La extensión educativa Casahuerta, que funcionaba en un predio rural ubicado en el km 82 de la RP Nº 65 bajo la modalidad Adultos (desde febrero 2018), y que pertenecía a la E.E.M Nº 8 “Padre Carlos Mugica”, recibió la peor de las noticias, y por mail: el cese de sus actividades.

"Luego de la reunión mantenida entre la Inspectora Distrital, la Inspectora Regional, el Consejo Escolar de Junín y la Secretaría de Desarrollo Social y Educación Municipal se decidió cesar el servicio educativo Extensión Casahuerta en sus dos turnos (mañana y tarde), reordenando la matrícula existente en otras instituciones educativas, y trasladando las horas cátedra de los respectivos docentes en cada turno, al interior del Complejo Penitenciario Junín”.

Con este lacónico mensaje, enviado vía mail por la Inspectora de Adultos Claudia Tamburini a los directivos de la Media 8, los funcionarios del área informaron la decisión tomada en las últimas horas y pocas semanas después de haber asegurado, en palabras de Emilse Marini, inspectora jefe Regional de Educación y Fabiana Sienra, directora de Educación del Gobierno de Junín, que la “extensión Casahuerta funciona de manera normal. Queremos transmitir tranquilidad ya que Casahuerta es una escuela que sigue funcionando, perteneciendo a la modalidad de adultos y a la Media 8. Casahuerta queda siendo una escuela para adultos, mayores de 18 años, donde se pueden anotar ya sea para iniciar o continuar los estudios secundarios. Por tal motivo, dejamos en claro que la escolaridad está garantizada”.

Conocida la noticia, la comunidad educativa en general, pero especialmente los docentes y directivos de la EEM Nº 8, repudiaron la medida y manifestaron el profundo malestar que les causó el cierre de Casahuerta, una extensión que construyeron a fuerza de trabajo, compromiso, cariño, sueños y responsabilidad.

“Cuanta tristeza... cuantos momentos vividos pasan por la cabeza, nombres, anécdotas que sin lugar a duda quedarán para siempre enmarcados en el nombre de CASAHUERTA.

No es novedad la política de ajuste educativa por la que estamos atravesando por parte de un gobierno que poco le interesa la igualdad y la inclusión, pero no solo hay que hablar de política sino además del egoísmo, la incapacidad y mezquindad de los que hicieron que un proyecto de semejante calidad llegue a este fin.

Soy de los que piensan que el tiempo pone las cosas en su lugar y que a cada chancho le llega su San Martín. Espero que las autoridades responsables de terrible decisión comprendan que han hecho uno de los peores arrebatos que una sociedad puede recibir, el derecho inalienable a la educación.

Ayer, 25 de Mayo nuestros directivos nos dieron la peor noticia, CIERRAN CASAHUERTA!!! Y como si esto fuese poco las autoridades lo hicieron a ellos mediante un mail para luego hacer extensiva la notificación a quienes trabajamos allí. Lamentable...”, publicó en su cuenta de Facebook Juan Manuel Soberano, docente de Casahuerta.

Juan Cattania, del Centro Comunitario Villa del Parque, escribió: “María Eugenia Vidal cierra ‘Casahuerta’. Un gobierno conducido por mafiosos no mide las consecuencias sociales que sus políticas provocan.

He aquí una muestra de ello. María Eugenia Vidal ha decidido cerrar este excelente espacio educativo llamado ‘Casahuerta’.

Allí trabajan desde hace años un grupo de profesionales que, por sobre todo, poseen una sensibilidad y un compromiso social especial.

Me enoja mucho esta medida y espero que los ciudadanos despierten y se den cuenta cuáles son los objetivos de estos mafiosos. Mi solidaridad con quienes trabajaron en esta querida escuela”.

Yamila Abdala, trabajadora social del Dispositivo Integral de Abordaje Territorial (DIAT), también dejó su mensaje: “Quiero contar una historia, quizás no sea la indicada para hacerlo, pero voy a tomarme el atrevimiento. Hace 15 años nacía en Junín, un proyecto de escuela distinto, especial, me atrevo a decir único en Latinoamérica. Gestado por un grupo de docentes. Si, si, esos docentes tan vapuleados últimamente.

La idea era que aquellxs que cumplieran su condena en las unidades y obtengan la libertad tengan un lugar donde culminar el tramo pedagógico y pudieran también generar algún proyecto socioproductivo para sustentarse. Pero esto fue mutando, al ritmo de los cambios sociales, resulta que cada vez más pibitxs quedaban fuera del sistema educativo convencional. Y así se fue ampliando la población que podía acceder a "CASAHUERTA".

Hasta acá el relato parece sencillo, pero todo esto llevo mucho esfuerzo. Ser parte de CASAHUERTA es un desafío diario.

La escuela, que más que escuela es un hogar, representa para todxs los involucradxs una ventana. Una ventana que posibilita la  entrada de luz a historias de vidas, que en la mayoría de los casos han estado y están atravesadas por la oscuridad, por la desigualdad, por la falta de oportunidades y por la vulneración de derechxs.

El 2018 comenzó complicado y parece que termina peor. Esta comunidad educativa recibió por "mail" la decisión de que cierran la escuela, que le ponen fin a este proyecto y con esto a todxs los sueños que lo gestaron.

La tristeza es enorme, pero no vamos a bajar los brazos y no ‘seremos’ jamás cómplices de quienes quieran robarle los sueños a lxs pibxs”.