Por: Redacción Semanario

Por orden de la Justicia Federal, y tras una serie de presentaciones entrecruzadas, la sede de SMATA Junín de Ataliva Roca 78, el último bastión romerista, fue restituida a la parte del gremio que responde al secretario general Ricardo Pignanelli y al interventor Martín Paci.

Era lo último que le quedaba a nivel sindical al ex diputado nacional Oscar Romero, que pudo quedarse arañando un cargo en la Cámara legislativa, pero tras su aventura electoralista de la mano de Florencio Randazzo, se ligó la expulsión del gremio que lo vio asomar a la política.

Acusado por manejos irregulares en su actividad legislativa y por una aparente desobediencia a la estructura vertical del gremio, el sindicato le sacó también el respaldo político.

Esto motivó que el despechado ex mecánico presentara cargos ante la Justicia, que fueron desechados, acusando a las autoridades de su gremio de irregularidades con fondos de la obra social.

Como contrapartida, SMATA Junín fue intervenida para terminar con el carnicero de confianza de Romero, Alberto Fiori, que manejaba los designios locales del gremio. Tan allegado era, que el ex diputado también lo había nombrado asesor en la Cámara, junto a su esposa.

Pero Fiori se aferró con uñas y dientes a su cómodo puesto, así que se encerró en la sede de Ataliva Roca y se negó a entregar llaves, además reclamando por el cambio de claves para administrar la obra social y el corrimiento de cualquier tipo de actividad gremial.

EL TERRUÑO

Allí se quedó el carnicero Fiori junto a sus tres empleados de confianza, ahora paseando por medios radiales y televisivos para llorar sus penas, dado que dicen no cobrar sus salarios desde hace varios meses.

Es el caso de Juan Ignacio García, que ya se acomodó desde diciembre en otro lugarcito: es el chofer del secretario administrativo de la Cámara de Diputados de la Nación. O sea el mismísimo Romero.

La otra fiel empleada es Fabiana Zubeldía. ¿No suena mucho el nombre, verdad? Parece una pobre mujer a la que dejaron sin trabajo. Pues es ni más ni menos que la futura esposa de… Romero. Sí, él. La misma que también era asesora de la Cámara de Diputados, junto a su hijo, porque lo primero es la familia.

La tercera es Mariana Ratti, quien aseguró que cuando estuvo presente en la restitución del gremio el secretario general Pignanelli, le había respondido que “no hablaba con mujeres ni les daba explicaciones”.

Quejándose, en tono lastimoso que hasta parece una consecuencia de la política contra los trabajadores de MacriGato, los dos compañeros –Ratti y García- lloraron por los medios: “La estamos pasando muy mal, siempre hemos trabajado, siempre hemos puesto la cara, atendimos a los trabajadores, poniendo la cara, a pesar de que muchas veces no había sistema, nos habían cortado el acceso y hasta el teléfono, porque las necesidades de los afiliados eran muchas en medicamentos y otras prestaciones. No faltamos ningún día a pesar de que hace siete meses que no cobramos”.

Lo que se olvidaron de decir es que la atención de los afiliados se daba a través de la intervención, que tuvo que elegir otra sede para el trabajo cotidiano: General Paz 815.

MÁS ROMERISTAS

A pesar del discurso, estos “empleados administrativos” del SMATA –hoy desocupados- tienen asegurados sus haberes a fin de mes. Lo mismo que los discípulos que viajaron a Italia gracias a la generosidad del mandamás Romero: Carlos Corvalán y Rafael Sangiovani ofician hoy de secretarios.

García y Sangiovani, chofer y secretario, de Romero en Diputados.

El “Rafa” llegó a cobrar tres sueldos: como asesor en Diputados, otro en la UNNOBA donde no asistía jamás y un tercero como asesor del gremio mecánico. A esto hay que agregarle que la mujer, hermana de la modelo Ivana Saccani y cuñada del actor Sebastián Estevanéz, es empleada de la ANSeS. Justo el terreno que siempre ‘dominó’ Romero y donde fueron a parar muchos de sus amigotes.

NIDO

En la puerta de Ataliva Roca 78, al momento de hacerse efectiva la resolución judicial de restituir los bienes a los verdaderos representantes de SMATA, hubo de todo.

Los romeristas pululaban por la zona, ninguno se animó a acercarse y plantarse de frente para cuestionar los procesos y la intervención del gremio.

Estaba Pignanelli, envuelto en un aura triunfante cual Muñeco Gallardo, y los decaídos empleados que veían finalizar su “currito”.

En el medio, el presidente del Colegio de Abogados, Lisandro Benito, representaba a los tres despedidos, pero de paso hablaba con uno y otro. Benito comparte su estudio con el abogado de las celebridades, Darío De Ciervo, representante legal de Romero en la causa que se inició por su denuncia, asegurando que le falsificaron la firma en un acta del Consejo Directivo nacional de SMATA, donde se autorizaba la intervención de la sede local.

A pesar de las supuestas diferencias ideológicas, el presidente de los Abogados parece no tener problemas al apoyar la cabeza en la almohada por las noches. Puede asesorar a Pablo Petrecca en la mesa chica de Cambiemos, pero también defender a Romero y sus secuaces, incluso a otros ex meonistas tomados como clientes por su colega De Ciervo.

EL FIN

No llegó a ser el fin total: si bien se quedó sin gremio, el abogado mecánico negoció y permanece en el centro de Cámara de Diputados, gracias a su amigo Emilio Monzó que ya lo había premiado con un viaje para él y sus allegados a Italia, en el recordado “Viaje del millón” denunciado por SEMANARIO.

Lo difícil será para Fiori, que no tendrá más remedio que abrir una carnicería y volver a su profesión original, tras su paso como dirigente gremial. Por ahora, los afiliados lograron recuperar el mando de la Filial de SMATA.

Miércoles 14 marzo. Alberto Fiori y su secretaria son expulsados de la ex sede de SMATA

Junín. Cada uno por su lado, se retiran mascando bronca.

NOTA PUBLICADA EN LA EDICIÓN IMPRESA DEL SÁBADO 17 DE MARZO 2018