Escribe Omar Panci (*), especial para Semanario

A 100 años de su nacimiento, la figura de Evita cobra una dimensión mayúscula, no solo a nivel nacional, sino mundial. Amada, odiada, idolatrada, santificada y violada su memoria después de su muerte, secuestrado su cadáver y sepultado en Europa bajo otro nombre.

Así y todo no la pudieron desaparecer de la memoria de la gente. Su corto paso por la vida, cómo lo vivió, la intensidad y pasión puesta al servicio de una causa y su afinidad con los más humildes, la convirtieron en uno de los mitos femeninos más sobresalientes de la política mundial.

Por mucho logró lo que ninguna figura de su género: ser aclamada por multitudes, reclamada por millones de necesitados, fue la mano que nunca retaceó una ayuda.

Debieron pasar generaciones para que su imagen dejara de ser parte de algún hogar de trabajadores. Con el paso del tiempo y la llegada de este siglo, se fue perdiendo el recuerdo por su obra, quienes fueron sus beneficiarios ya casi no están, los dirigentes que por generaciones hicieron gala del peronismo de Eva y Juan Perón ya dejaron sus sillones. Los tiempos fueron cambiando, los hombres y mujeres también.

Pero a pesar de ello el solo nombre de Evita despierta pasiones. Ella no fue una dirigente de ocasión electoral, sino fue un ejemplo vivo de cómo abrazar la política, cómo defender los ideales, cómo llegar al poder sin traicionar el pensamiento. Aunque parezca pasado, en un mundo tan personalista la figura de Evita se agiganta cada día mas.

JUNIN Y LA EVITA PRESENTE

A pesar de que muchos quieran cerrar las páginas de las historia, aun quedan muchos capítulos que continuarán abiertos y, sobre todo, muchos de ellos que se escribieron en Junín. Fue esta la ciudad donde desarrolló parte de su niñez y su adolescencia, desde donde partió para convertirse en Eva Perón. Fue también acá donde se generaron leyendas, mitos y obras que hacen a la vida de Evita.

SU NACIMIENTO: LOS TOLDOS O JUNIN

Según algunos historiadores, Eva Perón nació en el campo La Unión, exactamente frente a la toldería de Coliqueo, a unos 20 kilómetros de Los Toldos. El campo era propiedad de Juan Duarte y allí vivió la familia de Eva, al menos, desde 1908 hasta 1926.  Existen diversas investigaciones históricas que dan como fecha de nacimiento un 7 de mayo de 1919 y determinaron que la comadrona mapuche Juana Rawson de Guayquil fue quien habría asistido a la madre en el parto, al igual que con todos sus otros hijos.

Otros historiadores sostienen la hipótesis del nacimiento en Junín apoyados en diversos testimonios, y asegurando que por problemas con el embarazo su madre debió trasladarse a nuestra ciudad para recibir mejor atención y entonces Evita habría nacido efectivamente en Junín. En esa época era habitual que las mujeres con embarazos problemáticos fueran trasladadas a Junín en busca de una mejor atención médica.

Esta hipótesis, investigada principalmente por Jesús Luis Abdala, y los historiadores Roberto Dimarco y Héctor Daniel Vargas, certifican que Eva nació en una vivienda ubicada en la actual calle Remedios Escalada de San Martín Nº 82 (en aquella época la calle se llamaba José C. Paz), siendo asistida en el parto por una obstetra universitaria llamada Rosa Stuani. Al poco tiempo se habrían trasladado al domicilio ubicado en Lebensohn N º 70 (originalmente la calle era San Martín), hasta que la madre se repuso totalmente y retornó a Los Toldos.

EVITA Y SU INFANCIA EN JUNIN

La escuela. La familia se mudó a Junín durante 1930 y el pase de Eva a la Escuela N° 1 "Catalina Larrart de Estrugamou" tiene fecha el 11 de agosto de ese año. Allí completaría el tercer grado y todo el ciclo primario. EI viejo Junín se extendía al sur de la frontera ferrocarrilera, alrededor de la Plaza San Martín. Allí estaban la Escuela N° 1, la catedral, la jefatura militar y en una de las esquinas de la plaza, el almacén de ramos generales de Basterreix Hnos. y Canavesio.

SU VIDA EN  JUNIN

La primera vivienda en la que se instaló doña Juana está ubicada en la calle Roque Vázquez 86. Luego, con sus hijos mayores con trabajo y la situación económica mejorando, se mudaron a Lavalle 200. Posteriormente pasaron a ocupar una casona de Winter 22 y finalmente, en 1934, se mudaron a Arias 171, donde se realizó la ceremonia del casamiento por civil.

Evita con su hermana y amigas en Junín.

Según describe su amiga y compañera de colegio Delfina Ruiz de Gentile, a Eva le gustaba recitar. En aquel entonces, don Primo Arini tenía una casa de música y, como no había radio en el pueblo, colocaba un parlante en la puerta frente a su negocio. Una vez por semana, de 19 a 20 horas, invitaba a desfilar a los valores locales para animar el programa “La hora selecta”. Eva recitaba poemas. tTambién participó en obras de teatro estudiantiles, entre ellas “Arriba estudiantes” y “Cortocircuito”, esta última con fines benéficos.

EL CASAMIENTO

Rescatado del trabajo titulado “Documentos sobre la vida de Eva Duarte de Perón. Historia, Anécdotas y Testimonios”, nos encontramos con los dichos del escribano Hernán Antonio Ordiales: “El día 22 de octubre de 1945, en Junín, después de las 19 horas, Evita y Perón contrajeron enlace ante mí, y procedí a labrar el acta Nº 182 del Registro Civil juninense”.

El texto: "En la ciudad de Junín de la provincia de Buenos Aires, a veintidós de octubre de mil novecientos cuarenta y cinco, ante mí Hernán Antonio Ordiales, jefe de la Sección Primera del Registro Civil, comparecen don Juan Domingo Perón, que firma Juan Perón, de cincuenta años, nacido en Lobos de esta provincia el 8 de octubre de 1895, domiciliado en la Capital Federal y de ex profeso en ésta, de profesión militar, estado civil soltero (…) y doña María Eva Duarte, de veintitrés años, nacida en esta ciudad el 7 de mayo de 1922, domiciliada en calle José Arias ciento setenta y uno, de profesión artista, soltera, hija de don Juan Duarte, fallecido en Chivilcoy de esta provincia el 8 de enero de 1926, y de doña Juana Ibarguren, argentina, de profesión quehaceres domésticos, domiciliada con la contrayente, quienes desean casarse e interrogados por mí uno a continuación del otro después de oír la lectura de los artículos pertinentes a la ley de Matrimonio, no habiendo oposición y siendo hábiles para el acto según manifestación de los testigos: Teniente Coronel don Domingo Alfredo Mercante” (...). Manifiestan que se quieren por esposos y se otorgan recíprocamente por marido y mujer, visto lo cual en nombre de la Ley los declaro unidos en legítimo matrimonio”.

En realidad, la firma del acta de casamiento se realizó en la casa ubicada frente a la escribanía, cruzando calle Arias, donde vivía Juana Ibarburen, la madre de Evita. La casa está ubicada en Arias 171.

Con respecto a este documento ya han sido observados los datos erróneos y falsos: Perón no era soltero, sino viudo. De Evita se duda de su nacimiento en Junín, mucho menos en 1922. En el casamiento civil se utilizó una partida de nacimiento falsa. Se trata del acta número 728, existente en el libro del Registro Civil de Junín, que fue incorporada en 1945 en el lugar de la partida de Juan José Uzqueda.

Acta de matrimonio de Eva y Juan Perón.

En dicha acta falsificada, correspondiente al año 1922, se la declara nacida el siete de mayo del corriente año, y como habiendo recibido el nombre de María Eva, hija legítima de la declarante y de su esposo Juan Duarte; y aparecen como testigos Ricardo Romero y Prudencio Ibarguren.

El documento más importante para corroborar que su nacimiento al menos no fue en 1922 lo hallamos en el acta de bautismo que se encuentra registrado en el folio 495 del Libro de Bautismos correspondiente al año 1919 de la Capellina Vicaria de Nuestra Señora del Pilar.  

¿Cuáles son los motivos de esta falsificación? Evita había sido reconocida sólo por su madre por la muy sencilla razón de que su padre, Juan Duarte, era casado pero no con doña Juana Ibarguren. Tres años más tarde la mujer legítima de don Juan Duarte, doña Estela Grisolía, había fallecido. Con el fraude en la partida, Evita de hija adulterina se convertía en  hija natural.

Un militar de carrera no podía casarse con una hija adulterina.

EVITA PRESENTE EN LAS OBRAS

Nunca negó ni olvidó sus orígenes, tampoco el pueblo donde vivió su niñez, Los Toldos, pero a Junín le dio mucho y lo privilegió por sobre todas las cosas.

Casada con Juan Perón y ya este en la presidencia de la república, se involucro en la construcción de Centros Educativos, de Salud y Deportivos, Junín, diríamos fue privilegiado por Evita.

Si bien nunca más regresó a Los Toldos, a Junín lo incorporó como un lugar de privilegio en su vida y la ciudad recibió el beneficio de ese cariño en obras, tales como el Edificio del Colegio Normal Nacional (1950), el Hospital Ferroviario (1949), y en 1951 el vínculo se extendió hasta el Club Sarmiento. En 1945, en cancha de BAP, que rebalsó de público, Sarmiento cayó derrotado ante Boca en semifinales del  Campeonato de la República. El por entonces presidente verde, don Héctor Díaz, íntimo amigo de Juan Duarte, hermano de Eva y fanático de Sarmiento, fue quien le sugiere la necesidad de tener un gran estadio.

Cuando nadie lo soñaba, a fines de 1946, llega un préstamo por 250.000 pesos moneda nacional para la construcción del estadio, que fue inaugurado el 9 de julio de 1951.

Por unanimidad, la CD del club decidió que el nombre del nuevo estadio sería “María Eva Duarte de Perón” – luego abreviado Eva Perón – “en homenaje y reconocimiento hacia la señora del Exmo. Sr. Presidente de la Nación y verdadera gestoría de la realización de la monumental obra”. 

Eva, muy enferma, no pudo estar en la inauguración. Pero su rostro y nombre estuvieron presentes en un busto que daba la bienvenida y en grandes letras de yeso colocadas arriba de una de las tribunas. Las letras fueron sacadas y luego restauradas, el busto será restituido por estas horas.

EL HOMENAJE QUE NUNCA LLEGO

Junín fue, como lo vemos, muy beneficiado y querido por Eva Duarte de Perón, pero en recíproca, el peronismo y la ciudad nunca retribuyeron esos gestos con un verdadero recordatorio a su persona. La caída del gobierno peronista (1955) hizo desaparecer todo vestigio del Evita, luego con el correr de los años y hasta la actualidad, aún con gobiernos peronistas Evita no logró el homenaje que merece, solamente un busto (muchas veces vilipendiado por la desidia y el delito) en una plazoleta alejada de la gente.

Su nombre fue impuesto, luego de años de insistencias, a la Av. de Circunvalación, pero pasando desapercibido en la cartografía y hasta en las menciones periodísticas que al referirse a dicha arteria solamente la nombran como Circunvalación.

Lo más gravoso, y quizás hasta ofensivo, lo podemos hallar en la reinauguración de un hito del “Junín grande”, el Hospital Ferroviario: se trata del silencio de los peronistas de la ciudad y la región que no supieron imponer su voz cuando en manos de la UNNOBA se lo rebautizó como Pte. Raúl Alfonsín. Sn desmerecer lo realizado por expresidente radical, el ex Hospital hoy reconvertido en centro educativo por lejos merecía llevar el nombre de Eva Duarte.

(*) Periodista juninense radicado en San Luis.