La comunidad de 9 de Julio se movilizó este miércoles para acompañar el reclamo de Agustín Diez, el padre de una niña de seis años que en septiembre sobrevivió a un intento de degollamiento por parte de su madre biológica. A dos meses del ataque, y ante la falta de medidas concretas, el hombre pidió ayuda para exigir que la Justicia intervenga con firmeza y proteja a su hija.

El episodio ocurrió el 23 de septiembre de 2025, cuando la madre le provocó a la nena una herida profunda en el cuello. La menor logró sobrevivir, pero el caso derivó en una decisión que encendió el malestar familiar: la mujer fue declarada inimputable y quedó en libertad, pese a la gravedad del ataque.
Según explicó la familia, la Fiscalía había pedido elevar la causa a juicio. Sin embargo, el Juzgado de Garantías lo rechazó argumentando inimputabilidad —por tratarse de una paciente psiquiátrica— y dictó el sobreseimiento junto al cese de la internación penal que pesaba sobre la acusada. El expediente pasó al fuero de Familia, pero sin medidas de resguardo inmediatas. Esa decisión fue apelada por la fiscalía.
La falta de respuestas aceleró la convocatoria a la marcha del miércoles 19, a las 20, en la esquina de Mitre y Libertad, donde vecinos, familiares, organizaciones y ciudadanos autoconvocados acompañaron al padre en su reclamo de protección y justicia. “Que mi hija no sea un Lucio más, que la sociedad me apoye”, pidió Diez, al comparar la situación con el caso de Lucio Dupuy, marcado por las fallas en los mecanismos de protección del Estado.
El padre fue contundente al plantear su temor: “Si la declaran inimputable por enfermedad mental, que quede internada en un psiquiátrico lejos de 9 de Julio. No la quiero cerca de mi hija… mi hija conmigo y ella fuera de 9 de Julio”.