

Por: Redacción Semanario de Junín
PÁGINA DE HUMOR PUBLICADA EN LA EDICIÓN IMPRESA Y EDICIÓN DIGITAL Nº 482 DE SEMANARIO DE JUNIN. SEMANA DEL 4 AL 10 DE OCTUBRE DE 2025
Alexia primero dio señales, trabajó en silencio, armó, cerró y cuando tuvo el moño listo, avisó que abandonaba el pago.
Ahora, sin importarle la derrota ni la voluntad de los de las afueras, (siempre le importó muy poco la suerte ajena), prepara las maletas para la nueva vida, con menos presiones y menos trabajo que el que tuvo en el pago, que fue escaso, sin resultados ni remordimientos.
Ya falta poco para que se tome el palo al menos por un par de años y mientras deja el sillón de Rivadavia en manos de su pariente que nadie eligió, pero él escogió, son varios los que andan como bola sin manija, buscando nuevo conchabo.
Se calcula que (al menos así figuran en algunos listados) unos cien sialexistas se quedarán sin jefe, aunque muchos de los que no partirán a su lado, seguirán al calorcito de Sir Fiorín, el elegido que se mantiene callado.
De esa legión de funcionarios sin destino mientras algunos irán al reino provincial, a perderse entre las diagonales y los tilos, la inmensa mayoría quedarán boyando por acá, aunque es de esperar que, derrota mediante, y si se digna Gran Cuñado a cambiar, algunos tengan que salir a laburar.
Como sea, el silencio que reina en el Reino es revelador. Pese a algunas boqueadas muy puntuales, Alexia hace rato que partió, y aunque deja el cotillón, es notorio que nadie baja línea del discurso, ni hay quien dice qué decir.
El reino quedó a la deriva, peor que antes, en un limbo, una transición peor que la gestión que Alexia abandonó, porque ahora el tiempo transcurre entre uno que piró y otro que no asumió. Bueno, a decir verdad, Alexia se está yendo, pero no se irá. Eso sí, validó su gran mentira cuando prometió allá lejos y hace tiempo, que venía para no repetir los viejos vicios del pasado y que lo suyo era la renovación de los reinados.
Pero no solo hizo eso, fue más allá. Dio vueltas y vueltas hasta encontrar el uno que le aseguraba porvenir, sin importar los colores que buscó. Primero amagó pintarse violeta pero no se dio, después se mantuvo amarillo desteñido, cuando matrimonio o convivencia, hasta que decidió pintarse de rosado, porque, al fin y al cabo, el número era su misión.
Ahora, que sabe pondrá el traste en el lugar que tanto deseó, su única preocupación es apuntalar al fulano que nadie sabe lo que hará, ni con el cargo ni con las obras ni con la gestión.
Es triste la verdad. Porque entre la nada de Alexia y lo que viene, en el reino todo seguirá igual. Paradojas de la vida, mientras él subió y subió, no paró de hundir a los demás.
PetrEgo
Esta semana, como adolescente recién recibido, a la salida de la Rosada, PetrEgo mostró orgulloso el papelito del acuerdo para la continuidad del bajo nivel. Agrandado, dijo: “Lo hice”.
Era el poroto que le faltaba para cerrar su capítulo amarillo-rosado antes de partir a disfrutar los cafecitos en el Senado provincial. Si bien nada dijo acerca de quién lo financiará, logró su cometido.
Con esto, cerró su capítulo despedida de la novela al frente del municipio, con lo que se había propuesto antes de partir.
Se marcha anticipadamente, viendo que no podía reelegir. Logró un cargo superior, donde demostró que nunca le importaron las formas sino los títulos y los sillones.
Eso sí, deja su legado: Fotos con emprendedores que se la juegan para sobrevivir con algún negocio mientras él dice que ‘es por el terreno fértil que propuso’; caminos rurales destruidos, pero en manos de amigos a quienes le acomodó la licitación, algo similar a lo que hizo con la terminal y como antes hizo con la Zona de Actividades Logísticas, que por ahora tiene pavimento, varios sueños, pero ningún galpón.
Se va con barrios llenos de quejas, con mugre amontonada meses y meses sin sacar; cientos de cámaras y millones puestos en seguridad sin estadísticas y con robos a la orden del día; pero, sobre todo, parte montado a la ola de la queja por todo lo que no pudo hacer, ‘por ser discriminado’ omitiendo las millonarias ayudas que recibió para las pocas obras que se hicieron.
Cero agradecimientos. Fin, diría Adorni, con razón.
Te contamos todo lo que NO HICIMOS esta semana
*) Solucionarle problema al barrio Caca. Pero estamos pensando en cambiarle el nombre. O repartir papel higiénico en las esquinas.
*) Empezar con el acting del bajo nivel. Pero lo dejamos para mi despedida.
*) Cortar las cintas de la segunda etapa de la terminal. Otra historia para mi adiós.
*) Pintar la doble línea amarilla de Primera Junta. Antes de mi partida, le mandamos la tercera.
*) Poner nuevamente la luz en Chile y Falucho, hace 5 meses que sacaron el caño para colocar una cámara.
*) Presentar formalmente a Gran Cuñado. Es bueno haciendo asados en la familia.
*) Gracias por todo. Ustedes lo hicieron (y gracias por no darse cuenta) Fin.