viernes 26 de abril de 2024

CULTURA | 24 sep 2017

rock local

La Diana de Fuego: “estamos en busca de la música marciana”

En una conversación con Semanario, los integrantes de la banda contaron cómo fue el proceso de creación de la banda, la identidad que creen tener hoy, y los desafíos de poder expresarse en una ciudad donde la escena del rock local no es muy incentivada.


Por: LUCIANA CAMARERO

Entre febrero y marzo de 2015, Marcos Arévalo (batería y voz) y Alesis Martínez (guitarra) se juntaron con el fin de escribir y componer canciones. Al poco tiempo se sumó Diana Agüero, quien llegó a la banda con la intención de “prenderla fuego”. De ahí el nombre de la banda: “La Diana de Fuego”.

Por motivos personales, a la integrante femenina del grupo se le complicaba trasladarse hasta Junín y producto de eso se incorporó en su lugar, en el bajo, a Juan Ignacio Muñoz.
Así arrancó como un power trío con debut el 12 de diciembre del 2015, junto a Mokeadores, en Bardearte, y con la participación especial de Diana en los coros.

A los pocos meses se sumó Agustina Casas, quien después de haber presenciado como espectadora varios conciertos de la banda, fue invitada para sumarse a los teclados.

Desde un primer momento, La Diana de Fuego tuvo modificaciones: Marcos dejó la batería para encargarse de ser la voz cantante y Juan Ruso se sumó a tocar la batería. Teniendo en cuenta que desde que arrancaron no tenían un estilo musical específico sintieron la necesidad de incorporar a alguien que se hiciera cargo de la percusión para que le diera el toque y el ritmo candombero, cumbiero y cuartetero. Para ello, otra integrante femenina, Tata Carrera, le anexó el sabor a este guiso musical que tiene un poco de cada condimento: fusiones de cumbia santafesina, cuarteto, punk, hardcore y un poco de rap.

Actualmente con siete integrantes –dos meses atrás se incorporó a los sintetizadores Alejandro Oubiña-, la banda tuvo su punto de inflexión en el Festival Estival de Música Independiente (FEMI) realizado en Plaza Evita el 6 de febrero pasado. Allí, La Diana de Fuego se consagró como una banda que marcó una diferencia con respecto a lo que venían siendo en escena.

En una conversación con Semanario, los integrantes del grupo, mientras se preparaban para una sesión de fotos con producción de maquillajes y escenografía incluidos, contaron cómo fue el proceso de creación de la banda, la identidad que creen tener hoy, y los desafíos de poder expresarse en una ciudad donde la escena del rock local no es muy incentivada.

-¿Se puede hablar de un resurgir de La Diana de Fuego luego del FEMI?

-Marcos Arevalo: Ahí fue donde pensamos que ese era el camino a seguir, porque nosotros empezamos con un punk re cuadrado con algunas mezclas pero era un caminito que no sabíamos bien para dónde iba. Ahora, con la incorporación de Ale en los sintetizadores, le da un toque psicodélico y electrónico. Se puede decir que estamos en la búsqueda de la música marciana

-Se viene el primer disco, ¿con qué se van a encontrar los fanáticos de la banda?

-Juan Ignacio Muñoz: Si, dentro de poco, y va a contar con 17 temas. En realidad, es una súper fusión porque tiene de todo. Es una mezcla de gustos porque vamos desde el punk rock, pero a su vez tenemos influencias como la cumbia y el cuarteto y aún así podemos hacer sonar un punk con tonos cuarteteros, por ejemplo.

-¿Y qué contenido tienen las letras?

-Juan Ignacio: Son muy amplias. Algunas son de protesta y políticas. Por ejemplo, “Hambre” es un tema que habla muchísimo de la banda porque ahí tratamos la indiferencia de la política hacia el pueblo, la violencia que se sufre con respecto a los niveles de vida, algunos tanto y otros tan poco. Hay temas donde criticamos al careta por preferir no tener una vida pero sí tener un trabajo, hacer mucha guita, tener un autito para que lo vea el vecino, salir a pasear el domingo y volver a guardarlo.

Marcos: Tenemos temas de protesta ambiental también, hablamos de la fumigación y más que nada todo lo que Monsanto generó a nivel mundial, de realizar una semilla resistente a todo, transgénica y cómo eso llevó a una gran masividad de sembrado, con eso la deforestación y tantas otras cosas que nos perjudican.

Agustina Casas: También tenemos temas de violencia de género. Por ejemplo, “La chica triste” es un tema de la mujer maltratada, violada y cómo se siente después de llevar todo eso adentro y en esa situación.

-¿Cómo preparan los shows?

-Agustina: depende de cada lugar al que vayamos y de la situación. Ahora que vamos a La Casa de la Cultura seguro tocamos temas más de fiesta. En el Lucho Fest tocaron bandas metaleras, entonces tratamos de meter los temas más punk y pesados.

Juan Ignacio: No nos casamos con ningún estilo, eso está bueno.

Alesis: El día que se realizó el acto en la Plaza 25 de Mayo por Santiago Maldonado tratamos de tocar los temas más de protesta.

-Choripán y vino es un tema que se convertirá en videoclip…

-Agustina: Ese tema surge porque en los primeros recitales se sorteaban un kilo de chorizos y vino. Ahora cuando hagamos fechas nuestras lo vamos a volver a hacer porque la gente lo pide.

Marcos: Es un tema cortito, simple y sencillo que a la gente le gusta, pegadizo. Y se nos ocurrió hacer un videoclip con la participación de la gente. La idea es que nos manden videos comiendo choripán o tomando vino para armarlo.

-¿Qué ofrece Junín para una banda como La Diana…?

-Marcos: A nosotros nos gusta tocar en lugares under, es más lindo, como La Casa del Pueblo. Por ahí otros lugares no hay, en los bares tienen que estar todos sentados y no da. Aunque hemos tocado en el City Bar y en Bistró que nos sirvió para mostrarnos, pero si queremos meter fiesta no da. También hemos tocado en el Club Moreno.

-Juan Ignacio: Hay poco lugar comprometido con la cultura real, es todo un gran negocio donde poco importa la cultura. En los bares hacen su negocio.

Alesis: Para autogestionarte ya se pone complicado porque tenés que contar con hacer tu movida de manera particular y pasar al Club Moreno y meter una fecha ahí.
Antes había muchísimo más, existían menos bandas pero había más lugares, como sociedades de fomento, que te alquilaban el lugar.

Marcos: A una banda que viene de afuera, Junín le parece un lugar que está lleno de bandas y de lugares para tocar. Pero uno que es de acá tiene lugares pero no hay un valor del sacrificio que uno hace para ensayar y sonar bien, entonces después vas al bar a tocar por un cajón de cerveza. Entonces tenemos que tocar en otros lados, que es más o menos lo mismo que acá, pero nos vamos afuera y nos sirve.

Juan Ignacio: En Lincoln, el dueño del bar Ocio nos recibió re bien, nos dio de comer y de tomar, nos pagaron el transporte, las entradas eran nuestras. Ahí se vio realmente que se valoró lo que hicimos como banda para ir a tocar. Acá, en algunos lugares, te dan las entradas también, pero si no hay un buen sonido te tenés que pagar algo un poco mejor para sonar bien y en sí todo lo que podés ganar se va en eso. Y nosotros tenemos un montón de gastos porque tenemos que comparar cuerdas, cables, transformadores o lo que sea.

Marcos: Esto sucede en el ámbito del rock porque, por ejemplo, unos pibes que conozco que hacen cumbia fueron a tocar a María Antonieta, que es del tamaño de City Rock y les dieron cinco mil pesos por tocar, en un lugar donde entran 100 personas. Hablando de Junín hay una diferencia terrible.

-¿Qué cambió de 2015 a esta parte? ¿La banda se “profesionalizó”?

-Alejandro Oubiña: Es cierto que viéndolo de afuera, a cómo arrancaron, y lo que es la banda hoy y la formación que se tiene, la complejidad de instrumentos y lo que sueña en vivo, sí hay un crecimiento musical. Yo, que soy nuevo y que hace poco me incorporé, veo eso.

Alesis: A parte con las ideas que teníamos al incorporarle un teclado, sintetizadores, percusiones, cambia cómo suena la banda. Antes sonaba todo más crudo.

Juan Ignacio: Es muy notable como fueron cambiando las letras porque se fue generando el compromiso de querer transmitir mensajes más allá de la fiesta.

Marcos: Yo no sé cantar, pero hice mucho teatro que me sirve mucho para expresarme de otras maneras, las actúo, me muevo, algunas las hablo como un guión y hay gente que le gusta. Opté por ese lado.

Alejandro: Que Marcos actúe las canciones habla de creatividad, y sumarle una cumbia con sintetizadores psicodélicos y un pasaje hiper rockero, la verdad que le da una identidad a la banda muy particular.

-¿Qué bandas no les gustan?

-Alesis: Las que hacen covers o tributos.

-Juan Ignacio: Es lo que más vende y siempre va a funcionar. Pero ahí no hay pasión por lo que se hace sino simplemente negocio. Tributo a Los Redondos o a Soda Stereo, la gente va. Es lo más fácil que hay hacer temas de otros, tenés una estructura ya lista y la tocás, ni siquiera te da una personalidad.

Alesis: Nosotros siempre hicimos los temas, nunca se nos cruzó por la cabeza hacer covers. En los ensayos se ve eso también. Tratamos de mejorar los que tenemos y dedicarle mucho tiempo a los temas nuevos, como así también hemos dejado temas afuera por priorizar otros.

Juan Ignacio: En sí, casi todos los temas son esqueletos a los que le vamos cambiando cosas.

-¿Cómo fue el proceso de grabación del primer disco?

-Alesis: Lo que es instrumentos lo grabamos en tres semanas pero nos estamos atrasando mucho con las voces porque lleva mucho tiempo y laburo. O a veces no coincidimos para ir a grabar. Además estamos re ansiosos, hace ya unos meses que estamos proyectándolo y aunque ya está casi liquidado, le falta un poquito más. Queremos que salga para presentarlo en otros lugares.

Alejandro: Sumarle un buen clip para empezar a mover con eso afuera. En Capital te exigen esos materiales.

-¿Qué rol ocupan las nuevas tecnologías en la difusión?

-Alejandro: Si bien tenés todo más a mano y es todo más sencillo para grabar un disco y difundirlo, alguien que hoy escuchó La Diana de Fuego, mañana no la escucha más porque escucha otra. Es un arma de doble filo y el tema es hacer un buen video clip, tener constancia en hacer shows en vivo con el disco ya hecho.

Alesis: Nuestro fuerte es el vivo, no sé si es una banda para escucharla en tu casa. Capaz que escucharla en tu casa no te gusta, pero al verla en vivo algo te transmite.

-¿Tienen próxima fecha de presentación?

-Alesis Martínez: El 21 de septiembre vamos a tocar en La Casa de la Cultura, con el debut de Ale. Pero hemos tocado en varios lugares de acá de Junín y también optamos por tocar afuera. En Lincoln, por ejemplo, hay buena recepción. La gente quedó muy contenta y nos volvieron a invitar.

 

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