A raíz de la segunda ola de contagios por el Covid-19, Francia decidió un nuevo confinamiento y optó por mantener las competiciones profesionales, que se jugarán a puertas cerradas pero decidió suspender todas las ligas de aficionados y de la Copa de Francia. "Sólo los entrenamientos y las competiciones profesionales podrán proseguir", señaló el jefe del Gobierno galo ante los diputados.

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La ministra de Deportes, Roxana Maracineanu, aseguró anoche que los deportistas profesionales serán considerados como el resto de los trabajadores, que pueden mantener su ocupación durante el confinamiento. "Podrán seguir entrenando y manteniendo sus competiciones, ya que los desplazamientos profesionales están autorizados", explicó.

 

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La medida, por ahora no afecta a la Ligue 1 y la Liga de Campeones, en la que hay tres clubes franceses implicados, París Saint-Germain, Olympique de Marsella y Rennes.  Tampoco al Masters 1.000 de tenis que debe comenzar el próximo lunes en la capital francesa, aunque parece complicado que se mantenga la intención de los organizadores de recibir 1.000 espectadores cada día, como ya hicieron durante el pasado Roland Garros.

Este torneo fue retrasado cuatro meses, mientras que el Tour de Francia, que tradicionalmente se disputa en julio, tuvo lugar en esta ocasión en septiembre.