

Por: Semanario
La cobertura en salud es uno de los derechos del niño más garantizado por todos los organismos internacionales y consagrado en cualquier legislación. Los menores son el mayor objeto de cuidado, o al menos deberían serlo.
Porque esto es así en la teoría. En la práctica, la situación se torna un tanto más compleja, al menos en este país, en que la Nación provee a las provincias de una menor cantidad de dosis de vacunas que las necesarias para atender a la población a la que deberían llegar.
Por supuesto, esta escasez repercute también en Junín, donde –sobre todo- faltan dosis de la vacuna contra la meningitis, contemplada en el calendario nacional de vacunación y por ende, el Estado debería garantizar su provisión.
Pero hay criaturas de 3, 5 y 15 meses y chicos de 11 años que no pueden recibirla: depende el turno de llegada a las unidades sanitarias para alcanzar a recibir las pocas dosis repartidas. Las vacunas no llegan en tiempo ni en cantidades necesarias, y las consecuencias las pagan los que menos tienen.
En una farmacia, el costo de esta vacuna antimeningocócica, que se comercializa bajo el nombre Menveo, oscila en los 3.000 pesos, un monto casi inalcanzable para muchos hogares, que no tienen otra opción más que concurrir a diario a las salitas para vacunar a sus hijos cuando sea, y no cuando corresponde.
ES VERDAD
“Es verdad que está faltando la vacuna de la meningitis. Llegan con bastante demora y en menor cantidad de dosis de las que corresponde”, reconoció en declaraciones periodísticas el propio secretario de Salud municipal, Carlos Lombardi.
“Por ahora estamos privilegiando a los más chiquitos, porque son más vulnerables”, señaló.
Lombardi remarcó que “estuve en contacto con funcionarios provinciales y traté de conseguir que no tengamos decidir a quién vacunar, porque todos tienen derecho, así que ponemos las dosis que hay a los que se vayan presentando. Pero prometieron que en dos meses estaría solucionado el tema”.
A la vez, admitió también dificultades con la provisión de las vacunas triple bacteriana acelular, que se aplica a los niños de 11 años, embarazadas y al ingreso escolar.
CRÍTICAS
Muchos padres escribieron desesperados por las redes sociales al intendente Pablo Petrecca, que hace oídos sordos a los pedidos. Ni siquiera cuando tuvo la posibilidad de gestionar las vacunas y garantizar el derecho a la salud de los juninenses, esas personas a las que dice representar, lo hizo. El momento ideal hubiese sido cuando llegaron el presidente y la Gobernadora a Junín... pero claro, estas cuestiones de pobres que no pueden pagar una vacuna hubiese empañado la gran fiesta.
Mientras ellos siguen con sus globos color amarillo, la gente “aguanta”, como aconseja el mismísimo presidente.
LAS CONSECUENCIAS
“Que se discontinuen las vacunas genera un gran impacto no solo en la población sino también en el equipo de salud. Bajan las coberturas que son difíciles de recuperar, se pierde la confianza en el sistema y se corre el riesgo de la aparición de casos de enfermedades que están controladas”, advirtió Pablo Bonvehí, quien integra la Comisión Nacional de Inmunizaciones (Conain), el organismo técnico que tiene como misión asesorar a las autoridades nacionales en lo que respecta a la política de inmunizaciones.
EL TEXTO ORIGINAL FUE PUBLICADO EL SÁBADO 6 DE ABRIL 2019 EN NUESTRA EDICIÓN IMPRESA