

En la previa de la última fecha FIFA de las Eliminatorias Sudamericanas, el entrenador argentino de la Selección paraguaya, Gustavo Alfaro, se mostró reflexivo y admitió que Paraguay lo transformó: “me rompió el caparazón de protección que tenía”.
El DT de 53 años reconoció en conferencia de prensa que, en sentido figurado, el país “le hizo daño” porque antes de asumir en la Albirroja “no le entraba una flecha” y ahora se siente mucho más humano y vulnerable.
Las declaraciones tuvieron lugar un día antes del partido entre Paraguay y Ecuador, encuentro en el que un empate asegurará la clasificación directa de los dirigidos por Alfaro al Mundial de Estados Unidos, México y Canadá 2026.
Con emoción al hablar de sus jugadores y del pueblo paraguayo, Alfaro fue sincero sobre los cambios personales que experimentó desde que está al frente del seleccionado. “Los sinsabores, cuando los tenemos que vivir, son muy duros”, dijo, y añadió: “tenía la piel de cocodrilo, a mí no había flecha que me entre. Hasta que llegué a Paraguay…”