Suerte que ahora la tecnología ayuda y el GPS parece que conoce la zona. Porque para los que no son del lugar o quienes llegan por primera vez, encontrar los barrios San Carlos y San Ignacio de Junín se parece bastante a jugar a las escondidas.

En ocasiones, pastizales de baldíos servían para esconderse y poder librar a los compañeros; ahora, sirven para esconder autos, bicicletas y peatones, que buscan encontrar el camino hacia la ruta.

Tome nota: En la ruta nacional N° 188, kilómetro 153, detrás del yuyal, aparece un sendero, ése es el que tiene que tomar si es que pretende llegar hasta las barriadas juninenses.

Según algunos, hay yuyos que son competencia de Nación, pero está claro que hay muchos que son responsabilidad del Municipio y estaría bueno empezar a bajarlos de la altura donde están.

Es un peligro. Por la inseguridad vial, y por salud de quienes viven en el lugar. Es hora que alguien se preocupe. Y de paso, se ocupe. Los vecinos lo agradecerán.