Color Living, otra empresa con presencia en la Provincia, decidió cerrar su planta de Pacheco y dejar sin trabajo a 40 operarios de los sectores de carpintería y costura. La compañía argumentó una fuerte caída de la demanda, el enfriamiento de la economía y el avance de las importaciones, factores que —según el gremio— volvieron inviable sostener la producción.
Desde el Sindicato de Madereros Zona Norte confirmaron que llevarán el reclamo al Ministerio de Trabajo y advirtieron que la medida fue comunicada “de manera abrupta”, según amplió motoreconomico.com.ar. En el sector sospechan que el predio podría reconvertirse en un centro logístico para distribuir insumos importados, una señal que alimenta la preocupación por un proceso creciente de sustitución de producción local, similar al caso Whirlpool en Pilar.
Whirlpool
El cierre de la planta de Whirlpool en Pilar, con 220 trabajadores despedidos, encendió una señal de alarma en la industria bonaerense. La multinacional comunicó de manera sorpresiva que deja de fabricar lavarropas en el Parque Industrial de Fátima debido a la pérdida de competitividad para exportar, la fuerte competencia de productos importados y la caída del consumo.
La empresa abrió una negociación con la UOM para acordar un paquete de salida que incluye indemnización y un plus, mientras mantiene en pie únicamente su operación comercial y logística en el país, con entre 100 y 120 empleados. La planta, inaugurada en 2022 tras una inversión de US$ 52 millones, nunca logró cumplir el objetivo de producir 300.000 unidades al año y exportar el 70%. Ahora, la compañía confirmó que seguirá vendiendo lavarropas, pero importados de Brasil o China.
Cramaco
El panorama también muestra tensión en otros puntos del país. La compañía de generadores eléctricos DBT (Cramaco) despidió 35 trabajadores, el 90% de su personal. La avícola Granja Tres Arroyos avanza con el cierre de una planta y traslada a 250 empleados. Y la textil TN Platex, del empresario Teddy Karagozian, bajó una línea de producción y desvinculó a 20 operarios.
Los casos se suman al achique de otras firmas como Essen, en un contexto en el que la industria local enfrenta presión por importaciones más baratas, altos costos internos y caída de ventas.
La preocupación crece en la Provincia de Buenos Aires, que concentra buena parte del entramado productivo y donde el impacto laboral y social se siente con mayor fuerza.