto tras cinco días esperando un marcapasos, con un cuadro de salud que, según explicaron los terapistas, si el artefacto estaba hoy estaría vivo.

El día viernes 22 de agosto, el equipo de Cardiología del Hospital recetó el marcapasos, que debía ser uno especial, identificado como DDDR. "Hice el trámite rápidamente el mismo viernes y la respuesta del Pami fue que no había en stock. Moví cielo y tierra el sábado y domingo sin tener ninguna respuesta", contó Matías.

"El día lunes 25 de agosto logré que me atienda la Directora Médica de Pami Junín, la pediatra Catalina Plou (NdR: llamativamente fue asignada en el cargo hace unas semanas y es hija del juez Federal de Junín, Héctor Pedro Plou, quien interviene en el expediente del paso bajo nivel) y ante la desesperación de ver a mi papá que se estaba muriendo me dijo: 'No te preocupes en verlo así, lleno de cables, enchufado a un respirador, el marcapasos va a llegar y tu papá se va a salvar'Esa disociación con la realidad duele mucho. Mi viejo estaba en terapia, literalmente muriéndose”.

JOAQUÍN PATRICIO OJEDA, profesor de inglés y escritor, titular de la UGL XXXI del PAMI Junín. CATALINA PILAR PLOU, pediatra, hija del juez federal Héctor Pedro Plou, directora médica de la obra social. Burocracia que mata.

Mayor fue la angustia tras ese comentario desubicado y sin empatía pero Matías no se desanimó: "Seguí insistiendo y me quería entregar el marcapasos el viernes 29 de agosto, porque este tipo de prótesis llegan por correo y tardan 2 a 3 días hábiles". Ante esta situación, el joven perdiodista juninense logró la autorización para ir a buscarlo a una sede de Pami en Mataderos. "Teníamos pensado salir temprano a la mañana, pero antes de salir, me avisaron que mi papá había muerto", contó.

Raúl falleció el martes 26 de agosto tras cinco días esperando un marcapasos, con un cuadro de salud que según explicaron los terapistas, si el artefacto estaba hoy estaría vivo.

PROFECIA AUTOCUMPLIDA

En mayo pasado, en un editorial de SEMANARIO, se planteó esta situación del PAMI local respecto a la inexperiencia de los funcionarios a cargo y los riesgos en la atención de los pacientes por parte de nóbeles militantes.

Decíamos por entonces: "¿Qué puede salir mal cuando el Estado se compone de funcionarios que están mirando las autofotos en lugar de la realidad, que no saben lo que deben hacer y que la responsabilidad asumida frente al electorado o hacia los contribuyentes es nula?"

Pues bienvenidos al presente del país, atravesado por una pléyade de gente que “trabaja de político” aunque no tenga ni idea de que se trata lo que está haciendo.

¿Esto cabe también para el Presidente de la Nación? En cierta manera sí, porque sus funcionarios y dirigentes terminan siendo el reflejo de sus “políticas”.

¿Y en Junín qué? Pues en nuestra ciudad lamentablemente no salimos del promedio, por el contrario, es posible que sigamos sumando en busca del podio.

No se trata de una idea rebuscada ni es desmérito de una sola fuerza partidaria.

En los últimos días, Junín fue epicentro de una batalla campal entre líneas internas del partido que gobierna el país, por eso la ciudad apareció en los medios hegemónicos reseñando la pelea entre Sebastián Pareja y Santiago Caputo, armador bonaerense para las elecciones de medio término y asesor presidencial predilecto de Milei.

Todo el escándalo se debió simplemente al despecho de simpatizantes que buscaban (casualmente) un conchabo estatal aunque odien a “la casta”.

El conflicto derivó en el desplazamiento del director del PAMI local, Alberto Pascual, quien venía cumpliendo tareas para hilvanar -de algún modo- políticas locales que mengüen el desprecio a los jubilados que promueve el gobierno, dándole palos los miércoles y matándolos de hambre los demás días de la semana.

En los 16 meses que lleva el gobierno libertario hubo tres reemplazos en el PAMI regional, una muestra más de lo que importan adultos mayores.

Sin embargo, siempre puede haber algo peor. Entonces para sumar desconsideración hacia los pensionados y jubilados, las “Fuerzas del cielo” eligieron para el cargo a Joaquín Ojeda, un profesor de inglés de 34 años e hijo de la presidente de ONG “Vecinos Comprometidos con la Seguridad” (Ve.Co.S), reconocida dirigente, Adriana Puglieso, que resulta irreprochable respecto a su capacidad con la lengua de Shakespeare, pero seguramente conozca poco y nada de legislación previsional.

A estas alturas no puede causarnos asombro semejante situación en una ciudad como Junín en la que la experta en ambiente está a cargo de los talleres municipales, un periodista de automovilismo fue director de caminos rurales, un ingeniero industrial de obras públicas y una “profesora” sin título a cargo de la educación.

"¿Qué más podemos esperar?" nos preguntábamos en mayo pasado desde estas páginas y la respuesta es por demás lamentable. 

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