Por: Semanario

El pedido de ayuda al FMI, el anuncio de recortes nacionales que derivan en ajustes provinciales y por ende, con municipios perjudicados, enmarcan un escenario complicado para el “soldado de Vidal”.

Es que el intendente Pablo Petrecca basa su gestión en lo que sus superiores le mandan. Y la obra pública es su más luminosa estrellita.

Ganó las primeras elecciones legislativas mostrando el pavimento de Alvear y Bauman, las obras del Cuadrante Noroeste y los faraónicos desagües pluviales para la zona norte. Fueron su caballito de batalla y arrasó, obnubilando a la gente que venía de observar años de desidia.

Pero octubre ya está lejos y mucho más quedará para cuando sea el turno de su intento de reelección. A Petrecca no le alcanzará con eso, sobre todo cuando los reclamos diarios se desoyen tal como pasaba durante la gestión anterior.

Por eso, hay una gran preocupación en torno al futuro de la repavimentación del camino a la Laguna de Gómez, totalmente destrozado.

Primero, la obra no arrancaba porque había que pedir más plata: se tramitó una “addenda” en el Concejo Deliberante. Luego, había que esperar que se tomaran las muestras del asfalto realizado en los primeros 4 kilómetros durante la administración Meoni, para avanzar con la causa judicial.

Ahora, otra vez hay problemas. Según aseguran, serían irreversibles las diferencias con la empresa ganadora de la licitación (Marcalba S.A.), que ya tuvo a su cargo el pavimento nuevo de la avenida de Circunvalación.

La Provincia parece que no autoriza más gastos y hasta quiere eliminar esta repavimentación, por lo cual la idea de los funcionarios municipales es que la firma realice un trabajo de menor calidad, sin sacar todo el pavimento sino solamente poniendo una capa que recubra lo existente y tape baches. Pero la empresa se niega.

Por ahora, son intensos los viajes a La Plata del flamante secretario de Obras Públicas, Marcelo Balestrasse, que busca destrabar pagos que se le adeudan a la empresa.

¿Cómo terminará la novela? Difícil de pronosticar.

¿PELEA CON MINGRINO?

Por otra parte, son fuertes los rumores que corren en torno a una fuerte pelea que habría mantenido el jefe comunal con su amigo evangélico Mingrino, la empresa desconocida hasta hace unos meses y hoy a cargo de importantísimas obras.

Al parecer, hubo una discusión por cuestiones económicas, aunque no trascendieron detalles. Por eso, la firma estaría dispuesta a finalizar tareas ya iniciadas, como los refugios para las paradas de colectivo, y luego armaría las valijas para cortar lo que hasta ahora significó un fructífero acuerdo con Petrecca.

Es que muchas obras fueron adjudicadas por licitación, pero otras –como los mismísimos refugios- Mingrino las obtuvo por relación con Petrecca, ya que se dieron en el marco de la emergencia vial, que posibilita no llamar a licitaciones ni concursos de precios, sino que habilita las adjudicaciones directas.

Habrá que estar atentos. Si realmente se dio una pelea, a pesar de las raíces evangélicas comunes que unieron a ambas familias, debió tratarse de algo muy grave o una cifra con muchos ceros, que se suman a la velocidad vertiginosa del dólar en el país.

EL TEXTO ORIGINAL FUE PUBLICADO EL SÁBADO 9 DE JUNIO 2018 EN NUESTRA EDICIÓN IMPRESA