Por: Redacción Semanario de Junín
Un peón rural de 20 años que se encontraba trabajando en una estancia de Vedia, denunció haber sido amenazado y torturado salvajemente por sus empleadores, quienes fueron allanados y se les encontraron elementos probatorios que se relacionarían con dichas acciones.
La información basada en la denuncia fue publicada este sábado en Infobae indicando que “los dos jefes de Agustín lo golpearon, lo mordieron, le apuntaron con un arma, lo amenazaron con que lo iban a hacer desaparecer en un tanque de cal viva y le dijeron que lo mataban si hablaba o los denunciaba. Incluso le tomaron una foto para mostrarles a sus otros empleados”.
El hecho adquiere ribetes espeluznantes por la crueldad manifiesta al extremo contra un trabajador rural y en cierto modo la impunidad con que se manejan en este tipo de ámbitos, donde las noticias sobre explotación laboral son bastante frecuentes.
El portal relata que “Lo peor de todo es que después de la feroz paliza, lo subieron a su vehículo y pusieron toallas en el asiento de atrás para que no les manchara el tapizado con la sangre. Incluso, antes de dejarlo en su casa de Junín, le dieron dos pastillas de “diclofenac” y le aconsejaron que se dé una ducha con agua caliente”.
“Quedó psicológicamente destruido”, expresaron sus abogados Anabella Sandoval y Matías Almeyra, quienes representan a Agustín en “la causa que instruye la ayudantía fiscal de Vedia por privación ilegal de la libertad, lesiones y coacción agravada. Ellos pretenden que el caso se tome como intento de homicidio contra los hermanos sindicados”.
Se hicieron allanamientos, se les secuestraron los teléfonos, jeringas y precintos y se pidió la detención de los acusados, pero la Justicia de Garantías no la dio.
Sí otorgó una prohibición de acercamiento hasta tanto se encuadre el caso. Los acusados aún no fueron indagados.
Siguiendo con lo proporcionado por el portal porteño “todo sucedió el 30 de septiembre pasado, alrededor de las 19.30, en una estancia situada sobre la Ruta Nacional N°7, en dirección a J. B. Alberdi. El trasfondo del caso fue un ganado que le dio a Agustín uno de los acusados como parte de pago por las horas extras, pero que no reconoció ante su hermano, sino que dijo que el chico lo había llevado. “Se roban entre ellos y lo culparon a él”, acotó la abogada Sandoval.
Los agresores lo sacaron de la casilla, uno de ellos se montó sobre su espalda para inmovilizarlo con las rodillas. Le ataron las manos y los pies con precintos plásticos y el otro le mordió violentamente la oreja derecha: en las imágenes se ve que le arrancó parte del tejido y le provocó una mutilación parcial y un sangrado abundante, además del dolor.
Fue entonces cuando D.A. (uno de los denunciados) tomó una carabina de color negro, con cinta adhesiva en la culata y en el gatillo, y la apoyó sobre la cabeza de Agustín y le apuntó. El otro agresor lo amenazó con matarlo y le exhibió una jeringa con un líquido gris: “Le dijo que eso le iba a detener el corazón”. Inmediatamente después, le dio una violenta patada en la zona del cuello y la tráquea. “Podrían haberlo matado con ese golpe”, resumieron los abogados de Agustín.
S.A el otro denunciado “le dijo que lo iban a meter en una lata de 200 litros con cal viva, para hacerlo desaparecer, y que si su familia preguntaba dónde estaba, le iban a decir que viajó a Córdoba", describieron.
Después de casi una hora y media de tortura y amenazas, decidieron darle fin a la paliza y llevarlo a su casa de la ciudad de Junín. Lo subieron a la parte de atrás de una camioneta de color azul, aunque antes pusieron toallas para que no manchara el tapizado con sangre.
Y le advirtieron: “No se te ocurra decir nada en el hospital ni en la comisaría, porque te vamos a matar a vos y a tu familia”.
Agustín F. no hizo caso a las amenazas. Y denunció lo ocurrido, incluso en los últimos días se sintió perseguido y logró la restricción. El informe médico detalla: “Sufrió la fractura de las paredes del seno maxilar y compromiso de partes blandas de la cara, le quebraron el tabique nasal -con desplazamiento-. Por eso se indica reposo absoluto por 40 días”.