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Si bien todavía no está la decisión tomada definitivamente, el próximo 10 de diciembre el cuñado del intendente Pablo Petrecca, Juan Carlos Fiorini, se hará cargo del Ejecutivo municipal, algo que el actual alcalde planeó desde hace años para mantener su manejo del poder a través de su familiar.
Fue justamente Mauricio Macri quien en 2018 impulsó un decreto que prohibía el nombramiento de familiares, si bien lo hacía por consanguinidad, el caso de Junín es una muestra más de falta de ética y transparencia, valores de los que ha demostrado carencia el jefe comunal.
Fiorini, hermano de la esposa de Petrecca, llegó a la política de la mano del actual administrador del municipio, quien a través de los contactos logrados con la iglesia de su padre se consolidó como armador del PRO en estas tierras ya que algunos de sus dirigentes veían con buenos ojos sumar masa crítica a través de los fieles al evangelio.
De esa manera, el “cuñado” fue, luego de un par de años de “fogueo”, quien integró en 2017 la lista sábana como candidato para el cargo de senador bonaerense, ocupando un período durante el cual la mayoría de sus pares sabían de él, pero no le conocían la voz, debido a su timidez y falta de conocimiento de las cuestiones políticas y la vida democrática, además de la escasa o nula participación en el recinto.
Llegó a decir entre algunos íntimos que la política lo “aburría” y que por eso no le gustaba el cargo. Aún así resultó preso de la manipulación de su cuñado, quien lo intentaría postular, aunque sin suerte, para ocupar la intendencia en 2023.
Fiorini, hermano de la esposa de Petrecca, llegó a la política de la mano del actual administrador del municipio
El camino fue a pura impotencia, el exsenador nunca pudo levantar en las encuestas, mientras Petrecca recibía cada vez más presiones familiares para irse fuera de Junín.
Por eso tuvo que apelar al plan B, y de esa manera hacerlo renunciar a la banca del Concejo con la excusa de ponerlo como secretario de Gobierno, aunque unos meses después lo candidateó nuevamente como primer concejal, asegurándose que en 2025 sería su sucesor natural ocupando el cargo de presidente del cuerpo deliberativo.
A pesar de los cálculos, la fuga del intendente hacia las luces fulgurantes de las grandes ciudades casi falla en estas elecciones 2025, debido a su “canchereada” con los libertarios, pero un “hada salvadora” le puso una camiseta rosada y logró el pasaporte hacia La Plata.
El panorama igualmente es poco halagüeño. Hay muchos que se empiezan a frotar las manos, pensando en que el titiritero de Fiorini estará alejado y habrá posibilidades de que sea otro u otros los que manejen los hilos de a quien apodan “Bernardo” aquel asistente del Zorro, quien desde hace meses no deja de llevarle cada semana una renovada “lista de miedos” a su cuñado.
Y mientras Fiorini adelanta en algunas breves entrevistas de prensa que "seguramente habrá una impronta distinta, porque somos personas distintas”, los propios funcionarios lo miran de reojo y sonríen cínicos, sabiendo que sólo deberá repetir el guión escrito por el mandamás.

“Juancito”, como algunos lo recuerdan casi con reminiscencias a aquel otro cuñado famoso que al menos dejó el estadio de cemento, tendrá además el aliento sobre la nuca de otro hombre del nepotismo como lo es el hermano Walter Petrecca, reconocido por complejizar las soluciones, en una administración donde prima la improvisación e imprevisión.
"No pienso en cambiar todo, seguiremos construyendo sobre los cimientos realizados e incorporaremos nuevos funcionarios que iremos definiendo", anuncia Fiorini, en una frase que si no fuera tan larga podría ser impresa en tazas para repartir en las oficinas de la municipalidad para que resulte “idea fuerza” de los nuevos y viejos funcionarios.
“Petrecca está con la manta corta” dicen los propios ocultando la boca para que no les lean los labios y agregan: “pudo tapar un problema yéndose de Junín, pero se le destapan otros más graves”.
El jefe comunal sabe que los más confiables son, al mismo tiempo, los más inoperantes y que los que pueden resultar operativos, no son confiables ya que llegaron a su gabinete luego de traicionar a otros, por lo que el “efecto Judas” se huele fuerte en el aire de los pasillos del palacio, desde ahora y hacia el mismísimo 11 de diciembre.
Otro personaje del nepotismo, y que al igual que los otros trata de obviarlo en sus discursos como si todos fuéramos estúpidos, es Julio Miguens
EL SUEGRO
Otro personaje del nepotismo y que al igual que los otros trata de obviarlo en sus discursos como si todos fuéramos estúpidos es Julio Miguens, otrora sindicalista y que olió una veta interesante en el estado, a partir del crecimiento obligado de quien es su yerno: Juancito Fiorini.
Acostumbrado a la prepotencia sindical, Petrecca lo digitó a Miguens como presidente de la federación de sociedades de fomento en lugar del recordado y batallador Osvaldo Giapor, cuando al “turco” le empezaron a encontrar debilidades para derrocarlo.
El “suegro del cuñado” se tomó en serio la tarea y no le tembló el pulso a la hora de “poner en caja” a cualquier fomentista rebelde que apareciera, aunque hace unos meses debió recular frente al empresario Hugo Cieri, quien llegó con amplio apoyo fomentista al populoso barrio “La Celeste” ocupando la presidencia.
Resultan casi burlonas las declaraciones del ex ATE, cuando dice ante la prensa que “la relación con el nuevo intendente, Juan Fiorini, se mantendrá basada en el diálogo y el reclamo constante por los intereses de los barrios, tras la salida de Pablo Petrecca hacia el Senado provincial”.
Tal vez alguien debiera explicarle que sería sano, ético y transparente que diera un paso al costado por el conflicto de intereses.
Sin embargo, pretenden tomar a la comunidad de tonta, al afirmar que “para nosotros no cambia nada, cambia el nombre de una persona”, cuando esa persona es su yerno y se plantea una relación que sin dudas podría afectar el normal desenvolvimiento de las instituciones, justamente cuando el exsindicalista representa a 53 barrios a través de la federación que preside.
Es más, todavía se hace el “picante” y asegura que “mantendremos la misma postura: si hay que levantar la voz, lo haremos (obvio que ya conoce de pusilánimes); si hay que dialogar, también; y cuando haya que reclamar, reclamaremos” afirma Miguenz, quien podría tomar dicha actitud beligerante o no, por ejemplo, en el asado de los domingos con su hija y yerno o en el cumple de los nietos. Porque finalmente todo “queda en familia”.
Por eso el título de esta nota. Para poder entender lo que viene y lo que ya pasó con una gestión insolente que desde hace 10 años le viene tomando el pelo a la comunidad, aplicando las peores artes de la antipolítica y dejando el distrito en el estado de abandono actual, aunque con un relato adornado de chafalonerías, que como quedó demostrado en las elecciones del 7 de septiembre, no todo el mundo está dispuesto a comprar.
 
							 
						 
							 
						 
							 
						 
							 
						 
							 
						 
							