En los barrios periféricos, con calles de tierra, se tornó imposible transitar después de los 60 milímetros caídos entre alrededor de las 5 de la mañana –cuando se desató la tormenta- y las 9, según las mediciones de la Estación Local del Servicio Meteorológico. Más aún, las dificultades siguieron sumándose dado que las precipitaciones no pararon todavía. La siguiente medición fue a las 15, y dio que cayó un total de 128 milímetros sobre la ciudad. Sumado al registro del lunes pasado, cayeron casi 150 milímetros.

Además, hay casas anegadas en distintos barrios y según informó el propio intendente a través de su cuenta de Twitter, las cuadrillas municipales están trabajando en distintas zonas.

En principio, los operarios debieron recoger árboles caídos, como sucedió en la manzana de las escuelas Normal-Nacional.

Por supuesto, también debió actuar personal de Obras Sanitarias, ya que se registraron situaciones de cloacas y desagües pluviales desbordados.

De todos modos, la principal preocupación se da en los barrios con calles de tierra, completamente anegadas por el agua caída y la falta permanente de mantenimiento.