Por: Semanario

Ha sido la comidilla de los últimos días la frase de quien formara parte del “mejor equipo (económico) de los últimos 50 años”, Carlos Melconian, al decir –sobre el gobierno macrista- que “estuviste boludeando dos años con las buenas ondas…” en obvia referencia a que el esperanzador cambio hasta ahora ha sido un montón de promesas y ajuste.

Por ese motivo (aunque la referencia no fue hacia él), el intendente de Junín, Pablo Petrecca, deberá ocuparse de innumerables temas que hacen al pasado, presente y futuro de nuestro distrito y tal vez empezará a “reacomodar” algunas clavijas de su administración, sin caer en el misterio acerca del nombramiento de nuevos funcionarios, si son válidas o no las multas del Tribunal de Cuentas, ni volver repetidamente a explicar que su nueva casa tiene todo para ser feliz y que se lo merece. En campaña, Petrecca siempre se mostró como un “hacedor”, para luego de llegar al cargo estar permanentemente a la defensiva.

Es bien sabido lo arduo que puede resultar ser administrador comunal, sin embargo se supone que quien resulta candidato a un cargo y luego es elegido por el voto popular, sabe de las responsabilidades que ello conlleva y lo que espera la gente de él.

Por lo tanto habrá que empezar a asumir esas responsabilidades y “bajar el cuadro” de Mario Meoni del muro de los lamentos para no seguir apuntándole al director bancario –con las horas contadas- cada vez que hay críticas del presente que tienen una ilación con el pasado.

Por eso, en el regreso de Petrecca, seguramente se lleven a cabo reuniones con la titular del área de salud pública para poner en condiciones varias salas de atención que causan indignación y que están siendo denunciadas por el propio personal municipal.

En el mismo sentido, será necesario indagar con la Región Sanitaria cuáles son los motivos por los que se retrasan las obras para los residentes en el hospital, aunque se siguen desmontando árboles como si estuvieran por armar un pool sojero.

Sin dudas que el jefe comunal querrá saber por qué este año han acontecido en el HIGA las muertes de al menos tres jóvenes en situaciones confusas, teniendo en cuenta las propias declaraciones de los directores del hospicio, y entenderá que hace falta promover (no prometer) la creación de un hospital destinado a la niñez con un equipamiento de primer nivel.

De paso, estaría bueno consultar en alguna dependencia del Transporte, cuánto falta para que se pueda empezar a vender la SUBE en Junín y saber claramente si el subsidio para los colectivos juninenses aún sigue en pie.

En su vuelta, Petrecca seguramente buscará reunirse con los encargados de la obra pública nacional y hará ingentes viajes para saber cuál será el destino del asfalto prometido, el inefable desagüe Norte y entre otras tantas cosas, la autopista de la ruta 7, cuya continuidad pusiera en duda hasta la propia gobernadora provincial María Eugenia Vidal.

Tampoco tardaremos en observar que desde Junín  se buscará convocar a todos los intendentes cuyos partidos están implicados en la ruta para formar una comisión de seguimiento y que, por caso el FMI o cualquier otro entrometido, no terminen bajándole el pulgar dejando una mano de tierra.

En su retorno, Petrecca deberá tomar nota del simposio sobre caminos rurales en Rauch y por un rato sus funcionarios pararán las motoniveladoras para asistir y ver cómo se soluciona el tema, aunque no sea al estilo de los lugares que el jefe comunal visitó recientemente en EE.UU.

Además, Petrecca tendrá que meter –figuradamente- “los pies en el agua”, porque las lluvias volvieron y amenazan con nuevas complicaciones y después del papelón que hizo junto con el senador Esteban Bullrich intentando liberar compuertas para favorecer a pesqueros amigos, deberá retomar las reuniones del Comité de Cuenca que preside.

Y si hablamos del agua, se viene una brava por la falta de interés demostrado para solucionar el grave problema que implica la presencia de arsénico en la que se distribuye por la red domiciliaria y que está por encima de lo permitido por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Como si fuera poco, el intendente deberá analizar qué hace con las tarifas de energía eléctrica y gas. El comercio, la industria, los hogares más humildes (y no tanto), los jubilados de escasos recursos. Todos están con serios problemas.

Clubes, bibliotecas, merenderos, organizaciones no gubernamentales están desapareciendo o a punto de hacerlo.

Por eso, junto a su equipo, Petrecca deberá decidir si aplica la rebaja solicitada por los concejales del Frente Renovador a través de una disminución en el ingreso superavitario del erario municipal e incluso definir si en su municipio “de puertas abiertas”, lleva a cabo una audiencia pública (como también pidieron los ediles) con los principales interesados exponiendo “in situ” sus vicisitudes, porque tal y como el intendente dijo “hay que bancar también en las malas…” al Presidente de la Nación y a la gobernadora bonaerense, seguramente también “bancará en las malas” a los vecinos con inconvenientes.

Asimismo, queda pendiente y en consonancia con el pedido de Mauricio Macri, que Petrecca convoque a un gran acuerdo con la participación de todo el arco opositor y las organizaciones sociales y sindicales, con el objetivo de mantener la paz social y llevar a buen puerto la nave con rumbo a las elecciones del año que viene, a pesar de las escoriaciones que pudo sufrir en estos dos años y medio.

Como se verá, hay “mucho por hacer”, parafraseando una y otra vez a Don Moisés Lebensohn y en su vuelta Petrecca no tendrá descanso.

+++Nota de la Redacción+++

Entre medio tardía y medio traspapelada nos encontramos con una gacetilla de prensa municipal anunciando que Petrecca está de regreso (hace como 15 días). Lamentablemente, al cierre de la edición, no podemos cambiar más que el título de esta nota y quedar a la espera de las acciones municipales. Sepan disculpar las molestias ocasionadas. Cuak!

EL TEXTO ORIGINAL FUE PUBLICADO EL SÁBADO 19 DE MAYO 2018 EN NUESTRA EDICIÓN IMPRESA