Por: Semanario

Finalmente el presidente de la comisión de Salud en el Concejo Deliberante local, Hugo Talani, logró reunir a los comisionados respectivos y llegó a la sesión del martes pasado el pedido de informes que había sido presentado hace más de un mes por parte del bloque de Unidad Ciudadana, donde solicita al Departamento Ejecutivo y sus secretarías correspondientes “informen los resultados de los últimos análisis efectuados para el control de la potabilidad del agua del Partido de Junín”.

Y mientras el pedido sigue su curso, que debiera estar presentado en menos de 30 días teniendo en cuenta que hay análisis permanentes de los pozos elevadores que llevan el agua a los domicilios de la red, las redes sociales comienzan a plantear dudas respecto a la calidad del vital elemento.

Varios vecinos están preocupados porque poseen filtros de agua en sus cocinas y éstos terminan presentando un color amarillento (ver imagen), lo cual habla a las claras de que –al menos- la “transparencia” está en duda, casi casi como lo que ocurre con la gestión política del intendente Pablo Petrecca.

Tal y como el arsénico no puede detectarse más que con pruebas de laboratorio, las dudas se centran en el color o turbidez del agua y otras tantas críticas tienen que ver con el aroma que, según dicen, “muchas veces tiene un fuerte olor como a cloro” (ver imagen abajo).

Tal como advertíamos en ediciones pasadas, la problemática del arsénico en el agua que se extrae del subsuelo y se reparte en las redes domiciliarias es permanente en la zona y mientras la presencia del metal venenoso se fue ampliando, la Organización Mundial de la Salud (OMS) se puso cada vez más preventiva achicando los niveles permitidos.

Por lo que, mientras hace una década se aceptaba como tolerante 0,05 miligramos por litro, actualmente la tolerancia es de 0.01 mg/lt.

Es de esperar que haya una rápida respuesta por parte de la dependencia que dirige el ingeniero Guido Covini, para dar tranquilidad a la población sobre una preocupación muy grande, como todas aquellas que están relacionada con la salud de los juninenses y que podrá demostrar cuán eficiente es la municipalidad en la provisión de los servicios esenciales.

Claro que no sería bueno que semejante responsabilidad de informar caiga en el olvido y el pedido quede en algún cajón.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que la presencia de arsénico en el agua sea igual o inferior a 0,01 miligramos por litro (mg/l), parámetro que tomó el Código Alimentario Argentino (CAA) en 2007, pero que tras una serie de prórrogas pedidas se sigue sin cumplir en los hechos. El límite anterior en el país era del 0,05 mg/l, nivel que también superan muchas localidades de la provincia.