jueves 25 de abril de 2024

CULTURA | 13 dic 2019

Semanario cultural

Se presentó “El Fantasma del Bernabéu”

La novela se presentó el miércoles pasado en el Auditorio del MUMA, y el autor estuvo acompañado por la escritora juninense Soledad Vignolo.


El escritor Juan Pablo de Luca sigue con la saga de Juan Barbicano, el personaje que protagoniza su primera novela “Misión Tilcara”. Esta vez la odisea recorre dos continentes, los avatares del deporte, la política y algunos personajes sobrenaturales, algo que hace de “El Fantasma del Bernabéu” una historia ideal para los amantes de la literatura y el deporte.

 

La novela se presentó el miércoles pasado en el Auditorio del MUMA, y el autor estuvo acompañado por la escritora juninense Soledad Vignolo.

 

De Luca considera que la necesidad de escribir este libro no viene tanto del fútbol como sí de su relación con Madrid y “toda una experiencia de la distancia”. “Tengo uno de mis hijos que vive en Madrid, lo cual me permitió viajar a España varias veces, tomar el color de esa ciudad. En algún punto este libro es un agradecimiento a esa ciudad por cobijar a mi hijo todos estos años”.

 

El libro fue publicado por Hat-Trick, una editorial especializada en libros sobre deporte. De Luca anticipa que su segunda novela se encuentra centrada en la final jugada en el Bernabéu entre River y Boca, pero también “hay un repaso por la historia de estos encuentros, un homenaje a Malvinas y a los colimbas a quienes se sigue ninguneando, y una continuidad con lo fantástico”. “Así como con Tilcara estaba lo sobrenatural alrededor de la promesa a la Virgen, acá hay un fantasma que ronda la historia de Alfredo Di Stéfano, Ferenc Puskás, y de varios jugadores del Real Madrid, y cómo esa relación entre el Real y River pudo, o no, haber colaborado en el desenlace que todos conocemos”.

 

PALABRA DE ESCRITOR

 

-¿Este es un libro partidario para el hincha de River o una novela más abierta?

-Es un libro que parte de una necesidad, escribir algo después de haber vivido la experiencia de la final de la Copa Libertadores en Madrid, un evento que compartí con mis hijos y me movilizó mucho. A partir de ahí, me pareció interesante también volver a darle vida al personaje de la novela anterior, Juan Barbicano, y ponerlo nuevamente en una aventura tragicómica. Así como “Misión Tilcara” fue un homenaje a la Selección Argentina y los últimos 40 años del fútbol, en este caso “El Fantasma del Bernabéu” recorre los últimos años de River-Boca. Pero se tocan otros temas, como el protagonista que es un excombatiente de Malvinas, por lo tanto tiene esa psicología por lo vivido, se trata de la niñez, de por qué uno es de un club determinado y no de otro.

 

-Esta es tu segunda novela y seguís en esa rama que hace confluir la literatura y el deporte. Hay varios autores en esa senda, ¿te identificás con alguno de ellos?

-Yo leo de todo, pero por ejemplo tomé lo de hacer capítulos de una o dos páginas, que son como una separata, del libro que más me impactó en la adolescencia, que fue Rayuela, ¡aunque lo que haga no tenga nada que ver con Cortázar!, son como páginas intercambiables que podrían estar al principio o atrás. El otro día Eduardo Sacheri decía acá, en Junín, que para él la novela es un ramal de trenes con estaciones. Para mí es un rompecabezas. En mi cabeza tengo como una película, una road movie, “Misión Tilcara” era bien así por su tipo de acción, y ahora también hay mucha interacción y movimiento. Mientras tanto voy recopilando y analizando información. Por ejemplo, de los mundiales, ¿qué nos queda?, solamente algo condensado, y de todo un mundial te quedás una imagen o una canción. Por eso del partido en el Bernabéu hay solamente cinco páginas, no entro en la cuestión deportiva, de hecho ya hay varios libros que lo hacen.

 

-¿Por qué escribir literatura sobre deporte?

-Sigo al fútbol pero no soy un fanático. En realidad al único equipo que seguí fue al Sarmiento del 81 cuando subió a la primera división. Y soy de River por algo familiar, por mi viejo y por mis hijos que son más de River que yo. Retomé River por mis hijos, al revés que Hernán Casciari, que le parecía que le importaba Racing, pero cuando murió el papá dijo “al final a mí no me importaba tanto Racing, era una manera de comunicarme con mi viejo”. Un poco es así.

 

 

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