Por: Redacción Semanario de Junín
SECCIÓN SEMANAGRO PUBLICADA EN LA EDICIÓN IMPRESA Y EDICIÓN DIGITAL Nº 487 DE SEMANARIO DE JUNÍN. SEMANA DEL 8 AL 14 DE NOVIEMBRE DE 2025
Esta semana hubo una inusual euforia por el alza en el precio de la soja, cuando los productores están en plenas labores, algunos ya sembraron y viendo reverdecer los lotes y otros frotando la lámpara para que el genio aparezca.
Claro está que ninguno puede dejar de entender que este tipo de cuestiones de valores en los granos no es más que una “timba granaria” en la cual el chacarero termina siendo un número más para los negocios que realizan los especuladores de siempre.
Si para muestra basta un botón, disculpen que les recordemos cómo el gobierno se patinó 7.000 millones de dólares con la “jodita” de las retenciones cero que en 48 horas de las había engullido la grandes corporaciones y en el campo sólo quedó el olor del “pedo de buzo” que revolearon.
Dicho esto, cuando despuntaba la actividad semanal la soja ascendía a USD 411 por tonelada y alcanzaba máximos desde julio de 2024 en el mercado de Chicago. El impulso a la oleaginosa proviene del acuerdo de compra entre China y EEUU, aunque los operadores decían que el impacto en Argentina, de momento, no sería significativo.
En detalle, el secretario del Tesoro norteamericano, Scott Bessent, confirmó que China comprará hasta 12 millones de toneladas del grano antes de enero y 25 millones anuales durante los próximos tres años.
“La medida, que busca aliviar la situación de los productores estadounidenses tras meses de tensiones comerciales, no cambia el panorama estructural del sector agrícola de EEUU, aunque genera expectativas positivas en el corto plazo”, consideró Wise Capital.
Para Argentina, “el impacto sería limitado o incluso favorable, dado que una reactivación del comercio agrícola global podría sostener los precios internacionales. El anuncio se conoció tras la reunión entre Donald Trump y Xi Jinping, donde el presidente norteamericano celebró en redes sociales que China volverá a comprar soja, sorgo y otros productos agrícolas a su país”, sostuvo.
Por su parte, Carlos Steiger, director MBA en Agronegocios de la Universidad Austral, explicó también: “Básicamente son las compras de China de soja a EEUU lo que hizo que el precio subiera en el mercado de Chicago y luego, de alguna manera, se transfiere a otros mercados como Brasil y Argentina”.
Sobre los efectos a nivel local, señaló que no queda tanta soja de la campaña 2024/25 y hay que ver el impacto en la posición de mayo de 2026 para la nueva campaña y como impacta en la rentabilidad del productor. Por ahora, el futuro marca USD 316.
El consultor agropecuario Javier Preciado Patiño afirmó: “Si tomo el último mes, la soja en Chicago pasó de 376 a 411 dólares la tonelada, pero en nuestro mercado de futuros, A3, pasó de 343 a 335 dólares. Es decir, Chicago no necesariamente va a ser copiado por el mercado local, ya que puede estar reflejando una situación más vinculada al mercado estadounidense, que al mercado global”.
Por su parte, Mariela Brandolin, consultora en mercado de granos e inversiones financieras, explicó que la soja en el mercado local ya muestra cierta fortaleza, gracias al impulso que dejó el período de retenciones cero en las semanas anteriores. Por eso, en una primera instancia es probable que las subas registradas en Chicago en los últimos días no se reflejen de inmediato en los precios locales.
China comprará hasta 12 millones de toneladas del grano antes de enero y 25 millones anuales durante los próximos tres años
AGUA O SECA; ¿DULCE O TRUCO
Por otra parte, y no menos preocupación hace una semana atrás se conoció un informe del Banco Mundial proyectando que los precios de las materias primas caerán un 7% tanto en 2025 como en 2026, acumulando cuatro años consecutivos de declive y alcanzando en el próximo calendario el nivel más bajo de los últimos seis años. Además advierte por un evento La Niña en la campaña agrícola argentina.
El informe “Perspectivas de los mercados de materias primas” sostiene que la baja en los precios está vinculada con el “débil crecimiento económico mundial, el creciente superávit en la oferta de petróleo y la persistente incertidumbre en las políticas”.
En cuanto a los alimentos, tras una caída estimada del 6% en 2025, se proyecta que el índice de precios de los alimentos se mantenga en general estable en 2026 y 2027, con precios anuales para los tres componentes —cereales, aceites y harinas, y otros alimentos— que permanecerían dentro de un rango del 1% al 2% respecto de los niveles del año anterior. Proyectan que se sembrará menos soja a pesar de la baja de retenciones
Con respecto al precio de la soja, cuyo complejo es el mayor generador de dólares para la economía argentina, el BM proyecta que el consumo mundial alcanzará un nuevo máximo en 2025/26 y stocks ajustados a fin de año, con aumentos de precios de 1% en 2026 y 2% en 2027.
En 2024, el complejo soja generó 19.624 millones de dólares en exportaciones para la Argentina, representando casi el 25% del total.
Se prevé que el consumo de aceite de soja aumente en 3 millones de toneladas (4%) en 2025-26, superando el crecimiento esperado de la oferta, de 1,8 millón de toneladas. Este déficit impulsaría los precios ligeramente al alza en 2026. Sin embargo, se prevé que los precios caigan moderadamente en 2027", añade el reporte. Con respecto a la harina de soja, el principal producto de exportación argentino, el BM estima que los precios bajarán 4% en 2026, impulsados por el aumento en la producción de aceite de soja, que incrementa la oferta de harina como coproducto.
En 2024, el complejo soja generó 19.624 millones de dólares en exportaciones para la Argentina, representando casi el 25% del total
RIESGOS ALCISTAS Y BAJISTAS
"Los riesgos para las perspectivas de precios de los alimentos están en general equilibrados", afirma el BM. Los principales riesgos alcistas incluyen una reducción de las tensiones comerciales principalmente entre Estados Unidos y China (especialmente en el caso de la soja), fenómenos climáticos extremos y mayores costos de fertilizantes.
Por otro lado, los bajistas incluyen una demanda de biocombustibles más débil de lo previsto y una desaceleración económica mundial más pronunciada de lo esperado.

“Las condiciones meteorológicas indican una probable ocurrencia de un evento de La Niña a fines de 2025 o comienzos de 2026. Si La Niña resulta más fuerte y prolongada de lo previsto, podría traer un clima más cálido y seco de lo normal a las principales regiones agrícolas —incluidas Argentina, el sur de Brasil y la costa del Golfo de EE.UU”.
Este evento climático "podría afectar la producción de maíz, trigo y soja, empujando los precios por encima de las proyecciones actuales”, afirma la entidad. De producirse en ese período, en Argentina podría afectar el normal desarrollo tanto del maíz como la soja.

