El macrismo le ha otorgado a la política el sentido indigno del show privado preparado para unos pocos, que son los que terminan sentándose a la mesa y comiendo con cubiertos la entrada, el plato principal y el postre. Para el resto, las sobras y “si no te gusta, ni vengas”.

La gestión Petrecca es hija de estos y por eso cada acto político municipal termina teniendo ese tufillo a estar preparado como una escenografía berreta de la que participarán malos actores.

Y eso es lo que termina causando: lo que debiera ser una fiesta popular termina en una pobre mascarada.

Con mujeres con trajes entallados hasta la asfixia, corriendo preocupadas de un lado al otro con carpetas en la mano para ubicar a quienes no vinieron y poniendo al fondo a quienes están, pero no son de la “creme”.

Lo de ayer a la tarde en el Concejo Deliberante no pudo escapar a esa foto común, con un Salón Rojo con sus sillas de madera torneada nominadas para la jerarquía juninense, dejando al fondo unas pocas plásticas para la plebe puntual que no paraba de bufar y abanicarse.

Al respecto, será bueno convocar al profesional que se ocupó de refaccionar el amplio espacio deliberativo y que no previó no sólo aparatos de aire acondicionado, sino siquiera ventiladores de techo. Será bueno, incluso, revisar el contrato y los números respectivos para saber si esa mejora estaba prevista y los acondicionadores no hayan terminado en alguna otra sala menos concurrida.

Pero retomando la crónica plagada de símbolos, habrá que descular porqué cuando se convoca a una hora determinada se empieza a otra cualquiera.

Que porqué los concejales se sacan selfies y prometen que trabajarán, cuando la labor deliberativa en Junín es paupérrima y si se miran los proyectos presentados en los últimos cuatro años se notará que los de la oposición son cajoneados y los del oficialismo prosperan si son bajados por el Ejecutivo. Ergo, seguimos devaluados como distrito.

Quiere decir entonces que quienes promueven marchas en defensa de la República, terminan desconociendo que hay un poder legislativo incluso en los concejos y que el debate no se declama como lo dijo leyendo el presidente del cuerpo, sino que se genera y para enriquecerlo se estudia y se capacita y se aprende y se escucha a la gente. Y es prioritario darle soluciones y mejor calidad de vida.

LOS NUEVOS CASI 'VIEJOS'

Gabriel D’Andrea, otra vez a la presidencia; Yamila Alonso, ya pidió licencia para ocupar otro cargo y fue reemplazada por Nora Mahuad (ya estuvo en los cuatro anteriores); Javier Prandi repite, Graciela Blaiotta, deja su Chacabuco para acompañarnos acá; Adrián Feldman, un conocido de todos en diversos cargos de la función pública; Carolina Echeverría y Lautaro Mazzutti, repiten al igual que Rodolfo Bertone. Llegan por la oposición Lourdes Pedroza, que también estaba cumpliendo tareas docentes en Chacabuco, y Lucila Laguzzi, de 26 años, quien juró por su “generación y las que vienen” al tomar posesión del cargo.

La oposición tendrá tres bloques, todos ellos como parte del Frente de Todos que será gobierno a nivel nacional y provincial.

Por los próximos dos años, habrá paridad de género: diez mujeres y diez hombres tendrán la representatividad de la ciudadanía.

Precisamente, sus representantes peronistas promovieron distintas “inquietudes” en el juramento de rigor, cuestiones que incomodaron al público pacato que vio actitudes fascistas cuando Rodolfo Bertone, José Bruzzone y algún otro peronista más levantaron el brazo haciendo la V, cuando sonaba el “o juremos con gloria morir” del Himno Nacional o se codeaban nerviosos cuando juraban por Néstor y/o Cristina, por Perón y Evita o por los “los clubes de barrio”, como lo hizo Mazzuttti.

Olvidaron, seguramente, que Macri tendría que ser demandado por la patria, al dejar los índices de inflación, pobreza y endeudamiento que dejó. Pero eso es futuro.

El presente del Concejo Deliberante se llenó por algún rato de pasión y también de gente, aunque durante el año las sesiones estén vacías, no sólo de público sino además de contenido.

Es de esperar que algunas muecas de pasión política no se terminen perdiendo en la tibieza del confort de concejales de vida cómoda, o al menos mucho más cómoda que un montón de habitantes de Junín que padecen la miseria diaria sin que nadie se ocupe de jurarles algo y menos aún, de cumplirles.

UN CASTING PARA PETRECCA

Lo del Intendente en su reasunción fue aún más absurdo. Sacó las sillas a las calle después de esconderse detrás de las puertas del municipio ante cada reclamo durante cuatro años.

Leyó un discurso de 1400 palabras, de las cuales por lo menos 1000 eran parte de referencias edulcoradas a una gestión que sólo él puede creer que aconteció en su pasado ciclo.

Describir tales consideraciones podría resultar una burla al lector por nuestra responsabilidad periodística pero vale destacar que para el nuevo viejo intendente hay dos obras esenciales para destacar: el desagüe Norte y el colectivo. Eso, en un “pueblo” de casi 100 mil personas.

El resto fue sarasa.

Como muestra cabe resaltar que apoyado en su postura mística propia del mensaje pastoral sostuvo textualmente:

“En varios pasajes de mi discurso hablé de comunidad, hice referencia a la comunidad de Junín, ¿saben por qué? Porque uno de los más valiosos hechos que logramos en estos cuatro años fue trabajar para que Junín sea una comunidad. Porque una comunidad es algo común, es un conjunto de personas que viven juntos, y tienen las mismas reglas y los mismos intereses. Junín ha logrado ser una comunidad… ¿Cómo se logró? Con transparencia, con diálogo, con respeto y recordando que, si los valores se mantienen, todo lo que venga, será positivo”.

El lector sabrá abrir juicio de valor al respecto.

Sólo cabe en una nueva etapa, dejar decantar al pasado y observar el presente con visión de futuro, con la esperanza de cambio y principalmente trabajo esforzado por parte de un Intendente que sin dudas eso todavía no mostró.

El resto será parte del juramento, sin contar a Dios y la Patria, deberá ser la gente quien día a día, hora a hora, se lo demanden, porque ese es su derecho inclaudicable.