Por: Semanario

Cuando parecía que se habían alineado los planetas y en materia política teníamos Presidente, Gobernadora y administrador municipal del mismo color partidario, nos sobreviene la crisis económica, con el freno del Fondo Monetario Internacional y un montón de cosas sin hacer o a medio concretar.

Luego de que se conocieran los detalles del acuerdo entre el Gobierno y el FMI por una línea de crédito Stand By por u$s 50.000 millones que tiene, entre varios requisitos, el ajuste de las cuentas públicas, el presidente de la Cámara de la Construcción (CAMARCO), Gustavo Weiss, ya indicó que "si desaparece la obra pública hay 430 mil puestos laborales que están en riesgo" y añadió que “estamos frente a un problema grave, van a echar muchos trabajadores de la construcción".

En nuestro medio, no sólo se trata de los puestos laborales que podrían perderse, sino también de la desazón que causarían las promesas incumplidas.

El contador Pablo Petrecca logró un gran apoyo eleccionario, debido precisamente a las visitas que realizó en los barrios, llevando esperanza para quienes por años resultaron invisibles en Junín.

Las cuadras de asfalto concretadas y el inicio de obras de desagüe y cloacas, le alcanzaron para sumar votos. A ello se le añadieron promesas por doquier, que finalmente quedaron en el tintero y si bien habían sido presupuestadas, la plata se esfumó en otros gastos más corrientes y menos confortables para los vecinos.

Concejales de la oposición y del mismo oficialismo aseguran que “Petrecca se durmió en los laureles”, creyó que con los anuncios ya estaba todo subsanado, empezó a tapar agujeros en las finanzas del municipio, particularmente en salarios y gastos varios, y no pudo cumplir casi nada de los presupuestado para el año pasado, y en 2018 siguen los vacíos y se acrecientan los reclamos.

Para colmo de males, a partir de 2019, comenzará el ajuste pactado con el fondo y cuyos detalles se han ido conociendo.

Mientras tanto, de Nación y Provincia ya han empezado a “cerrar la canilla” y lo más lamentable es que lo que no se hizo hasta ahora, por parte de los intendentes, queda bajo un manto de interrogantes acerca de si se podrá hacer.

Incluso las obras que no movilizó Petrecca, entre el año pasado y este, sufrieron en su presupuesto la inflación que se abate sobre la economía argentina, por lo que se pierde capacidad de maniobra tanto en la compra de materiales como en la mano de obra a utilizar.

Lo que salía 100, ahora sale 130, pero la disposición de dinero ahora es menor o nula, en el peor de los casos. Un ejemplo de la falta de reacción del intendente quedó demostrado en el conflicto que se generó en torno al camino al balneario y la readecuación de esa cinta asfáltica. El Concejo Deliberante ya votó dos aumentos del presupuesto para ese fin y ahora se le pide a la empresa que lleve adelante una obra de menor calidad para poder cubrir el desfasaje. Tal como fuera informado en detalle en el número anterior de SEMANARIO.

CONTEXTO DE AJUSTE

Más allá de las palabras edulcoradas de los funcionarios de turno, sobre que se respetará la obra pública, vale tener en cuenta lo que se denomina como Memorándum de Políticas Económicas y Financieras (MPEF) que le envió el gobierno nacional a la titular del Fondo, en el que establece "los objetivos económicos de Argentina para 2018 y hacia adelante".

Incluida la Carta de Intención y el Memorándum de Entendimiento Técnico con el Fondo, el documento consta de 33 carillas y lleva la firma del ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, y del renunciado presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger.

En el MPEF, el Ejecutivo detalló las distintas medidas de política económica que se compromete a implementar a cambio de un crédito "stand by" por US$50 mil millones y que incluyen:

-Seguir avanzando con la reducción de los subsidios, "con el objetivo de aumentar la proporción del costo de producción de esos servicios cubierto por el precio pagado por los consumidores, desde el 80% en 2017 hasta 90% en 2020, en promedio, para el gas, y desde 60% en 2017 hasta 90% en 2020, en promedio, para la electricidad".

-Racionalizar el empleo público. Será a través de no renovar cargos en puestos no prioritarios; congelar las contrataciones en el gobierno nacional durante dos años y eliminar las posiciones redundantes. "Nuestro objetivo es que el gasto en personal caiga de 3,2% del PBI en 2017 a 2,7% hacia el final del programa".

-Reducir el gasto en compra de bienes y servicios. El objetivo es bajarlo en un 15% en términos reales durante 2018 en relación con 2017 y continuar con el proceso en 2019.

-Posponer obra pública no esencial. "Continuaremos ejecutando los proyectos de obra pública esenciales para dinamizar la competitividad de nuestro país, pero pospondremos aquellos que no lo sean".

-Reducir transferencias asociadas al déficit de empresas públicas. Son las que no están relacionadas con las tarifas de servicios públicos desde su nivel actual de 0,1% del PBI en 2017 hasta casi cero en 2021.

-Introducir mejoras en el sistema de pensiones. Se apunta a hacerlo "financieramente sostenible y más justo" tanto para las generaciones actuales como para las futuras. Asimismo, se continuará con el "compromiso" de la Reparación Histórica.

-Reducir y eliminar impuestos distorsivos. El Gobierno apunta a lograrlo en línea con la reforma tributaria aprobada hacia finales de 2017. "Podríamos extender el período de implementación de algunas de estas modificaciones si fuera necesario para alcanzar nuestras metas fiscales".

-Mejorar la estructura fiscal federal. "Las transferencias discrecionales a las provincias asociadas a gastos que han sido asignados como responsabilidad de cada provincia por la Constitución se irán reduciendo ya que las provincias tomarán estás responsabilidades".

-Racionalizar el gasto impositivo a las ganancias corporativas. Se continuará publicando un listado completo de todos los gastos impositivos en el presupuesto.

AFECTACIÓN DIRECTA E INDIRECTA

Hay en Junín una serie de materias pendientes que iban a ser realizadas por la actual administración, aunque hasta el momento han demostrado que se trata de una declamación.

El efecto “promesa incumplida” será seguramente uno de los condicionantes de la sociedad hacia los funcionarios de gobierno que, desde hace dos años y medio, han prometido más de lo realizado y gastado lo que no correspondía.

Infinidad de obras soñadas quedan por concretarse y si tenemos en cuenta el compromiso con el FMI es posible que la lentitud de Petrecca por cristalizarlas le juegue una mala pasada.

Hoy, desde el gobierno señalan que "continuaremos ejecutando los proyectos de obra pública esenciales para dinamizar la competitividad de nuestro país, pero pospondremos aquellos que no lo sean".

La pregunta que nos hacemos es de qué modo Petrecca podrá reclamar fondos para las que están pendientes si en su momento las pasó por el presupuesto y no las hizo.

¿No eran esenciales? Y en caso de que lo fueran, porque no se cumplieron en tiempo y forma.

Dentro de este esquema nos encontramos con la de por sí polémica Terminal de Ómnibus a la vera de la ruta 7, la cual alcanzó ribetes inquietantes de lentitud y el dinero disponible para terminarla durante 2017 prácticamente no se tocó.

Entran en la malograda las tareas para señalización y tránsito, el arreglo de los cementerios, las salitas de salud (comenzaron a mejorar algunas tras las denuncias de Semanario).

El estado que presenta el Parque Natural es de profunda desmejora y ni hablar del espigón que sigue cerrado como mudo testigo de la desidia comunal.

Tal vez haya que olvidarse del Hospital Veterinario prometido y que ni siquiera se comenzó.

Los concejales seguirán gestionando de “prestado” en algún sitio mientras el Salón Rojo se acondiciona nuevamente, junto a otras refacciones de lo que alguna vez fue un “palacio” municipal.

El aeródromo local, la pista del Auto Moto, la red vial y un centro de tratamiento de residuos para no seguir barriendo la basura debajo de la alfombra, parecen cada vez más lejanos.

Es de esperar que la provincia no recorte los gastos ya estipulados para Educación y le dé un toque de dignidad a los alumnos que concurren a la escuela pública juninense, las que presentan infraestructura deteriorada en diversas de estas casas de estudio.

Es indudable que la situación del país se deterioró desde la llegada de Cambiemos y no es menester discutir en este artículo el origen de la situación, pero también resulta indudable la responsabilidad del actual gobierno que se hizo cargo de la gestión y no ha podido mostrar diferencias con lo que ellos mismos criticaban.

Mientras tanto los juninenses, una vez más, ven pasar de largo el tren de la modernización y el progreso. Tal vez haya tiempo o tal vez no para recuperar algunas cosas, pero lo que no pude faltar es voluntad política para llevarlo adelante. De promesas no cumplidas se ha colmado el hartazgo colectivo.

Autopista sin fecha y un peaje en Chacabuco

El caso de la autopista de ruta 7 ya ha sido abordado hace poco por Semanario y si bien el Ministro de Transporte Guillermo Dietrich sigue evocando las primeras proyecciones, la realidad indica otras cosas.

Asegura el funcionario que la autopista estará culminada en 2019 (antes iba a ser 2018), pero quienes trabajan en ella saben que “no menos de dos años” tardarán para inaugurarla.

Ello con viento a favor y si siguen llegando los fondos respectivos. En los pasillos de los obradores está muy claro que “se trabaja el día a día”, Dicen que “hasta fin de mes tenemos asegurado el pago y el trabajo, después se verá”.

Desde Nación dicen que la obra sigue, aunque el “superministro” sabe que se recortarán fondos en el orden del 75% de la obra pública.

Lo que pudo saber este medio es que tras la inauguración, será también puesto a funcionar un peaje a la altura de Chacabuco. De este modo los juninenses deberemos pagar en la cabina que se ubicará entre los kilómetros 196 y 214 y en la ya conocida de Villa Espil, partido de Luján, en el km 88,5.

¿Colectivo o calesita?

Por añadidura la crisis y posterior rescate del FMI vuelve a poner en duda la llegada de los colectivos urbanos a Junín un proyecto que no para de dar vueltas. Es clara la posición del gobierno nacional de retirar los subsidios por lo que no se sabe a ciencia cierta si los entregarán a la municipalidad para hacer funcionar las líneas de transporte locales, de las que ya tenemos paradas y refugios, con todo el papel picado para la fiesta que, frente a la tormenta económica, también podría postergarse.

Los que la ponen en “plazo fijo”

En lo que podría haber sido un tiro por elevación para Pablo Petrecca, el jefe de la bancada de Senadores de Cambiemos, Roberto Costa, sostuvo en una entrevista con la revista La Tecla que “muchos intendentes ponen la plata en plazos fijos y no hacen las obras”, tal como ocurrió con el jefe comunal local y que los concejales de la oposición se lo hicieron notar cuando se trató la rendición de cuentas de 2017 en el HCD.

El legislador dijo además que “con este Gobierno, las autonomías municipales se respetan a rajatabla. Han tenido durante estos dos años y medio muchos más fondos que todos los anteriores. Nunca existió un Fondo de Infraestructura Municipal (FIM), nunca existió un Fondo de Seguridad, y tampoco, un Fondo Educativo que se redistribuya como corresponde”. Y sobre el recorte del FIM, consideró que “creemos que, en su gran mayoría, en vez de ejecutar las obras, los intendentes guardaban la plata en plazos fijos. La Matanza, el más grande de los municipios, es uno de ellos. Eso es especulación, eso es demorarles el beneficio a los vecinos. La Municipalidad no tiene que ganar dinero, tiene que hacer obras y atender las necesidades de la gente. No sirve de nada tener 2.800 millones de pesos en plazos fijos o Lebacs mientras la gente no tiene cloacas, asfalto ni agua corriente”. Sin nombrarlo hizo una crónica bastante similar a los presuntos manejos financieros de Petrecca en el municipio de Junín y la demora en las obras que ya habían sido, no sólo prometidas, sino también presupuestadas y aprobadas.

EL TEXTO ORIGINAL FUE PUBLICADO EL SÁBADO 16 DE JUNIO 2018 EN NUESTRA EDICIÓN IMPRESA