

Ante un escenario de probable derrota electoral el 26 de octubre, el gobierno nacional apuesta a cambiar de rumbo y busca recuperar interlocutores perdidos. En especial, aquellos intendentes del PRO que se alejaron de la alianza con La Libertad Avanza (LLA) pero siguen teniendo peso territorial.
Precisamente, el viraje en la lectura del mileísmo tuvo otra demostración durante la reunión entre Petrecca y Catalán en la Casa Rosada. Fuentes que presenciaron el encuentro aseguraron a este medio que allí también participaron Cristian Ritondo, principal ariete del PRO en el acuerdo con el gobierno nacional, y Sebastián Pareja, presidente del partido de Milei en la provincia de Buenos Aires y alfil de Karina Milei para el desarrollo de la estrategia electoral. Para despolitizar el anuncio prefirieron no salir en la foto.
La historia de la obra es también la historia del desgaste político. Junín lleva casi dos años partida en dos. La interrupción del tránsito sobre Rivadavia, corazón comercial de la ciudad, fue una herida abierta desde que Milei aplicó su política de “obra pública cero” en diciembre de 2023. En medio del abandono que implicó múltiples cierres de pymes y pérdida de trabajos, comerciantes, vecinos y la justicia empujaron para que la obra se reanude mediante un amparo.
El anuncio ocurre en el peor momento electoral para el oficialismo con mediciones, tanto en Fuerza Patria como en La Libertad Avanza, que arrojan una diferencia a favor del peronismo que oscila los 18 puntos a nivel provincial. ¿Otra dificultad? La posibilidad de que Petrecca trabaje en tándem con la escudería libertaria parece una utopía. Fuertes críticas a la gestión, fracturas internas y acusaciones por compra de candidaturas inundan la agenda libertaria de Junín.
Según cuentan desde las filas de Santilli, el dirigente nunca perdió contacto con aquellos intendentes y figuras del PRO que optaron por correrse del acuerdo con Milei. Uno de ellos es justamente Petrecca, con una década de gestión en el municipio y que ahora seguirá su camino en el Senado bonaerense. En las elecciones del 7 de septiembre decidió no integrar la alianza y fue como parte del espacio Somos Buenos Aires que lideró la UCR bonaerense, aunque manteniéndose dentro del PRO.
El resultado fue que quedó segundo en su ciudad, con el 29 por ciento de los votos, frente al 35 por ciento de Fuerza Patria, y tercero en la Cuarta Sección, donde lideró la boleta como senador provincial, con apenas el 19 por ciento.
Santilli y Petrecca se conocen por el partido e, incluso, transitaron la campaña de 2023 bajo el paraguas de la boleta de Horacio Rodríguez Larreta en la interna contra Patricia Bullrich. Optaron por ser palomas y no halcones, pero Santilli prefirió dar el salto a días de la asunción de Milei. Petrecca no, más allá de que siempre mostró cierta empatía con políticas aplicadas por el gobierno nacional.
Esa distancia es puesta en valor por el oficialismo juninense. Incluso trazan una comparación con Diego Valenzuela, intendente de Tres de Febrero que se pasó a LLA con Milei y que obtuvo el traspaso de una obra a raíz de su cambio. “Nosotros no tuvimos que hacer eso. Pablo se mantuvo en su postura y logró esta respuesta. Eso no lo logra cualquiera”, agregan. También destacan que la gestión se realizó con el acompañamiento político de figuras como Ritondo y Santilli, sin condicionamientos ni acuerdos políticos.
Petrecca había marcado su diferencia no sólo al enrolarse en Somos, sino también porque cuando a fines de agosto el presidente Milei visitó la ciudad, el intendente decidió sumarse al reclamo social por la paralización del bajo nivel. La secuencia tuvo fuerte repercusión en Junín con manifestaciones por parte de una multisectorial y vecinos que se movilizaron con carteles en rechazo a la presencia del mandatario local y exigiéndole a Milei la finalización de la obra.
Allí, el camino del intendente PRO terminó de desviarse en sentido contrario al de La Libertad Avanza. Hasta que llegó el llamado para reactivar la obra, los contactos solo existieron con Santilli y Ritondo, es decir, con el ala PRO, hoy con tachas violetas, según pudo conocer este medio.
Hasta el momento, el intendente prefiere guardar silencio. No muestra señales de acercamiento más allá de la foto institucional en Casa Rosada acompañada por su posteo en redes. Desde su entorno aseguran que la reactivación luego de “un año y medio de gestiones”, en el que Petrecca habló “con todos los funcionarios” y que, si bien “la respuesta llega después de las elecciones de septiembre, es un reconocimiento a la constancia institucional, no un acuerdo político”.
El calvario libertario en Junín
La eventual estrategia nacional podría sumar otro palo en la rueda en Junín. A nivel local Petrecca convive con una pata libertaria con la que no comulga y mantiene una relación hostil. Meses atrás y previo a las elecciones legislativas provinciales, Mauro Imperatori, ex PRO y actual referente libertario en Junín, fue muy crítico del intendente. En el Concejo Deliberante, los concejales del bloque La Libertad Avanza, que antes de las elecciones eran 2 y a partir de diciembre serán 5 porque sumaron 3, no responden a Petrecca.
Además, el ecosistema libertario está envuelto en una interna feroz con denuncias por venta de candidaturas, renuncias, fracturas y operaciones de todo tipo, como detalló Buenos Aires/12 en su momento. En tanto, hay 7 ediles que sí están bajo el ala del intendente dentro del recinto.
“El proyecto que tenemos espera gobernar la ciudad en 2027”, declaró Diego Cristina, excandidato libertario, en aquel entonces. Una señal clara de que no hay espacio para acuerdos locales con el actual intendente. Belén Veronelli, otra dirigente desplazada por la interna libertaria, también denunció irregularidades y apuntó contra Imperatori. “Todos ellos son muy críticos de Petrecca. No hay empatía posible”, sintetizaron desde el peronismo local.
Desde el entorno de Petrecca refuerzan esta postura al negar cualquier alineamiento con La Libertad Avanza. “Nosotros vamos a seguir siendo una oposición responsable, seria. Vamos a acompañar lo que esté bien y a marcar lo que esté mal. En Junín tenemos una universidad nacional y si Pablo hubiese sido legislador hubiera votado a favor de la Ley de Financiamiento Universitario. Pablo es del PRO, nunca se fue de este espacio, y así va a seguir construyendo.”, afirman.
La mirada de los principales perjudicados
La reactivación de la obra no sólo ocurre en medio del calendario electoral, sino también en respuesta directa a un fallo judicial. César Dardano, comerciante e impulsor del amparo judicial, fue claro: “Esto se dio porque se llegó a un límite. El juez les dijo que tenían que decidir si seguían o paraban la obra. Hace diez días dijeron que la iban a continuar y ahora lo confirmó el intendente”.
La Justicia había ordenado al Estado nacional definir si continuaba o no la obra, y en caso contrario, reabrir el paso a nivel. El expediente sigue en la Cámara Federal, pero el anuncio llegó antes del fallo. Para muchos comerciantes, como Dardano, esto no borra los sinsabores: “Son 20 meses más, ya venimos de otros dos años. Hay un avance del 32 por ciento, y sabemos que se podría hacer en menos tiempo si estuviera toda la plata. Pero sabemos que vamos a estar otros dos años igual y se van a seguir perdiendo puestos de trabajo”. Otros vecinos y comerciantes también hablan de un acuerdo que no cierra con un anuncio que llega por necesidad política más que por convicción.
La historia reciente del bajo nivel en Junín resume, en una sola obra, el fracaso de varias gestiones previas. Una obra inconclusa sobre una vía en desuso, iniciada en 2021, paralizada desde 2023, licitada sin cumplir los pliegos y ahora relanzada bajo una promesa con sabor a déjà vu. Catorce comercios cerraron desde su paralización. La ciudad quedó dividida. La indignación judicial, política y vecinal fue la única que empujó el anuncio.
Ahora, la empresa Sabavisa S.A., que era la misma que iba a hacer la obra antes de 2023, se encargará de terminarla con un presupuesto de 13.000 mil millones de pesos más IVA, según explican desde el grupo de vecinos que presentó el amparo. “Esperamos que traigan pronto la excavadora para hacer el pozo lo antes posible. Ahí realmente vamos a ver un verdadero avance de la obra”, sostiene uno de los vecinos de la zona, luego de observar la llegada de tractores al lugar donde se construirá el bajo nivel.
“Los puentes sirven para unir, y cuando no los hacés, partís todo”, sintetizó otro vecino. Hoy, ese puente es también una metáfora de la política nacional, un intento de unir lo que está roto, aunque sea a fuerza de urgencias electorales.
Mientras tanto, las elecciones legislativas nacionales del 26 de octubre asoman como una batalla cuesta arriba para el oficialismo. En el seno violeta se habla abiertamente de que por ahora “la única opción es perder por menos de diez puntos”. Es el nuevo umbral del éxito. La posibilidad de que Santilli logre reagrupar parte del PRO para oxigenar a LLA es el único escenario positivo que manejan.
El gobierno nacional, por su parte, apuesta a gestos concretos como el de Junín para recomponer puentes con intendentes con peso real, con la vista puesta en el último y gran objetivo libertario, las presidenciales de 2027.
Lo único seguro es que, para los vecinos de Junín, el bajo nivel que esperan hace dos años todavía está lejos de convertirse en una realidad. Y mientras tanto, la política nacional juega su propia obra, una de seducción, urgencia y cálculo electoral.
Con la campaña cargada sobre sus espaldas luego de la renuncia de José Luis Espert por sus vínculos con un posible narcotraficante, Diego Santilli apunta cosechar adhesiones de parte de los dirigentes macristas desencantados con el amorío entre amarillos y violetas. Así lo aseguraron desde el entorno del candidato a diputado nacional, en una actitud que viró desde la categórica derrota el 7 de septiembre.
Juan Manuel Meza y Andrés Miguel/P12