"Se trata de efectivos que se negaron a formar parte de una verdadera mafia de negocios turbios armada por los ya desplazados jefes comisarios Cristian Gómez y Pablo Fernández, coordinada por el secretario de seguridad municipal Miguel Núñez, contando con Yamila Palacios como mano ejecutora de todos los operativos", comentó una fuente policial que sigue de cerca el entramado judicial.

Precisamente,"la impunidad con que fue manejándose esta oficial, Palacios, tomó tanta notoriedad que llegó un momento en el cual ya no la pudieron controlar. No solo cometía atropellos contra ciudadanos, sino también dentro de la fuerza, con maltrato hacia sus propios pares, amparándose en la protección que recibía y recibe de parte de autoridades políticas y policiales", agregó la misma fuente. 

De modo que empezaron a presentarse denuncias en su contra y el “Palacio de la corrupción” comenzó a desmoronarse como un castillo de naipes, graficaron.

Mientras comienzan esta semana esas declaraciones de agentes rojenses en Asuntos Internos, los rumores en la sede de la Comisaría local indican que los nuevos jefes, Monfolleda y Pages, estarían apurando la reincorporación de la hoy suspendida Palacios, con la presión que ejerce Núñez. En todo este tiempo que Palacios estuvo fuera de funciones, se encargó de hacerle saber a su círculo que si cae, empieza a hablar de todos los negociados. 

A este expediente interno hay que sumarle la causa que investiga la Justicia en los Tribunales de Junín por irregularidades en los gastos de combustible de los patrulleros y los cuestionamientos que se hacen sentir cada día con mayor contundencia sobre los antecedentes del secretario municipal de Seguridad, abogado Miguel Núñez. 

Fuentes provinciales dejan saber que las máximas autoridades, léase gobernadora María Eugenia Vidal y su ministro Cristian Ritondo, se mantienen informados por personas de su confianza sobre las conductas de todos estos personajes que han armado una red de negocios al margen de ley con malos policías, como Palacios en el gerenciamiento. 

Se vienen semanas complicadas para estas autoridades rojenses y habrá que observar hasta dónde son capaces de resistir y cuánto daño más causan a la comunidad en ese cometido.