Por: Redacción Semanario de Junín
Si bien Pablo Petrecca nunca se destacó por la transparencia política, esta fue una de las campañas electorales más sucias de las que protagonizó en la última década.
Con el beneficio de tener a su disposición todo el aparato municipal y sin tomar licencia como candidato a senador provincial luego de saltar de partido y preparar su fuga a la legislatura porteña delegando en su cuñado al mando del Ejecutivo, el alcalde nos deja un caos en el distrito.
Con su ADN pastoral y acompañado de fieles obsecuentes, logró vender los espejitos de colores que le quedaban luego de dos años de siesta tras ser reelecto.
En el trayecto queda la destrucción del aparato productivo local.

Un sector agropecuario acuciado por la falta de mantenimiento de los caminos rurales, y el potencial regreso de anegamientos e inundaciones, producto de la falta de previsión y reclamos pertinentes a los gobiernos nacional y provincial.
El desmantelamiento del sector turístico, otrora generador de divisas y con ello trabajo y desarrollo de la economía doméstica.
Comercio y servicios acogotados por la mala praxis de la economía nacional, pero además por la confiscatoria presión de las tasas municipales sin ningún tipo de contraprestación, con presupuestos dibujados y gastos superfluos.
Barrios olvidados a pocas cuadras del centro, con el paso viario cortado en la avenida principal, pero con calles poceadas con “cero mantenimiento”, sin veredas, bolsas de basura por doquier, montículos, ramerío y más mugre.
Burdas estrategias de marketing engañoso de un intendente inescrupuloso que no duda en tener a muchos vecinos como rehenes de sus promesas
EL ENGAÑO
Para paliar semejante despropósito, la inversión publicitaria en la campaña ha sido multimillonaria como ya fue planteado en anteriores ediciones. Por supuesto sin dar cuenta de los gastos, que por otra parte nadie de la justicia se encargará de investigar, manteniendo el paraguas que cobija al macrismo y sus adláteres desde la llegada del fiscal general a estas tierras.
El domingo se verá si alcanza con el show de las luces led para encandilar a un electorado que, defraudado y abatido, se enrosca con los temas nacionales, porque por caso y a conveniencia de la clase política, Junín se ha quedado prácticamente sin medios de comunicación que reflejen la realidad local y hasta el pronóstico del tiempo y los embrollos del tránsito son porteños.
Todo queda a pedir de boca de Petrecca, gestor de la antipolítica, que con un poco de cotillón le alcanza para deslumbrar. Para los electores no importará que se hayan pagado sobreprecios por los juegos de las plazas populosas, ni que se dejen abandonadas con peligrosos hierros oxidados las de los barrios vulnerados.
Pasa que ni siquiera los concejales miran las cuentas, algunos porque se les ocultan las claves para acceder, otros por simple vagancia como lo acontecido con el expediente de tercerización del mantenimiento de los caminos rurales, donde SEMANARIO puso la lupa y halló suficientes inconsistencias que pueden terminar en otro fracaso.
Sin embargo, tanto la dirigencia agropecuaria como los concejales oficialistas y otros acompañantes por conveniencia, lo votaron afirmativamente, ya que de última, si no funciona, se otorgará algún tipo de subsidio al privado, tal como se hizo con la empresa de colectivos que iba a ser autosustentable y sin embargo hoy la sostiene toda la comunidad use o no el servicio, mostrando que, cuando lo necesita para la campaña, Petrecca es más populista que los dirigentes a los que suele criticar.
Se suma al engaño la entrega del patrimonio, como ocurrió con la nueva terminal de ómnibus que durante 30 años explotará comercialmente una empresa privada, con la cual el petrequismo ya tiene otros negocios en ciernes como la zona de actividades logísticas frente a la cárcel, en la ruta 188.
Terminal interminable que fue inaugurada en campaña luego de largos 10 años de pereza administrativa, como quien entra a una casa en construcción y tira unos colchones en la pieza mientras se adecúa el resto de las habitaciones hasta que llegue el dueño, ya que recién el año que viene se hará cargo el privado.

Simples entregas del patrimonio juninense plagadas de promesas electorales que luego se aletargan hasta los próximos comicios. Así como ocurrió con el predio municipal acondicionado para la ocasión y con una fuerte inversión del erario de los contribuyentes en la avenida de Circunvalación, para convertirse supuestamente en un polo gastronómico con cervecerías, heladerías, pizzerías y demás, como lo indicaban funcionarios municipales en las pasadas campañas y que hasta ahora sólo cuenta con una única hamburguesería.
Burdas estrategias de marketing engañoso de un intendente inescrupuloso que no duda en tener a muchos vecinos como rehenes de sus promesas y que de repente muestra su verdadera personalidad y termina pidiendo un caballo prestado a quienes alguna vez criticó, para escapar del distrito dejando sin nada a esos vecinos que confiaron en él.
La tarea de “reconstruir la paz barrial” a partir de presiones a los fomentistas fue de Miguenz, quien hace unos días armó una reunión de campaña
NEPOTISMO Y AMIGUISMO
La gestión de Petrecca está basada en el nepotismo. La elección de ir por la legislatura es una cuestión de familia, ya que la idea puertas adentro desde hace tiempo es “radicarse fuera de este pueblo”.
Sin embargo, como si se tratara de la iglesia familiar, la premisa es no perder el poder que otorga el Ejecutivo municipal.
El plan pergeñado por el intendente desde hace más de cuatro años incluyó a su hermano Walter, a quien mantiene en el Estado desde su llegada en diciembre de 2015. Hoy ocupa una dirección municipal, pero es el encargado de velar por los negocios de familia.
Juan Fiorini, hermano de su esposa y obviamente cuñado, también fue parte del staff desde los inicios del Grupo Petrecca, como legislador.
Actualmente primer concejal, sería la línea sucesoria del alcalde, motivo por el cual de ser elegido senador Pablo, Fiorini sería el intendente hasta 2027, tal como lo dispone la carta orgánica.
El suegro de Fiorini es el ex gremialista Julio Miguenz, quien en 2023 dejó el cargo en ATE según él “cansado de tanta hipocresía e ingratitud”. Trascartón se puso a trabajar con Petrecca, bajo el disfraz de “presidente de la federación de sociedades de fomento”, lugar en el que lo ubicó el recientemente fallecido Osvaldo Giapor, tras renunciar en medio de una novelesca polémica.
Con esto, Miguenz mantiene a raya a los fomentistas, cosa de que a ninguno se le “salga la cadena” y pueda criticar al intendente por el estado calamitoso que presentan algunos barrios. Algo que no pudieron contrarrestar cuando hace poco Hugo Cieri ganó la elección en el barrio La Celeste y generó un cisma que por ahora estuvo controlado.

La tarea de “reconstruir la paz barrial” a partir de presiones a los fomentistas fue de Miguenz, quien hace unos días en modo electoralista armó otra reunión de campaña para anunciar obras para dos años (hasta la próxima elección) que no concretaron siquiera en los 10 que lleva de gobierno Petrecca.
Efectivamente, el carrousell de promesas llegó tras un supuesto “encuentro de trabajo” con los fomentistas obsecuentes y asustadizos, con quienes - según la gacetilla municipal- se analizó “el plan de obras que el Gobierno de Junín ya puso en marcha y que continuará su ejecución hasta mediados del 2026, por un monto de 5 mil millones de pesos”.
El plan en cuestión es un rosario de promesas que forman parte de esta campaña sucia y que según los funcionarios “implica la concreción de obras de 75 cuadras de pavimentos asfáltico, 150 de cordón cuneta y 10 de conducto hidráulico, que se desarrollarán de forma planificada en diferentes barrios, con proceso licitatorio mediante y a través de la conformación de consorcios en un esfuerzo compartido entre el Municipio y los vecinos”.
Sin embargo, no hubo plan que indicara en qué barrios, en qué tiempo, en qué condiciones y con qué costos.
Los marketineros municipales solamente hicieron público el “beneplácito” de dirigentes fomentistas que dijeron cosas como: “Nos pareció un encuentro súper positivo sobre todo por las necesidades que hay en el barrio, estamos muy contentos por este plan que nos presentó el intendente para avanzar con obras y agradecidos por la escucha”.
Miguenz, por su parte, fue el encargado de avisar que en esta primera etapa habrá 15 sociedades de fomento de distintos barrios, que se verán favorecidas ya que en el término de un año van a contar con obras de asfalto, cordón cuneta y desagües hídricos, dependiendo cada caso. Le faltó avisar que “esperemos que se porten bien, porqué sino no tendrán nada”.
Claro que también, y luego de la polémica desatada por las críticas del barrio La Celeste, el suegro de Fiorini, cuñado de Petrecca, anunció “una obra sobre calle Chile, que favorecerá no solo al Alte. Brown sino también a La Celeste, en un sector donde corre mucha agua los días de lluvia y se producen anegamientos con facilidad que hacen que sea muy difícil para los vecinos salir de sus casas”, lo cual se trata de un “olvido” que lleva más de una década.
Obvio que en la reunión también estuvo otro candidato (que podría ser testimonial) al Concejo Deliberante, como lo es Manuel Llovet, quien dirige la ayuda estatal petrequista y quien también llenó de promesas la reunión.
La elección de ir por la legislatura es una cuestión de familia, ya que la idea puertas adentro desde hace tiempo es “radicarse fuera de este pueblo”
UN PANORAMA OSCURO
El candidato Petrecca parece haber olvidado que también es intendente y debido a su desesperación por ser legislador y escapar de Junín se ha enfrentado con los gobiernos nacional y provincial.
La terminación del paso bajo nivel, la prosecución del plan maestro del río Salado, el mantenimiento de las rutas internacionales que atraviesan Junín, son injerencia del gobierno de La Libertad Avanza, con el cual no sólo no se alió Petrecca que decía representar al PRO, sino que el jefe comunal libra una batalla a nivel local junto a su socio Eduardo “Condorito” Di Marco, esmerilando las posibilidades de los candidatos violetas al Concejo a través de burdas maniobras, ya sea alentando la violencia con gremios allegados al municipio, como con candidatos pseudolibertarios como el empleado municipal Alejandro Franco, quienes serían bancados por las huestes petrequistas, que hasta les pagan el alquiler de locales partidarios y les brindan pasacalles y la logística para colgarlos con el único objetivo de confundir al electorado.

Quien fuera hace dos años fiel custodio de los votos mileistas en el balotaje, hoy aparece de la vereda de enfrente, sin poder generar un diálogo con el Ejecutivo nacional con el objetivo de reparar daños de infraestructura compartidos, aquellos por paralización, estos por omisión e improvisación.
Lo mismo ocurre con el gobierno provincial, destratando en público al gobernador Axel Kicillof, para luego siquiera ocuparse de poner en condiciones el centro de atención para la salud del barrio San Cayetano que justamente vino a inaugurar el mandamás bonaerense.
Dificultoso aparece en el futuro de los juninenses en materia política, luego de una campaña sucia que deja heridos de distinta gravedad en el campo de batalla eleccionario, sabiendo que muchas veces las traiciones se pagan, aunque no sean los traidores quienes reciban la estocada sino los pobres y angustiados inocentes que los eligieron, confiando en sus vanas y engañosas promesas.
Dificultoso aparece en el futuro de los juninenses, luego de una campaña sucia que deja heridos de distinta gravedad en el campo de batalla

EL DOBLE JUEGO DE UN MENTIROSO PATOLÓGICO
Resultaría un contrasentido aplicar la veda electoral en unos comicios en los que un intendente, al que le quedan dos años de mandato, se presenta a elecciones para legislador y de conseguirlo se iría muy pancho dejando al cuñado como pastor de las sufrientes ovejas.
¿Hay mayor engaño que ese es -justamente- quien ha hecho de la mentira el sostén de su gestión?
En medio de la campaña del despilfarro, que le permitió (vaya a saber con qué fondos) meterse a través de las pantallas en cada rincón de los juninenses y, con los medios que tiene a disposición del municipio, convertir cada acto de gobierno destinado a todos, en un mitin partidario; Pablo Petrecca ha abusado de la confianza de la comunidad en su conjunto.
Resulta chocante que quien ha pedido públicamente por la aprobación de la “ficha limpia” que impone normas éticas para los candidatos, no haya implementado ni una de esas reglas que reclama a viva voz a los demás.
Se trata de una verdadera impudicia autoexaltar su gestión de gobierno cuando llegó de la mano de un partido al que abandonó con el objetivo de arribar a otro cargo, que paradójicamente lo obligará también, a abandonar a quienes gobierna.
Todo ello prometiendo supuestos proyectos que de concretarse no encabezará, porque estará ocupado (¿lo estará?) de los temas parlamentarios. Parece algo tan complejo el entretejido que establece un mentiroso patológico, que no nos permite darnos cuenta de lo simple que les termina resultando el engaño.
Que la propaganda y la manipulación sustituyan una realidad por otra, que sean muchos los que colaboren en esa sustitución y que los mismos mentirosos se manejen en el mundo compartido como si la realidad fuera la que ellos mismos han inventado, son tres aspectos que parecen ciertamente necesarios para que una mentira que ataque hechos conocidos públicamente sea eficaz, si tomamos en cuenta el concepto de “mentira política organizada” según Hanna Arendt.
Asistimos por estas mismas horas a un proceso de degradación político dirigencial, producto de un sinfín de cuestiones que nos interpelan desde la vuelta de la democracia en 1983 y a las cuales no les hemos dado el tiempo necesario para abordarlas de modo honesto, cuando se requiere precisamente de ese valor, para no ser contaminados por la corrupción que se despliega como un tumor invasivo afectando cada una de las células.
De esa manera abyecta corrompe el tejido social y mina las voluntades de sus componentes al punto tal de terminar eligiendo a sus propios verdugos, respondiendo afirmativamente a los cantos de sirenas que una y otra vez nos invitan a hundirnos en sus aguas tenebrosas sin saber nadar y en el convencimiento de que ya se han repartido los salvavidas entre unos pocos amigos.
Nos quedaremos con las palabras de Cicerón, para no evadir el camino de la esperanza y terminar sin nada por delante. “Como nada es más hermoso que conocer la verdad, nada es más vergonzoso que aprobar la mentira y tomarla por verdad”.