La recurrente falta de competitividad internacional de la industria argentina volvió a mostrar su peor efecto este lunes, al conocerse la decisión de SKF Industrial Américas y Australia de cerrar la operación industrial nacional que se desarrollaba en la emblemática planta de Tortuguitas, provincia de Buenos Aires.
La noticia se conoció a través de un comunicado de prensa en el que se informó que luego de tener presencia en el mercado por más de 100 años -llegó al país en 1917-, la compañía reajustó su estructura al cerrar la planta de producción local de rodamientos de bolao rulemanes, como parte de una “estrategia para optimizar su presencia global de fabricación y centrarse en plantas de producción más grandes, tecnológicamente más avanzadas e innovadoras”.
La decisión de la marca de origen sueco implica la pérdida de unas 150 fuentes de trabajo, el remanente de una plantilla estable que llegó a casi 500 operarios algunos años atrás, pero que se fue reduciendo producto de los cambios que se fueron dando en el escenario mundial y de las condiciones de escala industrial y la estructura impositiva de Argentina.
Oficialmente, Manish Bhatnagar, presidente de SKF Industrial Americas y Australia, declaró que “tras una evaluación exhaustiva de diversas soluciones alternativas, finalmente no se pudo identificar una opción viable para mantener las operaciones de la planta de Tortuguitas. La decisión de cerrar la planta fue, sin duda, difícil, pero es necesaria para garantizar la competitividad global de SKF a largo plazo”. También expresó el profundo agradecimiento al personal que trabajó en la compañía durante los últimos años.