Por: LUCIANA CAMARERO

Los caracteriza el uso que hacen de su arma principal, la palabra, a la que le aplican toda clase de malabares verbales para hacerla rimar, para contar una historia, responderle al oponente de turno y hacerlo con buen ritmo. Todo en tiempo real. Puede ser en una plaza, arriba de un escenario, en el patio de un colegio o en la intimidad de una juntada.

La subcultura o cultura urbana americana de la década del 70, el hip hop, es un movimiento que parecía haberse adormecido. Sin embargo, estos últimos años, en Latinoamérica revivió y parece que estará vigente por un largo tiempo.

Con nuevas interpretaciones que ha favorecido el auge de las nuevas tecnologías y las improvisaciones que caracterizan las competencias de freestyle, muchos jóvenes ven en este género musical y artístico, también un “deporte”, en el cual compiten en originalidad, rima y contenido.

Junín no es ajena a ello. Hace aproximadamente cinco años se viene respirando este estilo generando un nuevo sector que se preocupa por conocer más sobre éste fenómeno que se caracteriza por denunciar, en la mayoría de los casos, la realidad social, la discriminación y la desigualdad.

SEMANARIO dialogó con Darío Felipin (19 años), joven estudiante de nuestra ciudad que encontró en el movimiento del rap y el hip hop, un espacio donde además de poder expresarse, ser un artista profesional y ayudar a los que necesitan.

-¿Cuándo empezaste a sentirte interpelado por el rap y el freestyle?

-Me sentí interpelado por el “freestyle” cuando escuché a mis amigos improvisar sobre un tema instrumental, o sobre un “beatbox”, que es el sonido realizado por otra persona o mas de una con la boca.

Y por el rap cuando escuché personas del género que realmente explican lo que sienten y tienen un ritmo bueno, como por ejemplo Cancerbero (Venezuela), Aldo (Cuba), Foyone (España), Fianru (Argentina), entre otros.

¿Cómo fueron tus primeras competencias y primeros acercamientos a este género?

-La primera competencia a la que fui se llamaba “El coliseo de la Rima” en la plaza Soulet, Levalle y 12 de Octubre, en 2014. Esas competencias estaban organizadas por Juan Ávila, apodado Cabe.

-¿Cómo crees que Junín se fue apropiando de este estilo? ¿Cuándo llega y cuándo se consolida?

-El freestyle y las batallas empiezan con la competencia que nombré anteriormente, luego se comenzaron a hacer los sábados en el Skate Park de calle Maipú y Rivadavia, llamada SlautherHouse, y más tarde junto a unos amigos creamos la “Desli Free” que se realiza los domingos, que generó un antes y un después en la movida de Junín y la zona.

-¿Cuándo y cómo fue que decidiste dedicarte al rap, presentaciones en vivo y meterte de lleno en la movida?

-En 2015 empecé a escribir canciones, luego de algunos meses improvisando, que fueron marcando claramente mis estados emocionales, ya sea  amor, odio, bronca, felicidad, liberación, entre otras cosas. Empecé a hacer presentaciones en 2016, en lugares como en La Casa del Pueblo, Bistró, y otros bares, para luego poder hacerlo en las ciudades vecinas como Vedia, Chivilcoy, entre otras.

-¿Qué te da este movimiento?

-Este movimiento me da demasiado placer, me llena mucho. Ver como progresan todos al mismo tiempo, como les gusta, como se especializan cada uno en su parte, ya sea organizando, o haciendo BeatBox, o rapeando, o con el solo hecho de ir a presenciar un evento. Se recibe mucho reconocimiento, de parte de Junín como de toda la zona, ya que un domingo cualquiera viene gente desde Vedia, Los Toldos, Bragado, Lincoln, 9 de julio, Pergamino, Rojas, Alberdi, entre otras localidades

-Has brindado tu apoyo y solidaridad a comedores.

-Sí, hace dos semanas se realizó uno de los eventos, el más grande a mi parecer, de Rap en Junín y toda la zona. Tuve el honor de recibir a Darío Sebastián “El Misionero”  Silva en mi propia casa, el host de la Red Bull Batalla de los Gallos, de la Freestyle Master Series (primera liga profesional), las competencias más importantes de la Argentina. Compartir un asado con él y su grupo, disfrutar de una tarde a puro hip hop, lo que se hizo ese domingo fue una competencia de freestyle en la que hubo baile, también hubo Graffitis y un DJ en la plaza.

Esta movida que realiza “El Misionero” se llama Misión Hip Hop, que se lleva a cabo en toda la Argentina para dar a conocer todos los talentos que nadie conoce, y se hizo un sorteo en todo el país y mi competencia fue la más votada, con más de 1.000 votos a través de Instagram.

Como sabía que se iba a generar demasiada repercusión ese día, en vez de cobrar una inscripción para los competidores, decidí que en vez de dinero, para anotarse había que llevar un alimento no perecedero para dar en los comedores de Junín. Así fue que más de cincuenta paquetes de fideos, puré de tomate, azúcar, chocolate, entre otras cosas, fueron entregadas por mi y mi amigo Leonardo Segura al merendero Los Pekes, ubicado en Camino del Resero y Dr. Possio.

-Tus letras son profundas, hablan de traición, de falsedad, de realidad social. ¿En qué momentos escribís y qué te motiva?

-No todos mis temas son de falsedad o de traición ya que tengo alrededor de cincuenta canciones, y solo hay cinco o seis en las redes sociales y en internet. Mis canciones son fragmentos de mi vida pasados a un papel, y luego poniéndole un ritmo y haciendo que rime.

-¿Cómo ves la cultura rap en Junín? ¿Qué le falta?

-Ahora a Junín lo veo muy impulsado, ya que luego que se creó la Desli Free, hay competencia todos los días, en diferentes plazas de la ciudad, y en diferentes barrios. Pero para mi le falta muchísima más repercusión, ya que siempre hay buenos espectáculos en las plazas y al no grabarse las batallas queda solo para los que lo vieron en vivo.

-¿Cómo gestionan los eventos?

-Organizo dos competencias. Una que se hace los viernes, llamada “Marcianos Free”, y otra que se realiza los domingos, llamada “Desli Free”. Ambas con diferentes grupos de amigos Los eventos pueden variar, ya que pueden ser 1 vs. 1,  2 vs. 2, 3 vs 3, o también en lugares cerrados, o en bares como ya hicimos varias veces.

La modalidad puede ser 1 minuto para cada uno ida y vuelta, o sino 4 x 4 (cuatro entradas para cada uno).

A la “Desli Free” la pueden encontrar por Instagram, o todos los domingos en la plaza del Ferrocarril ubicada en Roque Sáenz Peña y Newbery.