jueves 25 de abril de 2024

LOCALES | 5 ago 2020

Déficit habitacional

Ante un nuevo Procrear, el municipio despierta del letargo

Después de cuatro años, decenas de advertencias y cero construcción de viviendas, la gestión Petrecca convocó a los profesionales que pueden diseñar una estrategia para que Junín crezca en hábitat sin que sólo se beneficie el negocio inmobiliario. Entrevista a Pablo Navone, presidente de la Asociación de arquitectos local.


Por: Redacción Semanario

Desde las páginas de SEMANARIO, Pablo Navone ha sido un permanente referente de las necesidades en materia de hábitat en Junín y ahora luego de años de indiferencia, la asociación de arquitectos que preside ha sido convocada por el municipio para llevar adelante los lineamientos frente a dos propuestas del gobierno nacional: Plan Argentina Construye y Pro.Cre.Ar. Si bien se llega tarde para aprovechar acabadamente estas iniciativas porque no hay nada armado, el especialista explicó sus puntos de vista.

-¿Cómo incidió para vos en Junín el plan Pro.Cre.Ar lanzado en el último período de la presidencia de CFK?

-Estuvo bien pensado como dinamizador de la industria de la construcción, pero a mi modo de ver falló lo relacionado con los terrenos porque generó un aumento desmesurado en el precio del lote a punto tal que en algunos casos costaba más la tierra que la construcción y eso produjo un desarrollo de negocios inmobiliarios por fuera de lo que es el planeamiento de una ciudad.

-Ahora hay un “nuevo” Pro.Cre.Ar anunciado desde la Nación y dicen que los municipios cederían terrenos, pero ¿qué es un “terreno”? ¿Qué características debiera tener para poder construir en él?

-El terreno es el espacio con los servicios adecuados como agua, electricidad. Lo básico y que además lo sea catastralmente, no sólo un espacio sin límites.

Desde la asociación siempre tratamos de hacer la salvedad acerca de lo que es un terreno propiamente dicho y lo que es “parte” de la ciudad. Nuestra bandera es el planeamiento urbanístico y que la ciudad crezca armónicamente y por decisión del Estado y no que lo maneje el mercado inmobiliario, porque así es como hoy –que ya lo hemos hablado con SEMANARIO en otras ocasiones- tenemos una ciudad que se expande hasta límites insospechados y si seguimos creciendo hacia la ruta 7 vamos a llegar a O’Higgins, exagerando un poco. Y eso no puede ser de esa manera. La planta urbana tiene un potencial para albergar a 400 mil habitantes y teniendo en cuenta nuestro crecimiento demográfico tenemos 200 años por delante para ocuparlo todo. No hay necesidad de seguir buscando terrenos por fuera de la ciudad, lo que la hace cada vez más larga y eso no es hacer ciudades. Necesitamos hacer ciudad y esos son barrios.

-¿Qué lugares serían lo más adecuados en la ciudad?

-Dentro de lo que es el casco urbano existe lo que se llama “áreas vacantes”. Si salís a recorrer con el auto la ciudad vas a encontrar lugares donde te hacen sentir en el medio del campo. Lotes sembrados con soja y animales pastando y sin embargo, es el casco urbano de la ciudad. Esos lugares son los que encontramos en cercanías de la cárcel, también del lado de calle Capitán Vargas, desde avenida San Martín hasta la Circunvalación, con el arroyo entubado que deja lugar para establecer una hermosa plazoleta. También está la zona de Alvear.

-¿Hay infraestructura municipal en esos lugares?

-Sí, la mayoría está dotado de servicios. Acá lo importante es que el Estado municipal tome la decisión y así creemos que lo hará a partir del trabajo que estamos haciendo desde la asociación con el Colegio de Arquitectos. Todo está encaminado para trabajar seriamente en la planificación para la generación de “suelo urbano”. No se trata sólo de lotear, hay que pensarlo estratégicamente.

-¿Hablamos de terrenos fiscales o de privados?

-Son terrenos privados.

-¿En ese caso, cómo se ejerce algún tipo de recaudo frente a un probable abuso del mercado inmobiliario?

-Justamente la herramienta para esto es la Ley provincial de Hábitat (la 14449). Y al respecto traeremos en conferencia virtual al arquitecto Eduardo Reese para capacitarnos. Esta ley hace que los municipios tengan la posibilidad de intervenir en el mercado. ¿De qué manera? Veamos un caso hipotético: Hay un propietario que tiene 4 hectáreas en zona urbana, un macizo sin lotear. Entonces el municipio con las herramientas que provee la ley se puede acercar al dueño y proponerle generar un convenio urbanístico, por el cual la comuna aporta la infraestructura y el valor de la tierra se incrementa. Con ese rédito a favor del propietario, si se generan 80 lotes, el 30% podrían ser para el municipio. Es sólo un ejemplo, se verá en cada caso. Y esos lotes pasarían a formar parte del famoso ‘Banco de Tierras’ de que todos hablan. El municipio entonces le pone precio a esos terrenos y de ese modo interviene en el valor del mercado.

Acá lo importante es la gestión del municipio. Ahí es donde entendemos que debemos colaborar porque hasta el momento no hubo una bajada política clara y decisiva para trabajar en esto.

Hay un ejemplo fantástico que es el que se hizo en Trenque Lauquen cuando fuera intendente Jorge Barrachia. El arquitecto que promovió ese desarrollo de hace 30 años fue Jorge Prieto, con quien hablamos hace 15 días y también nos contará en una conferencia la experiencia exitosa que tuvieron. Acá debemos pensar el rol que nos cabe a cada uno.

-Pero hay cierta urgencia para todo esto

-Absoluta. Pasa que esta cuestión del plan Argentina Construye y ahora la vuelta del Procrear, de alguna manera desnudó falencias y falta de gestión que está siendo reconocido por el municipio que ahora nos pide trabajar en conjunto.

Quizás no lleguemos a estar bien armados para este primer Procrear, pero había que trazar una línea y decir: ‘No lloremos sobre la leche derramada´ y miremos para adelante. Lo que estamos tratando de hacer con esta ‘movida’ es que el planeamiento sea una política de Estado y que vaya más allá del gobierno de turno. Rosario creció porque todos se pusieron de acuerdo en el urbanismo y hubo una transformación a partir del acuerdo de todas las fuerzas políticas.

-Sin olvidar el acompañamiento de las organizaciones técnicas

-Absolutamente. Todos los actores necesarios.

PUEBLOS Y TIPOS DE VIVIENDAS

-¿Es viable, por desarrollo y arraigo, construir en los pueblos que componen el distrito? ¿Esto tiene ventajas?

-Por supuesto que sí. Últimamente estuve leyendo mucho sobre cómo frente a esta pandemia las comunidades pequeñas empiezan a tener mayor trascendencia y especialmente en la producción de alimentos y sustentabilidad. Y lo de los pueblos es clave para que no se deshabiten y tengan importancia y haya unidades productivas. Cada cual identificando su propio perfil, pero es fundamental.

-Incluso quienes han padecido el confinamiento en grandes ciudades empiezan a mirar a los pequeños poblados con “particular cariño”.

-Exactamente y quizás eso sea para pensarlo de acá en adelante. Porque no podemos dejar de ver como por ejemplo Agustín Roca ha tenido nuevos pobladores de otros lugares, como ha acontecido en distritos cercanos. Lo interesante por sobre todo es generar las condiciones para que tengan un desarrollo. La ciudad no es sólo el lote y la calle, también es el equipamiento urbano.

-¿Qué posibilidades tiene la autoconstrucción como herramienta para mejorar el acceso a la vivienda?

- Es una forma muy utilizada en toda Latinoamérica y hay trabajos que lo avalan y estructuras de organizaciones sociales que lo tienen muy bien implementado. El año pasado en las jornadas que hicimos hubo especialistas que plantearon claramente las ventajas. Hay ejemplos conmovedores de gente que por primera vez pudieron lograr que sus hijos accedieran a un baño. Y acá en Junín tenemos ese tipo de carencias.

La autoconstrucción debemos tenerla como un elemento muy organizado y el Estado tiene la obligación de brindar el apoyo desde lo técnico pero también desde lo social y los subsidios. Es una forma de darle dignidad a quien puede construir su propia casa.

-¿Qué opinás de las construcciones de tipos monobloques que se hicieron en Junín o los conjuntos de unidades barriales? ¿Dieron resultado?

-El Plan Argentina Construye considera dentro de sus lineamientos, las construcciones de vivienda colectiva. Creo que todo tiene relación directa con el diseño y se pueden lograr cosas y es viable, aunque requiere de un estudio particularizado. En este sentido, uno como arquitecto no estaría trabajando con un cliente sino para un colectivo. Poniendo énfasis en el análisis sociológico creo que son proyectos viables. No sé si se deben hacer 50 unidades juntas, quizás complejos de una media docena de viviendas y siempre entendiendo que estos espacios no sean un ‘ghetto’, separados de la ciudad, sino que deben estar integrados.

-Queda claro entonces que para todo esto hay que convocar y escuchar a los profesionales, porque de lo contrario se pueden cometer errores insalvables

-Desde la asociación de Arquitectos, hemos tenido una lucha permanente por buscar el consenso y tener una mirada responsable y comprometida para con la ciudad. Nosotros no tenemos un interés creado en esta cuestión, más que el interés de hacer un aporte profesional. Además estamos convencidos que todos los procesos de planificación de la ciudad son de largo plazo. La decisión que se tome hoy no se va a ver en un año, la inercia de la ciudad es lenta, pero creemos que no hay dudas que una ciudad planificada tiene otra calidad de vida respecto a la que se hace a los ponchazos o la que diseña y promueve el desarrollador inmobiliario.


Hacé click en el siguiente enlace https://issuu.com/semanariodejunin9/docs/edicion_213 y bajate la edición del sábado 1 de agosto 2020


 

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